Barrotes

30

Lo costo trabajo encontrarlo, tuvo que sobornar a un par de guardias para conseguirlo de vuelta para lo tiene de nuevo, su anillo de matrimonio adornando se dedo corazón ¿Aúnque siempre fue asi de feo? toda la belleza de la joya se desvaneció cuando perdió a su pareja, ahora solo queda el insignificante valor monetario. ¿Cuando la felicidad se volvia tan efimera? ¿En que momento el Tensó de Sandró se volvió tan escasa? Sonrió riéndose de si mismo, tal vez lo mas patético del asunto no sea eso, tal vez lo más patético del asunto sea, que se convirtió en uno de esos hombres que suplica y se humillaria por un poco de amor, de aquellos pobres diablos de los que se solia burlar.
Se acabó ¿Porqué debe ser uno de ellos? Suficiente si Sandró no lo quiere, que se joda. Se quitó el anillo, se levanto de la cama de su celda y lo dejo caer en el inodoro, Bajó la palanca, eso es todo, las pupilas de sus ojos se movieron junto con el anillo al dar vueltas en el agua del retrete

—¡Mierda!—Se agachó arrepentido
Metió sus manos adentro del retrete y tomo el anillo antes de que bajara por la alcantarilla—¡Maldita sea!

—¿Que esta haciendo señor?—Preguntó José entrando a su celda—¿Porqué tiene sus manos adentro del inodoro?

—Estoy jugando fingiendo que mis manos son barcos, para quemar tiempo en prisión

—¿En serio?

—Pos supuesto que no imbecil, no captas el sarcasmo—Se levantó y abrió el grifo del pequeño lavamanos, para lavar la joya—Recuperaba mi anillo de matrimonio, lo arrojé adentro

—¿Porqué lo arrojó adentro?

—¡No lo se!—Restrego la joya—¿Ahora que nesesitas?

—Querio saber si hay una posible manera de escapar, estuve platicandolo con Cristian

—Adelanté no nesesitan mi aprobación, cuando vuelvan con sus esposas y familia, les mandaré una postal de Jodete

—Se que estas pasando por un momento difícil, pero entre mas tiempo pasa mas dificil sera

—¿Al menos tienes algo pensado?

Se rascó la nuca—Hay personas que están solo para recibir órdenes y otras para ejecutar el plan

—Responde la pregunta

—¿Un túnel?

—¿A poco se creen el chapos o qué? A ver te escucho

—Hubo varias casos igual y les funciono

—Una mierda—Interrunpio—Primero no sabemos si hay sótano y si lo hubiera, esta prisión es impenetrable, ya me asegure de ver el parorama  ¿Y si quiera sabes que hay bajo tierra? Tuberías millones de Tubería ¿Y sabes que tienen las tuberías? No solo tiene agua, si con una pala rompemos una tubería de gas y hay un encendedor cerca ¿Te imaginas que pasa verdad?

Tensó sus labios—ahora me siento estúpido

—Lo eres—Lo Corrigio. Saco el anillo del lavamanos y lo coloco en el dedo corazón de la mano derecha—Podrias dejarme solo con estoy hablando con mi miseria

José se cruzo de brazos—Lo olvide hay un Capo del narcotrafico aqui adentro, deberia tener cuidado después de todo no se ha formalizado una Tregua

—Si, si, como sea también mandales un Jodete de mi parte. ¿Sabes una cosa? No me interesa

La puerta de la celda fue golpiada por los nudillos de el pequeño hombrecito, Edmond al ver a el pequeño recluso alzo una ceja esperando una respuesta por irrumpir en su celda

—¿Que nesesitas mocoso?—Dijo jose observando a el azabache

Miguel apretó sus labios—¿Tu eres Edmond verdad? Algo le pasa a Sandró.

Tal vez es un tipo de Karma o una ironia del destinó, tráfico casi una tonelada de heroína, a Edmond nunca le importo una mierda que podia causarle a sus clientes, le da completamente igual las consecuencias solo importa la plata en el mundo del narcotrafico, los clientes fijos son adictos de camino al panteón y los clientes casuales tienen que volverse adictos para mas eficacia.
Pero al ver a Sandró en el suelo de los baños de la carcel con los ojos rojos, arrodillado y ido completamente, toda la maldita culpa que no sentio en años apareció

—Sandró—Tomó entre sus manos el rostro de el rubio—¿Sandró?—Deslizo sus pulgares a sus parpados y los Estiró no parece circular sangre ahí—¿que hiciste?

Sandró cerro sus ojos y cayo sobre el pecho de Edmond parece inconsiente

—¿Tiene una sobredosis?—Pregunta Miguel preocupado afuera del cubículo—No respondia a mis palabras y me asuste—Se asomó en el marco de la puerta

—¿Deberiamos llevarlo a enfermería?—Dijo José—Si es una sobredosis, su corazón se puede parar y pues ya saben

—No—Dijo Edmond—Si llegara a tener una sobredosis, no tendría idea de lo que yo seria capaz de hacer—Tomó el cuerpo del rubio en sus brazos y lo saco del cubículo—Llevarlo a la enfermería es mala idea, solo van a interrogarlo y intimidarlo para sacarle información de que le vendió la heroina

—¿Entonces esperamos a que pase el efecto?—Dijo Miguel

—De 8 a 12 horas dura el efecto de la heroina incluso las 24 horas seguidas no debemos permitir que los guardias se enteren ¿Desde cuando esta asi?—Dijo Edmond

—Toda la semana la paso envuelto entre las sabanas, lo lamentó yo solo pensé que estaba dormiendo

Edmond. Tomó el rubio y lo dejo debajo de una de los duchas, tomo sus brazos y noto los notarias marcas de agujas, la sangre seca y les hematomas verdes y morados en su palida piel

—Vaya mierda—Dijo José —¿Que hacemos? Llevarlo asi a su celda al frente de los guardias, no puede ni mantenerse de pie

—Yo le llevare—Dijo Edmond—si lo notan buscare una forma de que no hablen—Tomó la cabeza del rubio y la Pegó a su pecho—¿Podrian dejarme a solas con mi esposo?

José ni si quiera protesto, Miguel lo siguió dandole un último vistazo a su amigo

Sandró entre abrió sus ojos, su cuerpo esta muy pesado para moverse por si mismo

—¿Si quieres puedes hablar?—Edmond tomó su rostro de nuevo—¿Puedes hacerlo?

Cerro sus ojos, bulbucio algo entre sus labios apenas puede entenderse—No me veas

—¿He?—Acaricio el pómulo de la mejilla de el rubio con su pulgar—¿Como?—Sonrio—Ya lo recuerdo, odias que te vea Feo, te avergonzaba que te viera enfermo o demasiado desarreglado ¿Incluso drogado me reconoces? Aunque probablemente no te acuerdes despues—Abrazó a el rubio—Prometo que esto no volverá a pasar