8. Oh, sorpresa.

845 53 51
                                    

Charly

Estaba llegando a casa cuando vi un carro negro en la entrada. Ingresé a la casa y vi a mi mamá junto a una señora muy seria, elegante y muy bonita. Miré bien y me di cuenta de quien se trataba.

Ligia: - Charly - susurró con una de las manos en la boca y los ojos muy grandes.

Charly: - ¿Qué pasó? - pregunté frunciendo el ceño.

Carolina: - Carolina Pizarro - dijo seria mientras extendía su mano para estrecharmela.

Charly: - Carlos Cruz - saludé sin entender. - ¿Qué pasa?

Carolina: - Vengo en nombre de Gema Granados, soy su abogada.

Charly: - ¿Y eso qué tiene qué ver conmigo? - sonreí aún sin entender.

Carolina: - Como le decía a su madre, señor Cruz. La señora Gema Granados tuvo una intoxicación por sobredosis de drogas y murió.

Charly: - ¿Qué? - pregunté como si no hubiera entendido, queriendo que me diga que estaba equivocada, que no había dicho eso. - Eso no es verdad - sonreí mientras caían lágrimas por mis mejillas. - ¿Dónde está?

Carolina: - Su familia la veló hace unos días - dijo mirando hacia abajo. - Pero en realidad vine por otra cosa - dijo nerviosa.

Charly: - ¿Qué?

Carolina: - Señor Cruz, usted... Usted tiene una hija - dijo mirandome a los ojos.

Charly: - ¿Una hija?

Carolina: - Su nombre es Vanesa, tiene 9 años de edad actualmente y en dos meses cumple 10.

Charly: - Pero...

Carolina: - Tengo entendido que usted estuvo en coma 10 años, ¿es eso cierto?

Charly: - Si - dije aún sin creer.

Carolina: - Mi cliente en pleno uso de conciencia dejó este documento donde especifica que usted es el papá bilológico de la niña.

Charly: - ¿Y dónde está ella?

Ligia: - Está en tu habitación - dijo entre sollozos.

Carolina: - Venga conmigo - dijo para después subir hacia la habitación conmigo.

Tocó la puerta con delicadeza e ingresó.

Carolina: - Baby - dijo con dulzura mientras sonreía.

Vane: - ¿Papá?

Charly: - Mi amor - susurré mientras las lágrimas volvían a caer por mis mejillas.

Corrí hacia ella y la tomé entre mis brazos para aferrarme a ella. Le dejé besos por todo su rostro mientras sonreía. Era ella, era mi bebé, mi princesa, mi nenita.

Charly: - Mi amor, mi amor - decía mientras le dejaba los besos.

Vane: - Basta - sonrió.

Carolina: - Eso es nuevo - sonrió. - Hace mucho no sonreías así - le dijo a Vane.

Vane rió.

Charly: - ¿Cómo estás? - suspiré. La abracé con fuerza mientras en mis labios se dibujaba una sonrisa muy grande.

Carolina: - Los dejo solos para que puedan conversar - sonrió.  - Mi amor, cualquier cosa estoy allí abajo, ¿si? - le dijo a Vane con una mirada llena de cariño. 

Charly: - ¿Vos sabés quién soy? - pregunté mientras me mordía el labio de la emoción.

Vane: - Mi mamá me contó - sonrió. - Que vos sos mi papá. Que tuviste un accidente y te convertiste en un bello durmiente como la princesa - explicó concentrada como si lo que estuviera diciendo tuviera toda la lógica del mundo.

Porque esa ha sido nuestra suerteUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum