XVII

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La emoción de saber que el chico al que más había amado en su vida estaba bien lo invadió por completo. Estaba encima de él, lo tenía inmovilizado, pero aun así estaba sano y salvo. Aún así, esto no evitó que por instinto Shoto empujara a Bakugo de Midoriya y lo amenazara con la navaja en la garganta.

— ¡TODOROKI NO! — gritó desesperado el pecoso.

— ¿Prefieres ser amigo o enemigo? — preguntó el bicolor.

— Cálmate por favor, mitad y mitad. — sentenció el rubio. — No quieres que esto termine mal.

Shoto seguía amenazando al rubio, seguramente el ataque lo sorprendió demasiado. Izuku le quitó el arma de las manos y lo vio a los ojos, tratando de calmarlo.

— Tranquilo, por favor. — habló el pecoso. — No nos hará daño.

— Si nos termina asesinando cuando estemos dormidos será tu culpa.

Izuku se dio por vencido. Dejó el tema abierto, no le respondió nada al bicolor, pero, aún así, con una mirada le dijo que dejara de intentar asesinar a Katsuki. El contrario solo rodó los ojos y miró hacia otro lado. Y, finalmente, como si no se hubieran visto en décadas, Bakugo corrió los pocos metros que los separaban para alcanzar a Deku con sus brazos y envolverlo en un cálido abrazo.

— ¿Dónde habías estado? — preguntó Katsuki.

— Había vagado por ahí, me encontré con Shoto y luego con Denki. — susurró Midoriya al borde de las lágrimas. — Y ahora me encontré contigo. — terminó, para después aferrar su agarre a la espalda del rubio.

— ¿Kaminari no te hizo daño? — preguntó Bakugo, dedicándole una mirada fija al chico canario.

— No, al contrario, me salvó de una chica.

— ¿De quién?

— De Ibara Shiozaki. — dijo Izuku entre sollozos.

— Al fin demuestra inteligencia. Me alegro.

Kacchan se separó de los brazos de Izuku para dejarle espacio a Uraraka de saludarlo, abrazarlo o hacerle lo que quisiera.

— ¿Estabas con Kacchan? — preguntó el pecoso.

— Por más sorprendente que parezca, sí.

— ¿Cómo se encontraron? A decir verdad, pensé que te asesinaría en la Cornucopia.

— Yo estaba a la mitad del bosque, a punto de rendirme. Bakugo me encontró y me dio de comer, después me llevó con él.

— Me sorprende.

— Muy probablemente no me haya querido matar porque sabía lo que yo significo para ti.

Ochako se separó de Midoriya de una vez por todas. Casi era de día, por lo que el grupo decidió aliarse y empezar a buscar comida o lo que fuera para sobrevivir. Eran cinco personas, era una alianza grande, pero aun así necesitaban unos de los otros para protegerse.

Ya cuando el sol se encontraba en su punto más alto, decidieron que lo mejor era detenerse a descansar. Habían estado todo el día buscando lo que fuera que les sirviera, por lo que la mayoría de ellos estaba totalmente cansados y sedientos.

Estaban en un ambiente húmedo. Había mucha vegetación, la cual fomentaba la aparición de insectos, animales...

Y hongos.

Shoto notó como de pronto un pequeño hongo salía de su hombro derecho. Luego otro más pequeño se hizo ver en su antebrazo izquierdo. De pronto, el chico bicolor sintió la mirada del rubio cenizo sobre él.

𝚑𝚞𝚗𝚐𝚎𝚛 𝚐𝚊𝚖𝚎𝚜 - 𝚋𝚗𝚑𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora