Capítulo 8: Antes de la batalla

308 46 7
                                    

Había pasado más de un año desde aquella noche. En aquel entonces apenas tenía poco más de 17 años y no comprendía el mundo que lo rodeaba.

Incluso ahora, después de tanto tiempo, podía verse asimismo de pie en aquel techo, frente al Séptimo. El rostro de éste último lucia afligido y un tanto dolido, no había una sonrisa en él.

Podía recordar el frío helado atravesando su pecho y como el cielo parecía tornarse más oscuro a cada instante. En aquel momento sólo pensaba en el Séptimo y en lo mucho que le dolería no verlo más.

Pero no había otra opción. Luego de haber hecho aquello, ¿cómo podría seguir compartiendo el mismo techo que el Hokage?

Nunca nadie se había preocupado tanto por él y ahora lo perdería todo por culpa de una idiotez. Ni siquiera sabía por qué lo había hecho. Sentía mucho cariño por el Séptimo, así que tendría que quererlo como a un padre, además siendo hombres... realmente no comprendía por qué había hecho "aquello", ni porque su cuerpo había reaccionado de aquella forma, todo era muy confuso.

-Kawaki...-
-me iré-
-¿Qué?-sorprendido.
-no necesitas decirlo y...-
-oye... sólo iba a retarte un poco por dejarnos atrás a Boruto y a mí-sonriendo.
-¿Qué dices?...-en tono bajo. Mirando al suelo.
-vivimos en la misma casa... creo que volver juntos es lo más correc...-
-¿estás jugando conmigo?-frustrado.
-claro que no...-
-¿entonces por qué actuas como sí no hubiera ocurrido nada?-sobresaltado.
-Kawaki espera...-
-¡no!, ¿por qué...?-

Antes de que pudiera arrojar su pregunta, Naruto lo rodeó con su brazo y lo apretó contra su pecho. La respiración del Hokage era tranquila y su calidez abrazaba al joven.

Lentamente, la respiración de Kawaki se calmó y comenzó a reincorporarse. Debía pensar racionalmente y actuar de la mejor manera posible. No quería irse lejos del Séptimo, entonces ¿por qué no ignorar todo?

Fue ese el momento exacto en que Kawaki decidió dejar de lado aquellos sentimientos. Apenas llevaba un año con los Uzumaki pero se había encariñado con ellos y no quería perderlos. Aunque mejor dicho, no quería perder al Séptimo.

Cerró sus ojos, respiro profundo y se juró asimismo no volver a hacer lo que había hecho en las aguas termales. Se obligó a dejar de mirar al Séptimo a los ojos, para evitar cualquier pensamiento de acercarse más.

-Kawaki... ¿Cómo te sientes?-preocupado.
-nunca estuve en un centro de aguas termales... creo que el vapor me hizo mal... sólo quería tomar aire-
-descuida... no debes esforzarte-

Naruto corrió los cabellos del chico con ternura y deslizó sus dedos por el suave rostro de Kawaki. Los ojos del muchacho comenzaron a titilar, se emocionó levemente al ver como el Séptimo lo observaba con cariño.

-Kawaki...-
-¿sí?-
-no falta tanto para que cumplas 18, ¿no?-
-no estoy seguro... pero creo que me gustaría tenerlos pronto-
-todo a su tiempo-sonriendo.
-Séptimo yo...-

Incluso ahora, Kawaki podía verse asimismo en aquel techo a punto de expresar todos sus sentimientos, sin ningún tipo de filtro. Sus ojos se clavaron en los ojos azules de Naruto que lo miraba como sí esperase que fuese el chico quién diera el primer paso.

-Séptimo... nunca nadie se preocupo realmente por mi y...-
-Kawaki eres un gran chico y mereces ser muy querido...-
-¿un chico...?-sonrió con cierta tristeza.
-bueno, no haz llevado la vida de uno y es por eso que me gustaría que tengas otras experiencias...-
-ya no soy un chico-
-...-
-Séptimo, quisiera preguntarle algo..., ¿me dejaría be...?-

Los ojos de Naruto se abrieron de par en par, quizás anticipando la pregunta. Pero aquella interrogante no obtendría una respuesta.

El cielo se iluminó violentamente y una luz verde agua se robó la noche. Algo sobrevoló por encima de ambos hombres. El Séptimo se arrojó sobre el chico de cabello bicolor, protegiendolo de aquel ataque fulminante.

Kawaki miró horrizado la sangre del Hokage cayendo por su rostro. Su cuerpo se paralizó ante tan terrible situación.

Naruto abrazó al joven y tomándolo entre sus brazos lo alejó del lugar. En apenas unos segundos invocó 50 clones de sombra para que averigüen lo que estaba aconteciendo.

Llevo a Kawaki a un lugar seguro y sin darle muchas vueltas al asunto, arrojó:

-ve a casa, lleva a Hinata y Himawari a un lugar seguro. Me ocuparé de Boruto y los demás. Me temo que sean los Otsutsuki y no hay tiempo que perder-
-¿los Otsutsuki?, pero cómo...-
-por favor... sólo ve a casa-sonriendo.
-Séptimo, ¡estás herido!, no voy a dejarte ir sólo-
-por favor Kawaki... ve a ayudarlas-
-quiero ayudarlas pero tu...-preocupado.
-por favor... cuento contigo-acariciando el cabello del chico.
-¡no quiero que te hieran!-corriendo la mano vendada de Naruto.
-¡pero...!-
-¡déjame ir contigo!-
-¿no lo entiendes?, ¡sí permaneces aquí no podré luchar tranquilo!-
-...-
-sólo vete... por favor...-abrazo al joven y se alejó de él.

Kawaki apretó su puño lleno de ira pero la preocupación que sentía por el Séptimo era mucho mayor. Sin más nada que poder hacer, el joven se alejó del lugar con rumbo hacía su hogar.

Al mirar hacía atrás, vio al Hokage que tras pedirle ayuda a los biyuus, se encontraba listo para combatir.

La sonrisa del Séptimo fue lo último que logró ver antes de que las violentas luces verdes cegen su campo de visión

Hoppsan! Denna bild följer inte våra riktliner för innehåll. Försök att ta bort den eller ladda upp en annan bild för att fortsätta.

La sonrisa del Séptimo fue lo último que logró ver antes de que las violentas luces verdes cegen su campo de visión.

Con la intención de llevar a Hinata y Himawari a un lugar donde puedan estar a salvo y regresar pronto, corrió lo más rápido que pudo. Tal vez podría protegerlas y luego ir hacía donde se encontraba el Séptimo.

Llegó al hogar, las puertas y ventanas estaban abiertas. Por primera vez, sintió un gran temor. Subió desesperado las escaleras y encontró a Sakura utilizando su jutsu médico sobre Hinata.

Su corazón se sintió oprimido, no quería que nada malo le pasará. Ayudo a Himawari a correr algunos escombros y apenas la sucesora de los Hyuga abrió los ojos, escaparon de allí.

La mujer de cabello rosado, los guió hasta el hospital. Le indicó a Kawaki como atender las heridas de Hinata y comenzó a prepararse para la batalla.

-¿realmente irás?, quédate con ellas... yo iré a pelear-
-no hay muchos ninjas que puedan utilizar ninjutsu médico, debo ir-
-¿Qué hay de Sarada?, no la esperaras...-
-ella probablemente ya esté allí-
-entonces, ¿seré el único idiota que no vaya a pelear?-
-debes ayudar a Hima-chan y a Hinata... el estado de Hina... es delicado-
-...-preocupado.
-no te preocupes... Naruto también está allí, él seguramente derrotará al enemigo-
-¿y sí el enemigo es muy poderoso?-
-entonces estaré allí para ayudarlo...-
-realmente te preocupas por él, ¿no?-
-¿hablas de Naruto?-
-¿Qué significa el Séptimo para ti?-
-¿Qué clase de pregunta es esa?-sonriendo.

Antes de que pudieran continuar con la conversación, Ino entró a la habitación, trayendo consigo a Sasuke que se encontraba herido. El rostro de Sakura se entristecio y lleno de preocupación.

-¡rápido Ino!, recuestalo y ayúdame a atenderlo-

Kawaki dejó la habitación, aprovechando la situación. No podía dejar al Séptimo sólo después de todo. Necesitaba volver a verlo, tenía que terminar su pregunta. Quería escuchar una respuesta sin importar cuál fuera...

La Distancia Entre NosotrosDär berättelser lever. Upptäck nu