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Dejar los malos hábitos, empezando por el cigarrillo, el sexo violento, dormir temprano y Edmond, dejar a Edmond en general, por supuesto que se merece ésto, pero no lo quiere

Miguel coloco su bandeja sobre la mesa del comedor, justo al frente de Sandró, lo mostró una pequeña y dulce sonrisa—¿Estas bien?

—¿Me veo bien?—Respondió

Miguel entre abrio sus labios, por supuesto que se va mal, tiene cara de que pasó toda la noche llorando—No, te vez muy mal

—Entonces para que preguntas si ya sabes la respuesta—Apartó la bandeja de comida

—¿Es david? o ¿Edmond?

—Es una mezcla de todo, david no he despartado desde ayer y eso es demasiado me preocupa que no despierte y siento jodida culpa por eso y Edmond mejor no hablemos de él, para terminarlo tengo que hacer algo

—¿Que cosa?

—No es nada—Desvío su mirada hacia el pasillo del comedor, ahi viene su tercer problema, aquel homicida de gran pesó se detuvo al frente de la mesa de los dos reclusos, a su lado hay dos hombres al parecer son sus perros falderos, el enorme tipo miro al rubio esperando una señal de desafío

Miguel se voltió al sentir la presencia de los reos—¿Que quieren?—Frunció el ceño—¿Que no se cansan de molestar?

—Miguel largó—Dijo Sandró

—No voy a dejarte solo con ellos

—Me quieren a mí, te dije que largó

Miguel fruncio el ceño—Bien—Tomó su bandeja y se levanto molesto , se dirigió a una de las mesas de atrás

El rubio coloco sus pies sobre la mesa del comedor mostrando cero respeto hacia el imponente tipo—¿Cual es tu puta obsesión conmigo?—Le dijo al gordo

El recluso obeso se sentó al frente del rubio—No me interesan los hombres, pero eras la perra de Edmond el y yo tenemos asuntos muy personales

—¿Porqué realmente me incumbe? Arreglen sus cosas de Narcos en otra mesa, yo no tengo nada que ver

—Mi esposa tampoco tenía nada que ver

Alzo una ceja—No entiendo nada

—Unos años atras, probablemente antes de que tu conocieras a Edmond. mi morenita hermosa, la unica mujer que amé con toda mi alma, me puso unos cuernos enormes, Edmond pudo meterse con mi cocaina, con mis hombres, con mi dinero, pero si te metes con la perra de otro narco estas en serios problemas

—Que poético—Dijo con sarcasmo—Entonces vaz a hacerlo sufrir de la misma forma en la que el te hizo sufrir, no creo que a Edmond le interese lo que me pase, violarme y sodomizarme no te serviría de nada

—Eso la veremos

Suspiró—Si me acuesto contigo por mi propia voluntad ¿No me mataras?

Mostró una sonrisa—¿Asi no más? Vamos eso no es divertido, no seas tan fácil

—Ayer hice algo vergonzoso para que Edmond regresara conmigo y no sirvió de nada, siento tanto asco de mi mismo que me doy nauseas, David esta en la Enfermaria y no despierta por mi culpa, amenazas con asesinarme ¿Que mas quieres que haga? si abrir mis piernas para ti soluciona mis problemas es un precio bajo a pagar

—¿Donde lo quieres? Los guardias suelen ser menos los fines de semana a la hora del almuerzo

—En el sótano en las calderas, sábado mañana está bien—Se levanto de la mesa.

Se dirigió afuera del comedor un par de guardias lo revisaron antes de dejarlo salir, camino en dirección a su celda, sabía que Edmond lo seguiría mostró una sonrisa juguetona cuando bajo la mirada y reconoció sus brazos  rodeando su cintura—Que romántico—Edmond arrastrado a el rubio adentro de la celda, apoyo su cuerpo contra una de las paredes de ladrillo

Alzo su cabeza y le mostro una expresión de descaro al de rastras

—¿Que carajos te dijo, Sanches?—Apoyó sus manos a cada lado de la cabeza del rubio

—No voy a asesinar a nadie, que me salve dios de transformarme en un moustro como tu, voy a salir de esto a mi manera, el solo quiere acostarse conmigo pues eso tendrá

Frunció el ceño—Cuando el resto se enteré van a ir detras de ti y será difícil quitarte la fama de puta ¿Que te asegura que todo acabé ahí? No eres una puta

—Cierto no soy una puta, soy tu muñeca, bueno era tu muñeca—Mordió sus labios—Que ironico Sanches me dijo que si me follaba eso te molestaría, tiene razón—Sonrió—¿Celoso?

Apreto su Mandibula—Tu solo estas haciendo eso para joderme, por lo de ayer ¿No?

—¿Y? Te jode, entonces debería acostarme con toda la puta carcel, podría cobrar muy bien y todos querían probar lo mismo que tu ¿Porqué te molesta tanto? ¿Aun me amas verdad?

Se Inclinó acercando su rostro a el del rubio—Ni quiero que hagas eso es todo, simplemente no me lo perdonaría si te dejó hacer éso

—¿Porqué aun sientes algo por mi?

Edmond frunció su entrecejo—¡¿Cual es tu puto problema?!—Empujo el cuerpo del rubio contra la pared—Si estoy contigo me desechas, si no estoy contigo quieres regresar solo para desecharme otravez—Apreto sus dientes

—Vaya estas molestó—Alzo sus cejas—No te habia visto asi ¿Que te inrrita? Que otros me toquen, que ya no tenga "Propiedad de Edmond" tatuada en la frente

Tomó el rostro del rubio entre sus manos—Presisamente éso—Deslizó sus dedos pulgares por las mejillas del rubio—Que voy a hacer contigo—Inclinó su cabeza y metió su nariz en el cuello del rubio—Que hago para que podemos estar bien

Sandró deslizo sus manos hacia las rastras rubias de Edmond, acaricio su cabello—Te amó—Cerro sus ojos y se perdió en la sensación—Te amó—Repitió

Edmond respondió de forma agresiva clavando sus dientes en el cuello del rubio, como si fuera un lobo cazando a su presa

Carajo como duele—Sonrió—Cuidado—Entre abrio sus labios solto un suspiro—Dios—Cerro sus ojos salieron un par de lagrimas, se siente como si Edmond hubiera tomado un enorme bocado de su piel

—Me hiciste enfadar—Paso su lengua por la herida que dejo en su cuello, se alejo para ver el rostro del rubio—Mírate—El rostro de Sandró esta sonrojado y sus orejas rojas, hay una gota de saliva escurriendo por su barbilla—Maldito pervertido—Limpió la comisura de sus labios su pulgar—Esta babiendo como un perro

—Te amó—Tomó la mano de el de rastras y la froto contra su mejilla como un felino pediendo caricias—Yo se que tú aun me amas a mí, voy a recuperarte y no perderte jamás—Extendio sus brazos rodeando el cuello de mayor, se colocó de puntas de los pies para alcanzarlo—Soy tu marido, si no quieres que sea del resto vuelve a reclamarme como tuyo

Apretó sus labios—Eso se llama manipulación emocional, sabes que jamás permitiria que seas el baño público de esos bastardos

Párpadio un par de veces, tomó una de las rastras de Edmond y tiro de ellas hacia abajo para atraerlo hacia el y robarle un Besó, cerro sus ojos y Sonrió de alegría sobre los labios del mayor, lo amá demasiado, lo adora con todo su ser, no quiere volver a perderlo ¡No va a perderlo!

No nesesita a un hombre "Bueno" porqué tampoco el tampoco lo es

BarrotesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora