Capítulo 24: Coraza

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La mirada triste de Naruto, era lo último que el joven de cabello bicolor quería ver. No quería herirlo pero tampoco quería verlo en los brazos de otro hombre. Sentía mucha rabia e impotencia... quería lastimar al Kazekage pero temía que eso hiciera que el Séptimo lo despreciara.

No comprendía ese sentimiento, nunca antes lo había sentido o tal vez no con esa intensidad. Nunca antes había sentido miedo de perder a alguien porque nunca antes había tenido a alguien por empezar.

Mientras Kawaki se alejaba del lugar, tratando de comprender sus emociones, el Kazekage, dejó escapar una pequeña risa y se fue del hospital. El joven de mirada enfurecida, intentó ignorarlo, aunque por dentro sentía como su sangre hervía. Quería golpearlo pero sabía que eso empeoraría aún más la situación.

Por su parte, Naruto se derrumbó en aquel bello jardín. Su cabeza daba vueltas, cientos de recuerdos que había olvidado, comenzaron a golpearlo y herirlo profundamente.

Podía recordar estar frente a Gaara, ver sus ojos grises y perderse en ellos. La mano pálida del joven acariciando su rostro y sus delgados labios acercándose a los suyos. Esa imagen parecía un recuerdo muy lejano, aunque tal vez, sólo fuera un sueño que había olvidado y ahora lo creía real.

Se encontraba muy confundido al respecto y no sabía a quien acudir. Después de todo a quién podría preguntarle sobre sus recuerdos. No podía preguntarle a Gaara directamente, porque después de aquel beso, ya no sabía cómo tratar con él sin avergonzarse.

Naruto respiro profundamente y se sentó contra el gran árbol que sobresalía en aquel hermoso jardín. El césped, las rosas, los adornos florales, la fuente, todo lucía precioso allí, como sí hubiera sido cuidado con mucho esfuerzo.

Hacía mucho tiempo que no pisaba el césped fresco, ni se acostaba mirando el cielo azul. Por supuesto que quería recuperarse pronto y poder defender a Konoha junto a sus compañeros, pero una parte de él, estaba cansada de tantas máquinas y medicamentos. Los tratamientos, la fisioterapia, los médicos entrando y saliendo, pasar la mayor parte del día recostado en una cama de hospital... todo eso, por más que fuera necesario, por momentos lo agotaba.

Era en esos momentos que deseaba caminar en un lugar tranquilo como aquel jardín. Era en esos momentos que extrañaba conversar con algún amigo sobre cosas sin importancia o sobre la vida misma.

El atractivo hombre, dio un último suspiro largo y profundo. Tratando de no pensar más en cuestiones que lo angustiaban, cerró sus ojos y se dejó caer contra aquel árbol. Su respiración se tranquilizo poco a poco, hasta que quedó profundamente dormido.

Kawaki por su parte fue en busca de Inojin y le pidió permanecer cerca del Séptimo para no dejarlo desprotegido. Después de un largo tiempo de prácticamente vivir allí, dejó el hospital, pese a no querer hacerlo. Tenía que encontrar respuestas.

El joven de cabello bicolor, salió corriendo entre los edificios, creyendo que no sería visto por nadie. En su ceguera inocente, no se percató, de que era observado por el hombre de cabello color fuego, desde la terraza del gran hospital.

Apenas su silueta se desdibujo, alejándose por completo del lugar, el Kazekage, se dirigió hasta las delgadas puertas del jardín. No podía esperar más para volver a ver a su querido Naruto.

En medio de la Quinta Gran Guerra Ninja, lucho a su lado fervientemente, no sólo para terminar con los combates y detener al enemigo, sino para proteger a Naruto. Aquella última batalla, jamás la olvidaría.

El último Otsutsuki, era tan poderoso que sólo el héroe de Konoha podía hacerle frente. Ningún otro ninja podía enfrentarlo aunque quisiera.

El había combatido a otro de los temibles enemigos, junto a Sasuke, por lo que se encontraba muy debilitado. Los hijos de Naruto, habían comenzado a pelear entre sí, sin ninguna razón aparente y todo parecía sumergido en caos.

La Distancia Entre NosotrosWhere stories live. Discover now