𝑃𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟𝑎 𝑠𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎

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Sero sabía que Kaminari le esperaba en la entrada de su casa, pero todavía no estaba listo. Se había quedado dormido, y mientras terminaba de atarse la corbata, tenía a su madre regañándole por no haberse despertado cuando sonó el despertador. Cuando por fin estuvo listo, bajó las escaleras y vio a su amigo aguantando la risa, mientras guardaba su teléfono en el bolsillo del pantalón.

—Vamos bella durmiente, o llegaremos tarde a la academia.

—Sí, sí —se puso los zapatos y Denki abrió la puerta para salir de allí—. Si mi madre supiese que me quedé esperando la preventa de la nueva película de Spiderman, me mata.

—¿Hasta qué hora tuviste que esperar? —vio cómo Kaminari enarcaba una ceja; le había dicho muchas veces lo emocionado que estaba por ver esa película, y ambos sabían bien que haría lo que fuese por verla en el preestreno.

—Hasta las tres y media creo... no lo sé. Pero conseguí buenos asientos —sonrió como si fuese lo más normal del mundo, y le mostró la compra; dos entradas para ver a su superhéroe favorito—. ¿Quieres venir conmigo?

—¿En serio?

—Sí bueno, eres el único con el que hablo de superhéroes. Kirishima no vio ninguna de las películas anteriores y Mina tampoco así que, solo me molesté en comprar entradas para nosotros.

—¿Y qué harías si te dijese que no? —Sero rio, guardando su móvil.

—Sé muy bien que no dirás que no —vio que sonreía, asintiendo.

—Tienes razón, no puedo decir que no a una película de Spiderman.

Pasaron toda la semana hablando sobre el filme; en clase, en el almuerzo, incluso en los entrenamientos

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Pasaron toda la semana hablando sobre el filme; en clase, en el almuerzo, incluso en los entrenamientos. Ambos estaban muy emocionados por lo que depararía la película, y a medida que se acercaba el día señalado, sus charlas se volvían más intensas. Hasta que por fin llegó la tarde que habían esperado.

Decidieron verse en la puerta del cine, media hora antes de que comenzase para poder comprar palomitas. Sero esperaba a su amigo nervioso, mirando el reloj cada dos por tres hasta que por fin le vio a lo lejos. Se acercaba a paso rápido y tenía el pelo ligeramente revuelto, seguramente había tenido que correr para no llegar demasiado tarde.

—¿Queda tiempo para comprar comida?

—Por suerte sí —Sero no le reclamó en absoluto, y los dos entraron al establecimiento. Pidieron sus palomitas; el pelinegro dulces y Denki saladas, además de unos refrescos. Había varias personas esperando para entrar y se pusieron a la cola.

No tuvieron que permanecer mucho allí antes de que les dejasen entrar a la sala. Sero estaba tan emocionado que no notaba cómo su amigo le miraba divertido por su nerviosismo antes de sentarse en sus butacas. Ni si quiera se dio cuenta de que a lo largo de la película le miraba de vez en cuando; estaba demasiado concentrado en lo que estaba pasando.

Al salir, su euforia por el filme no se había ido, relatando hasta la estación todos los aspectos positivos, y diciendo a cada rato que había sido la mejor película que había visto en su vida. Denki le escuchaba sin ningún problema, hasta que llegaron a su destino.

—Ha sido la mejor tarde del mundo —concluyó, mirando al contrario y notando su sonrisa.

—Concuerdo totalmente, pero procura no quedarte toda la noche despierto por esto. Mañana tenemos clases.

Chocaron sus puños en señal de despedida, y el pelinegro se quedó allí hasta ver a su amigo desaparecer entre la gente.

Nuestras primeras veces | SerokamiWhere stories live. Discover now