Kim Taehyung Mí Pequeño Pervertido

Veinticuatro

El día estaba muy frío, tan frío que a sus dedos les costaba marcar las teclas para enviar la dirección a Hoseok.

Tomando un poco de aire la joven se quedó en el patio de su lujosa mansión. No recordaba cuándo había quitado el columpio que su padre había construido cuando ella era niña. La casa de los pájaros seguía ahí, en el mismo lugar intacta.

 Extrañaba mucho a sus padres sobre todo a su madre que mantenía el jardín con flores las cuales ahora estaban marchitas por el frío invernal.

 El camino de piedras aún lucía igual. Ese camino llevaba a un jardín donde flores invernales florecían cada año. La banca de madera que su padre construyó aún seguía ahí y la dedicatoria que decía "Por siempre" aún se leía a la perfección, hacía tanto que no iba al jardín que todo le causaba nostalgia .

 El sonido de la notificación de su celular  capturó su atención, recibiendo la asistencia de Hoseok  que en media hora llegaría a casa.

 Volviendo hacia adentro quitó sus botas y las dejó afuera . Taehyung tomaba su merienda en la mesa de la cocina mientras jugaba ajedrez con Bang . Se había vuelto tan bueno en eso que incluso podía ganarle a ella.

 -Buenas tardes Bang- saludo al anciano

 - Buenas tardes señorita

 - Pequeño en media hora viene Hoseok se amable porfavor

  - Si mami, lo prometo- está vez decía la verdad, quería complacerla en todo

  - Muy bien amor, iré a cambiarme la ropa- salió sin esperar respuesta

 Habían pasado treinta y cinco minutos cuando el timbre de la casa sonó. Taehyung corrió hasta la puerta y abrió encontrando a un hombre que con cara sonriente movía su mano en señal de saludo

  -Hola- Saludo el jovencito

  - Hola, Lhea está?

  - Mami está arriba, Maamiii!!!!- gritó llamando a la chica- Tu quien eres?

  - Soy Hoseok tu debes ser Taehyung

  - Si soy yo, mí mami me habló de ti, dijo que ibas a ser mí compañía todo los días.

   - Eso es cierto- dijo con una enorme sonrisa mostrando su blanca dentadura 

 -  Ho ... ¡Genial! ¿Sabes jugar ajedrez?- fue aceptado por Taehyung al instante 

  - Si se y soy bueno en ello- dijo muy presumido

  -Pues yo también lo soy, le he ganado a el señor Bang incluso a mami- a Taehyung le caía muy bien Hoseok a pesar que recién lo conocía- Ven, te mostraré el ajedrez que mami me regaló- tomó la mano de su cuidador y lo llevó a la sala donde se sentaron en los cojines que estaban por el suelo. 

  El sonido de los tacones en el mármol resonaban por el pasillo llamando la atención de Hoseok. Dirigió la mirada hacia la puerta donde Lhea cruzaba viendo a su pequeño que concentrado no se dio cuenta de su presencia. 

  

-Veo que ya se conocen- dijo feliz de ver a ambos jugar

-Sí señorita, Taehyung es muy bueno en el ajedrez

-Lo es, él es un jovencito muy inteligente- dijo acariciando su cabello

-M-mami mira estoy jugando con Hoseok, él es muy divertido- dijo sincero 

-Woow Hoseok le has caído bien, generalmente Taehyung se aleja de la gente

-Simplemente congeniamos

- Y qué dices? ¿Te quedas con nosotros?

- Me quedó- Taehyung ya tenía un cuidador 

-Ok , este es el contrato firmarlo y comienzas el lunes a las 12:00hs cuando mí pequeño salga de la escuela.

Hoseok firmó los papeles, se despidió de Taehyung y se fue.

Lhea estaba feliz porque su pequeño se había portado muy bien.

Tomo su rostro y los llenó de besos

  -M-mami mami para- luchaba con la feliz muchacha que llenaba su cara de lápiz labial.

  -Estoy muy feliz cariño, te has portado muy pero muy bien

  -Lo prometí- tomando su mano para besar sus nudillos

  - Mereces un premio, ¿qué quieres?

  - M-mami y-yo quiero- trago duro,había algo que desde la mañana quería pero no podía obtener.

  -Amm entiendo lo que quieres. Qué te parece si vamos a mí habitación y vemos películas toda la tarde? - propuso cambiando de tema

  -Bueno mami como tu quieras -salió corriendo gritando- ¡El último lava los platos!

  -Hey eso es trampa!- gritó corriendo tras Taehyung, que escondidos detrás de la puerta salió asustando a Lhea. El joven la cargo como costal de papas y salió corriendo escalera arriba con ella a acuesta mientras la joven reía divertida por qué su pequeño de 16 años era tan fuerte que no creía que esa sea su verdadera edad