Su Amor, su dolor.

🇦🇷T W E L V E🇺🇸🇵🇭

Habiéndo muchos trabajos por hacer, USA se encontraba recostado en su cama con su mujer, Filipinas.
Habían muchas cosas por hacer; pero para él el tiempo estaba de sobra si se trataba de estar únicamente con ella aunque sea cinco minutos.
Aquélla enorme habitación ocupaba una cama matrimonial con sábanas blancas y azules, sus muebles de madera de roble se encontraban increíblemente lustrados y con cuadros de fotografías de él solo, o con sus hermanos o su padre, o incluso con su pareja.
Teniendo las luces apagadas con la habitación a oscuras en pleno día; el cuerpo desnudo de la muchacha se removió entre esas cobijas para recostarse sobre el pecho de aquél cincuenta estrellas que tanto amaba.

—Joe. ¿Haz hecho que tu mascota hablará acerca de...— Fue entonces interrumpida por el sonido del celular de su contrario.

Llamaba aquél biceleste que hasta hace un par de días había ido a visitar.

—Oh, god. it must be Argentina.— Mencionó USA para sentarse al borde de su cama y tomar aquél aparato.

Mientras que Filipinas se encontraba completamente enojada por aquella interrupción por esa llamada, el cincuenta estrellas contestó aquella llamada. Sea cuál fuere el asunto; era de pura seriedad.
Es decir, Argentina, su amigo, solo lo llamaría en caso de ser una total emergencia. O al menos, eso solía suceder en tiempos pasados.
Contando la historia de cómo estos dos se hicieron amigos luego de la “alianza” económica que ONU había hecho con ellos dos a medio de una crisis económica en 2001, un fuerte golpe para el biceleste. Su gente solo encontraba con comida de no ser por los bonos alimentarios que, para entonces su mascota, ofrecía a su pueblo.
Estados Unidos fue uno de los que más ayuda le había otorgado en aquél tiempo.
La verdad, hubo un sentimiento de por medio, una atracción por parte de USA hacía aquél orgulloso Country. Un sentir que jamás se había atrevido a exponer.
Luego de la muerte de URSS, Argie aún continuaba su luto por él, y entonces llego Rusia. Fue entonces Estados Unidos tuvo que mantener lejanía de él. Pero ahora ya no más.

—Hello?— contesto aquél que se encontraba sin sus gafas oscuras.

—¡Loco! ¡Arranca ya mismo para mi casa!— Argentina en un tono de furia soltó entre palabras.

—Argie, what the-...— y se mantuvo callado luego de escuchar el tono de marcar. El biceleste había colgado.

Sin más se levantó. Tomando por sorpresa a la fémina de tricolor.

—Joe! What are you doing?!—  Exclamó Filipinas ya en un estado eufórico.

—I don't have time to talk! I must see Argie right away!— Tomó toda prenda que se encontraba regida en el suelo perteneciente a él, comenzó a vestirse cómo si fuera la última cosa que hiciera en su vida y solo dejo a ella en su habitación.

—Damn Argentinian...— Susurro Filipinas por debajo.

Por su parte, Filipinas siempre fue celosa de todo aquél que se encontraba cerca o era alguien íntimo de su amado USA.
Teniendo en cuenta así, en su cabeza solo imaginaba las posibles formas de poder deshacerse de aquel que le quitaba el tiempo de estar con ella a su amor, que se encontraba imposible de conquistar más allá de la intimidad carnal.