34

371 48 3
                                    



—¿Qué haces aquí?. - le pregunté directamente al hombre frente a mí.

—Mark.

—Responde. - reí. —Creí que no te atreverías a pisar esta casa otra vez. - le pase a mi prima con cuidado a mi tía quien me miraba preocupada. —Pensé que tú no lo dejarías entrar. - miré a mi mamá sentada en el sofá.

Ella suspiró. —Hijo... - carraspeo. —Lo que pasa es que hemos estado en contacto en este último tiempo...

—¿Y te atreves a venir con él?. - ignore a mi mamá mirando al tipo al lado de mi papá, pero me distraje al escuchar la puerta principal siendo abierta.

—En el aut—.

Lo miré confundido, por un momento no sabía cómo sentirme respecto a todo esto, lo único que hice fue reír mirando de reojo a todos. —No puede ser, esto parece que es una "Reunión familiar". - deje de reír de una sola vez volviendo a ver a mi papá. —Pero creí que todos aquí no sabíamos qué es eso.

—Deja que te expliquemos...

Asentí desinteresado apoyándome en la pared con los brazos cruzados, volví a mirar a mi hermano, él sabía todo... y no me dijo nada.

—A tu tío y a tu papá les ofrecieron un nuevo trabajo, en el extranjero. Se que todo ha sido difícil para ti aceptar a tu papá, pero a pesar de todo nada cambia que él es tu padre Mark. Sabemos que esto es repentino, y que no tienes una muy buena relación con él. - se levantó hasta pararse frente a mí. —¿Podrías hacer un intento de mejorar?.

Quería reírme mucho más que antes, no entiendo ni un carajo de lo que están hablando, o el porqué están aquí, en mi puta casa, donde se supone que es mi lugar seguro, y con alguien que nos hizo daño. —¿Puedes dejar de dar tantas vueltas y decirme de una vez que mierda pasa?.

—No me hables así, soy tú mamá. - me miró enojada, pero luego suspiró mirando de reojo a mi papá que estaba al otro lado del sofá. —Hemos hablado en conjunto. Y llegamos a la conclusión de que tú ya estás en una edad adecuada para depender por si solo, podrías postular a una beca deportiva, ellos están de acuerdo en esperar a que se acabe el año.

Me quedé en silencio, sentí.... mi respiración pausarse por unos segundos, todo mi cuerpo se adormeció, no pude pensar, no presté atención a los ojos concentrados en mí, no sentí nada, lo único que seguía manteniendo mis pies firmes era una pregunta. ¿Por qué?.

Pero aún así pude recobrar el sentido y formar palabras en mi boca. —¿Estás loca?. - casi susurre. —Déjame ver si entendí bien, tú quieres que me vaya con ellos. - los apunte. —A otro país.

Asintió. —Tienes una gran oportunidad, un futuro brillante.

Negue. —Estas diciendo cosas sin sentido. ¿¡Y Por qué él está aquí!?.

—Mark cálmate.

Carcajeé. —¿Calmarme?, tú.... ¿Quieres que me calme?.

—Tú padre llegó para poder hablar contigo, ya que tú no lo visitas nunca, no respondes sus llamadas, y tampoco sus mensajes.

—Si... ¡Pero tengo una puta razón para no hacerlo!.

—¡Mark!.

—¡Tú no te metas!. - le dije volteando a verlo.

—Deja de hablar con groserías y se maduro. Vine aquí porque quiero lo mejor para ti hijo.

Volví a reír. —Quieres lo mejor para mi. - susurre. —Entonces, ¿Por qué te fuiste en primer lugar?, ¿Ah?, ¿Por qué fuiste un cobarde de mierda?, ¿¡Porque tuviste hijos!?.

Fuego bajo la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora