Las primeras veces: el primer amor, el primer beso, la primera cita... Siempre hay una primera vez para todo, a veces con la persona adecuada, a veces no. Algunos creen que, si encuentras a quien amas, vives todo como si fuese la primera vez, aunque...
Antes de comenzar, me gustaría darle las gracias a B-B0RED, que me ha ayudado con todo esto. De verdad muchas gracias bubu, eres la mejor🌻💛.
Los gráficos de este libro están hechos por la increíble TheHellishBitch ✨✨ Son tan hermosos, es una diosa🛐🛐🥺.
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A Sero nunca le había gustado su kosei. Desde que sus codos se volvieron raros tuvo un complejo demasiado grande con ellos, y durante varios años solo había usado camisetas de manga larga. Además, ¿de qué servía que expulsase cinta? Así no podía ser un héroe.
No fue hasta que conoció por la televisión a un superhéroe de Estados Unidos que lanzaba telas de araña desde sus muñecas, que pensó que su kosei podía no ser tan inútil. Desde entonces se motivó más a sí mismo para estudiar y fortalecer su poder. Le costó muchas heridas, a veces llegaba a un punto que le dolía demasiado seguir sacando cinta, pero se forzaba a entrenar hasta que su madre le detenía.
Empezó a soñar con ser un héroe, y poco a poco confió un poco más en que lo lograría. Investigó sobre muchas academias, pero su favorita siempre fue la U.A., y se propuso entrar en ella. Entrenó cada vez más a medida que el examen se acercaba, no quería perder su oportunidad.
El día llegó y por suerte la prueba teórica fue fácil para él, después de todo, había estudiado bastante para poder obtener una puntuación lo más alta posible. Sin embargo cuando comenzó la parte práctica del examen, su seguridad se esfumó por completo. No sabía cómo podía romper robots con cintas, podía atraparlos pero se suponía que debían destruirlos.
Le costó bastante poder vencer a los robots, viendo que varios de sus compañeros de área eran mucho más rápidos. Estaba seguro de que no entraría, ellos mataban a más robots que él, pero no quería rendirse tan fácil. Se mantuvo en el transcurso del examen tratando de acabar con todos los contrincantes posibles, aunque pronto llegó a su límite.
Por suerte para él, la prueba terminó minutos después, y pudo salir del campo con los demás. No estaba contento con el resultado que había tenido, pero esperaba que al menos sirviese para entrar, aunque fuese de los últimos.
-Maldito kosei inútil... podrías al menos lanzar algo que no fue cinta. Al menos así me haría fuerte.
Movía sus codos dolorido, notando que los músculos de sus brazos estaban totalmente entumecidos. Se había forzado demasiado en la prueba y había llegado más allá de su límite. Siguió murmurando maldiciones mientras salían, pero pronto se sintió observado. Un escalofrío recorrió su cuerpo, levantando la vista para buscar a la persona que le estaba mirando.
Pronto lo descubrió; un chico rubio, de ojos color dorado y con un extraño mechón negro que tenía forma de rayo. Le miraba fijamente y se puso nervioso cuando este le sonrió. Iba a corresponder el saludo pero él ya había dejado de mirarle, al escuchar a Present Mic hablar. Sero se quedó todavía observándole unos segundos, le recordaba a Pikachu.
