🇺🇸 S E V E N T E E N 🇺🇸 PART 2/2

464 43 10
                                    

—¿Que crees que esté pasando adentro...?— Pregunto México sacándome de todos mis recuerdos.

Solo lo mire seriamente, estoy molesto. Molesto con él, y conmigo, debí de haber interrumpido cuando estaba golpeando a Argentina. Pero me quedé como espectador, eso sí que no estuvo bien de mi parte. Debí haberme puesto en medio, cómo Argentina lo hizo una vez.
Solo quería pararme y darle un fuerte golpe en su rostro a ese tricolor; solo me levanté y lo tome del cuello de su camisa, a cada segundo que pasa en esta maldita sala de espera solo incrementa mi enojo.
Los incendios no son culpa suya, pero si la mayor parte de sus moretones.
Se que no era momento pero de verdad; ya no puedo con esta rabia que me consume.

—¡Wey! ¡Ya suéltame!— Reprochó México. Yo no puedo hacer más que verlo, no puedo dirigirle la palabra, no debería actuar de esta forma pero... —¡Lo siento!—

Sin darme solté el primer golpe.

—I don't relate to you...— camine hasta a él dejando que se levanté. —I don't relate to you... no.—

—¿De que hablas wey?— Me miro con tristeza y notable arrepentimiento en ese momento, sí, era angustiante. Pero ya no había vuelta atrás.

—'Cause I would never treat the shit out of the person I love...— Y al fin pude quitarme los lentes, no se en que momento comencé a derrar lágrimas. Ahora estoy seguro de lo que siento.

—¿A la persona que...?— Y al fin pudo cambiar su expresión, era sorpresa y luego una que podría describirse cómo si estuviera en peligro. -¡Al diablo con tus sentimientos!-

Iba a intervenir, de no ser que ví las puertas de la sala abrirse y ver a los médicos de turno aproximarse hasta mí y México. Por su rostro no traen buenas noticias.
En efecto, Argentina estaba sufriendo grandes quemas. Lo que afecta a nuestros hijos, nos afecta a nosotros también. Aún recuerdo cuando los tiroteos escolares me afectaron tanto que termine en una camilla de hospital.
Creo que fue ahí donde lo ví más hermoso cada vez; él estaba a mi lado cuando desperté, Argie, en el momento que se enteró jamás se aparto de mi lado cuando quede en coma durante tres largas semanas. Quizás en ese momento fue. Quizás fue el momento oportuno.
Me di cuenta que él estaba ahí conmigo, no mis padres ni mis hermanos, él.
Fue un verano de 2008 éramos bastante jóvenes y yo estaba postrado en camilla.
Aún no podía moverme completamente, eran varios los estados donde se ocasionaron manifestaciones, tiroteos, secuestros y saqueos...

Así fue...

—¿Te acomodo la almohada?— Sus ojos verdes tirando a un azul opaco dieron con los míos. Yo lo quedé viendo por un momento y asentí. -Bueno che, solo no hagas mucho esfuerzo.- Y allí me acomodo mi almohada con delicadeza.

—Argie... thank you for being with me all this time. [Argie... Gracias por estar conmigo todo este tiempo]— Musite para él.

—¿Por qué me das las gracias? Es lo que hacen los amigos, ¿o no?— Y su sonrisa tan animada como siempre, allí estaba.

Su solo sonreír me hacía sentir tan vivo. Y la verdad quisiera que siempre sonriera, tanto para mí cómo para él mismo, merece ser tan feliz cómo nadie en este mundo.

... me gustaría que no estuviera en mis recuerdos y sonrías ahora mi hermoso Argie.

Aquí estoy al lado de esta ventana viéndote postrado en cama, me dijeron que Rio Negro, Corrientes y Chubut también estaban en sala por sus quemaduras. Tus hijos y tú están muy mal ahora... solo que ahora me preguntó...

—Hey... Mexico.— Hablé son verlo, solo se que aún está al lado de mi viendo a Argentina en estos momentos.

—Mande.— No se nota, pero se que de su lado rojo se le inflamó la mejilla por el puñetazo que le metí hace algunos momentos.

—Because you did...? [¿Por qué lo hiciste...?]— Dije sin rodeos.

—¿Hablas de golpearlo?.

—Yes.

—Rusia me mostró un papel... decía que Arge vendería a mis hijos.— En su voz se notaba la pena.

—Wow you are a big IDIOT. [Vaya que eres un gran IDIOTA.]- Reproche de forma tosca volteando a verlo. —¡¿SI SABÍAS QUE RUSIA Y ARGENTINA ESTÁN EN MEDIO DE UN CONFLICTO POR CELOS DE MIERDA DE ESE HIJO DE PUTA RUSO?!—

—¡¿ME CULPAS A MÍ DE TODO ESTO?!— No se quedó callado y sin esperarlo recibió un fuerte puñetazo otra vez, pero esta vez directo a su estúpido hocico de perro ladrador.

—¡¿QUIÉN FUE EL QUE IRRUMPIÓ EN SU CASA Y LO MOLIO A GOLPES SIN EXPLICACIÓN?!— Mis guardias intentaron separarme de él pero yo estoy muy enojado como para dejarlo pasar.

-...- Me quedó viendo a los ojos. —Es... Estados Unidos... Tienes razón. Nunca debí reaccionar de esa forma. Pero... Pero...— Estaba sin respirar.

No estaba midiendo mi fuerza; tuve que soltarlo y dejarlo en el suelo. Una enfermera ayudo al tricolor a levantarse. Una pelea entre countrys no es nunca buena idea para intervenir.

—Pero... si sacamos la máscara de Russia al mundo... la prensa se lo comerá vivo.— Exclamó un poco agitado.

-What do you mean? [¿Que quieres decir?]- Voltee a verlo mientras me colocaba los lentes.

—Piensalo... Russia tiene muchos secretos bajo la mesa.— Dijo mientras se limpiaba la nariz. —Odio que me mientan, y más si involucran a mis hijos.—

Me quedé pensando en lo que acaba de decir. Pero la vida de Argentina y sus hijos son mi prioridad ahora mismo. —I hear you. [Te escucho.]

Quizás esto sirva para frenar a Russia de una buena vez, y darle a entender a ese tempano de hielo que nadie juega con las Américas, mucho menos si se trata de quienes amamos.
No voy a dejar pasar ni un solo segundo más y voy a frenar con esto de una buena vez por todas.
Todo sea por ti, Argie.

Prometo que cuando despiertes, voy a declarar todo mi amor por ti. Quiero que lo oigas, y prometo que voy a protegerte a como de lugar.

Aún si mi amor se convierta en el dolor de otros, nada me importa más que tú ahora mismo.

Su Amor, su dolor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora