Porque esa ha sido nuestra suerte

14.Despacio.

Yeimy

Desperté entre sus brazos como hace tiempo lo había soñado. Su respiración profunda hacía que su pecho desnudo se elevara y bajara de una manera muy sexy.

Me levanté de su cama, tomé una camisa que había allí, me la coloqué y fui al baño de su habitación.

Mojé mi rostro y me miré en el espejo. De repente lo ví detrás de mí sonriendo cual niño feliz.

Yeimy: - ¿No te dijeron qué el baño es privado? - pregunté alzando las cejas con una sonrisa.

Charly: - Mmm, no - dijo para acercarse y abrazarme por la espalda, inclinó su cabeza y me besó el cuello. - Buen día - susurró mientras colocaba su sien junto a mi sien.

Sonreí y giré mi cabeza para dejarle un beso en la mejilla.

Yeimy: - Buen día - susurré feliz.

Giró su rostro y nuestras narices quedaron juntas.

Me besó tiernamente.

Charly: - Buen día - dijo entre mis labios mientras sus manos sujetaban mi cintura.

Yeimy: - Buen día - sonreí en el beso.

Moví mi cuerpo hasta pegar nuestros pechos mientras nos seguíamos besando.

Charly: - Buen día - dijo sujetando mi trasero.

Yeimy: - Buen día - puse mis manos en su pecho.

Charly: - Buen día.

Metió sus manos por debajo de la camisa para después quitarmela.

Yeimy: - Buen día - sonreí para luego volver a capturar sus labios con los míos.

Charly: - Buen día - dijo alzandome para dejar mis muslos uno a cada lado de sus caderas.

Caminó conmigo hacia la cama donde comenzó a dejarme un rastro de besos húmedos por el cuello. Lentamente fue bajando por el medio de mis senos mientras sus manos acariciaban mis muslos. Comenzó a jugar con uno de mis senos, dejando una pequeña lamida para luego hacerle una succión, solpó suavemente y la sensación fue tan increíble que hizo que mi piel se erizara. Alzó su mirada y enarcó una ceja para después pasarse la lengua por los labios y morderse el labio inferior.

Continuó bajando después de encargarse de ambos senos. Comenzó besando la cara interna de mi muslo y así ascendiendo hacia mi intimiedad, pero al llegar se detuvo. Alcé mi cabeza para observarlo y sonrió.

Pasó ambos brazos por debajo de mis muslos, cuando tuvo su agarre tiró de ellos dejandome aún más cerca de él. Su cabeza se hundió en mi intimidad dejando un beso, un beso que después cambió por lamidas haciendo que mi abdomen se tensara, cerré los ojos y seguí disfrutando del placer que me estaba dando. Un gemido salió de mis labios cuando succionó mi clítoris para luego comenzar a hacer lamidas más constantes e intensas. Sentí como mis piernas se tensaban al igual que mi abdomen y unas sensaciones de placer inundaron mi cuerpo, sentía que ya no daba más de lo rico que la estaba pasando, mi respiración se hizo pesada, ya no podía siquiera emitir sonido alguno del placer tan grande que sentía, hasta que por fin me liberé. Charly alzó su cabeza con una sonrisa mientras me miraba a los ojos.

Bajó nuevamente su cabeza a mi intimidad para seguir haciendo lamidas, esta vez a un ritmo aún más lento, mientras mi cuerpo tenía espasmos por el gran orgasmo que acababa de tener.

Subió lentamente hacia mis labios con una sonrisa.

Charly: - ¿Te gustó tus buenos días? - preguntó para luego morder mi labio inferior.