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Apenas escuché como el timbre sonaba una y otra vez, fruncí el ceño aún sin abrir los ojos, lo sentía muy lejos pero me obligue a tratar de despertar un poco más, casi al instante este sonó mucho más fuerte haciendo reaccionar mis sentidos. Bufé pasando una mano por mi rostro, luego estire la otra buscando a ciegas mi celular en la mesita de noche, lo encendí viendo que marcaba las 6 AM. —¿Qué mierda?. - murmure comenzando a preocuparme levantándome rápido, apenas me puse unos shorts con un chaleco que encontré tirados en el sofá que estaba frente la cama.

Salí de mi habitación un tanto preocupado, tal vez le había pasado algo a mi mamá, atravesé el patio ignorando a Gyosu quien trató de lanzarse sobre mí. —¿Quién es?.

—Mark, soy yo.

Me quedé parado sin hacer nada durante unos segundos debido a la impresión, pero logré reaccionar y luego abrí la puerta.

—Tanto tiempo. - sonrió besándome la mejilla. —Que estas grande oye.

—Si...- murmuré un poco incómodo. —¿Y el tío?. - fruncí el ceño mirando por si él estaba más atrás.

—Llegará pasado mañana. - dejo los bolsos en el suelo.

—Sostenla un momento. - me pasó a la bebe sin previo aviso mientras ella buscaba algo en su bolso, pero la pude sostener bien, el problema es que ella me miraba raro al igual que yo, y no pasó mucho para que se pusiera a llorar.

Mi tía sonrió —Dámela. - se la pase y ella dejó de llorar después de unos segundos, mi tia me paso una bolsa.

La miré confundido, pero el frío en mi piel hizo que dejara la pregunta en mi cabeza en segundo plano. —Pasemos. - murmuré y empujé la puerta ya que solo la había juntado no cerrándola del todo, pero me devolví para agarrar los bolsos que ella traía.

—Perdón por la hora, pero creí que el bus se demoraría más. - se sentó en un sofá.

Negué dejando los bolsos sobre otro sofá. —No te preocupes, solo me tomaste por sorpresa, no sabía que vendrías.

Carcajeó. —Es que... tú mamá tampoco sabe que vine de visita.

—Ahh. - reí un poco nervioso. —Si quieres descansar puedes subir a la habitación de invitados.

—Ve a dormir un rato más si quieres. - sonrió. —Yo subiré a la habitación después de comer algo.

Remoje mis labios un poco indeciso, pero al final asentí, volví a subir, pero no volví a dormir, en vez de eso me duche y me vestí, no me sentí cómodo volviendo a dormir, me quede viendo una serie a volumen bajo esperando a que mi tía subiera a la habitación de invitados, es un poco extraño que llegara sin avisar.

Le puse pausa a la serie escuchando como subía las escaleras y cerraba la puerta, espere unos minutos para asegurar que ella no volvería a salir y me levanté haciendo el menor ruido posible, busqué en mi cajón una llave y salí de mi habitación.

Toque la puerta de mi hermano pero no me abrió, así que no tuve de otra que usar la llave, apenas abrí la puerta el olor encerrado de la habitación me golpeo al instante provocando que arrugará la nariz, él permaneció dormido, estaba sobre su estómago con las sábanas todas desordenadas, parecía más bien que estaba enredado en ellas. ¿Cómo puede tener el sueño tan pesado?, abrí las cortinas de una sola vez provocando que el sol potente de la mañana le llegará directamente a la cara.

Frunció el ceño volviendo su cara al otro lado, sabía que esto pasaría así que lo destape, pero ni se movió, segundos después habló con voz ronca. —¿Qué quieres?.

Fuego bajo la lluviaWhere stories live. Discover now