Porque esa ha sido nuestra suerte

10.Gracias.

Yeimy

Estaba en la camilla del hospital con la mirada perdida, me sentía vacía. Un ardor se empezó a apoderar de mi pecho, esta vez era un fuego que quemaba, el dolor se apoderó de mi, pero no era físico, sino emocional.

Jack entró a la sala donde yo estaba, alcé la vista y pudo ver mi mirada cristalina por las lágrimas acumuladas en mis ojos.

Jack: - Amor - susurró con un hilo de voz.

Yeimy: - Andate - dije observandolo con una mirada penetrante.

Jack: - Por favor - dijo tratando de acercarse.

Yeimy: - No te quiero cerca de mí, esto es tu culpa.

En un instante el cariño que sentía por Jack desvaneció como la nieve en primavera.

Jack: - Pero...

Yeimy: - Pero nada, te dije que te detuvieras - dije sin mirarlo.

Jack: - Perdón - dijo entre sollozos.

Yeimy: - No basta con eso, andate, no te quiero ver.

Jack se marchó.

Me recosté en la camilla mirando hacia el techo mientras una de mis manos se posaba en mi vientre. Lentamente mi rostro rígido fue sometido por la tristeza y mis cejas se fruncieron al igual que mis labios, las lágrimas se apoderaron de mí.

Me quedé dormida mediante el llanto. Unas caricias en mi brazo me despertaron.

Giré mi rostro para observar a quien las estaba emitiendo.

Era Charly.

Lo observé sin decir nada, tragué saliva y el dolor se volvió a apoderar de mi.

Yeimy: - Lo perdí,  Charly - susurré en un hilo de voz mientras sentía que en mi pecho había un nudo.

Charly

Me acerqué hacia ella y le dejé un beso en su frente. La miré fijamente a los ojos y suspiré.

Charly: - Yo sé que no hay nada que yo pueda decirte para que te sientas mejor. Pero yo estoy acá contigo y te voy a ayudar a llevar esto, te lo juro - dije sosteniendo su mano. - Te amo - dije para volver a besar su frente.

No dijo nada, solo dejó que todo ese dolor que acumulaba, saliera y poco a poco sus mejillas se pusieron húmedas por las lágrimas que salían.

Charly: - Te juro que haría lo que fuera para que no pasaras por esto - dije acariciando su cabello mientras observaba sus ojos.

Mordió sus labios con una sonrisa irónica mientras sus ojos reflejaban el dolor que había en su interior. Se cubrió el rostro con las manos y bufó.

Yeimy: - No tengo ganas de nada - dijo con la mirada perdida.

Charly: - No digás eso princesa - sostuve su mentón.

Yeimy: - No es justo - dijo negando con la cabeza. - No tuve tiempo ni de asimilar las cosas.

Me recosté junto a ella, dejé que descansara en mi pecho mientras la abrazaba.

Los días pasaron, Yeimy salió del hospital. Una psicóloga la estuvo visitando y yo estuve con ella en todo momento, no podía dejarla sola. Jack se había ido para Puerto Rico, para que Yeimy procesara lo que había sucedido, le dejó la casa y allí la iba a visitar cada que podía, porque estaba camellando duro y también estaba transitando los papeles de Vane.