La Distancia Entre Nosotros

Capítulo 33: Sombra

Mientras la extraña figura que había destrozado la puerta del jardín, se perdía entre los nubarrones, los amantes corrían a toda prisa. Aún había mucho por decir, pero el peso de la separación, los hacía olvidar cualquier asunto trivial.

Sin ser vistos por nadie, durante su huída, llegaron al departamento del joven. Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer, dándoles una excusa a ambos para esconderse del mundo.

Una vez más, el hombre de mirada tranquila, se encontró en su antiguo hogar. Éste lucía perfectamente ordenado, al punto de que parecía no haber estado habitado las últimas semanas. Al notarlo, Naruto sonrió, pensando en lo dedicado que era el joven, incluso con la limpieza.

-bienvenido...-susurró el muchacho.
-gracias... estoy en casa-sonriendo.
-p-puedes tomar lo que gustes...-
-gracias...-
-...-

Sin decir una palabra, el atractivo hombre de ojos azulados, abrazó al joven, pegando su pecho contra la ancha espalda de éste. Un escalofrío recorrió el cuerpo del chico, que podía sentir el miembro de su querido Séptimo, golpeándolo.

Giró su cabeza para besarlo, mientras las veloces manos de Naruto lo acariciaban. Afuera se escuchaba finalmente, el estallido de la lluvia. No quería perderse tan rápidamente pero no podía evitarlo, el calor de su amante lo envolvía por completo.

Kawaki podía sentir como la tensión aumentaba entre ambos y como su cuerpo se calentaba con cada caricia. Ya no podía aguantar más el inmenso deseo de penetrar la suave piel de su amado. Lo deseaba tanto que ya no podía contenerse más. Se había vuelto adicto a su adorado Séptimo.

-Séptimo... ¿está bien que estés aquí?-
-no-
-¿qué?-preocupado.
-no me llames así...-
-eh...-
-di mi nombre-
-pero...-
-por favor...-agitado.
-Na... Naru...-
-...-

Antes de que pudiera decir el nombre del hombre que lo observaba suplicante, el joven de mirada profunda, sintió como sus labios eran sellados suavemente. Apenas probó el sabor de la boca de Naruto, hundió su lengua dentro y comenzó a besarlo apasionadamente.

El hombre de ojos azulados, continuó besando al joven hasta que sin darse cuenta comenzó a acariciarlo. Con una mano recorría su pecho y con la otra lo abrazaba, llevándolo contra su cuerpo.

Extasiado, Naruto llevó su mano hasta el miembro del chico y comenzó a frotarlo sobre la ropa. Kawaki comenzó a jadear suavemente lo que hizo que su compañero se ruborizara y empezara a jugar con su falo por debajo de la delgada tela.

Naruto continuó jalando el miembro del atractivo joven hasta que esté tuvo una erección. Seguidamente, Kawaki se dio vuelta, quedando ambos hombres frente a frente.

Guiado por sus instintos, el muchacho de cabello bicolor cubrió la boca de Naruto para que éste no gritara y con la mano libre, tomó su falo. Comenzó a acariciarlo frenéticamente, hasta que el miembro de su querido Séptimo se endureció por completo.

Continuó besando al hombre que tanto lo enloquecía, hasta que ambos acabaron sobre las blancas sábanas del muchacho. El hombre de ojos azulados tragó su saliva con desesperación, no podía contener sus emociones. Aquel muchacho que lo acariciaba con esmero, despertaba su deseo.

Sus ropas empezaron a caer y sus dedos comenzaron a tomar más piel. Podían encontrarse en el calor del otro. Desvistiéndose el uno al otro con premura.

Sin poder contenerse más, Kawaki se recostó sobre el atractivo hombre que lo miraba expectante. Acarició su rostro enrojecido y lo besó tiernamente.

-Séptimo...-
-Kawaki...-
-eres lo más importante para mí-
-...-

Con la yema de sus dedos, Kawaki presionó y recorrió los labios de su amado. Relamió los suyos y humedeció sus yemas en ellos. Luego introdujo suavemente su pulgar en la boca húmeda del hombre de cabellos dorados.