Su Amor, su dolor.

🌸 F I V E 🌸

Argentina.

Eran las cinco de la mañana, apenas veía el celular y escuchaba cómo la lluvia caía sobre la chapa del techo. Me estaba helando, la verdad, no ando muy de humor para andar enojandome por todo cómo siempre. A estás horas me acostumbré a que el otro pelotudo me abracé.
¿Cómo pudo tirar una relación de 2 años por irse a coger otro culo? Chabon, todavía no caigo en eso. Ahora solo me queda superar ese pasado reciente dejado, necesito pensar para mí.
La cama me es muy grande para una sola persona; y el gato mugroso está afuera molestando a otras personas que pasan. Que se yo, me importa una mierda.

ㅡ¡¿Hay alguien?!ㅡ La voz de México se escucho hasta acá. Justo ahora que me quiero morir tranquilo.

ㅡ¡Ya va!ㅡ Grité alto levantándome con pereza, y me encamine bajando las escaleras blancas con alfombrado hasta llegar a la puerta principal. ㅡ¿México?ㅡ

ㅡSí...ㅡ Musito, no se escuchaba nada bien. ㅡ¿Puedo pasar?ㅡ

No respondí, solo me encargué de abrir la puerta y la imagen que vi, si me sorprendió bastante.
México estaba todo mojado, pero sus ojos hinchados y rojos, había estado llorando tal parece.
Suspire dejándolo pasar; estaba muy destrozado según lo aparentaba. Me toco un poco el verlo de esa manera, demacrado y notablemente decepcionado de algo o alguien.

ㅡNo voy a preguntar, ¿que es lo que te tiene así?ㅡ Me detuve un segundo ㅡPara. Bancame un toque.ㅡ Me encamine directo a un pequeño armario de mi living.

ㅡ¿Que haga qu-...?ㅡ No lo deje terminar, solo le puse una toalla celeste alrededor de sus hombros y lo llevé cerca de mi chimenea para que se caliente.

ㅡNo quiero que te enfermes, o algo parecido. ¿Querés té o algo caliente?ㅡ Frote con cuidado su espalda para que sacarle un poco de agua de su camisa.

ㅡ¿Sería mucha molestia usar tu ducha?ㅡ Respondió esté con notable timidez. Puta que me parió, justo cuándo no lave mi ropa.

ㅡDale, y perdona el desorden del baño. Anduve tan ocupado que no pude limpiar. Jajaㅡ Tome su muñeca izquierda con cuidado y lo arrastre prácticamente conmigo al baño del piso de arriba. ㅡYo te voy a preparar un Café con leche. Úsalo, la manijita de la izquierda es la fría y la otra la caliente. Sentite cómo en tu casa che!ㅡ

Y simplemente cerré la puerta del baño, caminé de regreso a mi dormitorio para luego ir directo a mi armario más grande. Algo tengo que prestarle. Lo voy a dejar con la ropa toda húmeda.

🌸🌸🌸

México.

Que amable fue Argentina el dejarme usar su baño. Es más limpio que el mío en mi casa, además de rústico con detalles de madera barnizada en el espejo, el techo de madera de roble notablemente tallado y el suelo blanco de una losa muy peculiar, debe ser de grava o algo parecido.

ㅡIzquierda caliente.ㅡ Gire aquélla llave de agua dejando caer cómo lluvia el agua, hasta tiene una tina bien pulida y limpia, si piso mal puede que me caiga rompiendome el culo. La toalla la deje colgada en un tendero de toalla individual, seguido de eso comencé a desentonar mi camisa y sacarmela.

ㅡ¡Che, México! Antes que se me olvid...ㅡ Justo en ese momento Argentina entro sin tocar, un notable rubor se le hizo presente en sus mejillas blancas y celestes.

"Que lindo..."

Pensé en mis adentros, se veía muy tierno y lindo, estaba nervioso tal parece.

ㅡ¿Sí?ㅡ Sonreí con levedad mientras el vapor del agua inundaba el sitio.

ㅡYo... eh...ㅡ Aclaró su tono de voz con toser falsamente ㅡTe quería decir que pongas tu camisa blanca en... el cesto de ropa sucia. ¿Te querés quedar está noche?ㅡ

ㅡ¿Es una invitación para películas sin películas?ㅡ Reí.

ㅡ¡¿Que?! ¡No! Pasa que la tormenta se puso agresiva afuera, así que...ㅡ Encogió sus hombros.

No dije nada, solo asenti levemente. Y eso fue lo que hizo irse a Argentina del baño, la verdad, es que él me hacer sentir cosas que creí muertas cuándo Canadá me terminó por irse con Ucrania. A veces, pienso que no estaría tan mal de no ser por él, y sus malditos negocios. Aunque debo agradecerle, de no ser por sus malos tratos de hace rato, no hubiera venido aquí a sentirme refugiado. Ese chico está haciéndome sentir emociones, esas emociones que había ahogado en botellas hace años atrás.

Oh, Argen... ¿Que me haz hecho?