hermanastros... y algo mas

Cuando Ritsuka tenia ocho años, sus padres se separaron. La madre de él, al tiempo despues, conocio a otro hombre. Comenzaron a salir y al poco tiempo ya eran novios. Al cabo de ocho años tomaron la decisión de casarse y al llegar de sus vacaciones, se fueron a vivir juntos con sus hijos.

- Y esta es la casa!?, la nuestra era más grande!- fue lo primero que Ritsuka le dijo a su madre al entrar a la casa nueva- no me gusta!, me niego a vivir en esté lugar!

Detrás de Ritsuka, estaba parado su padrastro, a quién ya había visto varias veces. En ese momento escuchó que alguien cerraba la puerta del auto de su padrastro. Miró hacia atrás, un niño que parecía tener su misma edad caminaba hacia ellos.

- Esta es la casa padre?... es linda, me gusta!- preguntó él. Ritsuka seguía enojado por el cambio, pero algo le llamó la atención de ese niño... era muy extraño lo que sintió al verlo.

- Tu pieza está en el segundo piso, al fondo, la última de la izquierda... Ritsuka!, la tulla está en frente de la de Usagi- dijo su padrastro

- Gracias padre!- le dijo Usagi a su padre y corrió a su pieza

- Gracias...- dijo Ritsuka enojado y caminó a su pieza. Pero no podía dejar de pensar en ese niño... algo tiene que atrae a Ritsuka... lo atrae de una forma muy extraña...

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- Tu eres Ritsuka, no?, yo soy Usagi, desde ahora seremos hermanastro... es un gusto conocerte!- Ritsuka volteó para saludar, pero se quedó inmovilizado al ver aquella sonrisa tan hermosa, en una cara tan fina como esa... y esos ojos verdes, que destellavan un brillo intenso desde dentro... se fijó bien en su cabello, era de color negro, no muy largo. Su chasquilla perfectamente cortada casi tapaba sus ojos

- No sabia que mi padrastro tuviera hijos...

- Supongo que no lo sabes. Mi madre murio cuando yo tenia tres meses, mi padre me crío sólo... me dijo que... que murió asesinada- Usagi bajó la mirada... se notaba tristeza en sus palabras... De inmediato alzó la mirada y esa blanca sonrisa apareció en su rostro.- Cuántos años tienes?

- Yo... dieciséis... y tu?

- diecisiete...- sus ojos comenzaron a brillar con los rayos de sol que entraban por por la ventana tomando un tono hermoso. Ritsuka que lo miraba atentamente quedó sorprendido por sus ojos... se veían hermosos. De pronto Usagi miró a otro lado de la pieza- veo que tocas batería... yo sé tocar guitarra, bajo, piano y... batería... podríamos tocar juntos... claro!, si tuquieres.

- Me gusta la idea... que música tocas?- le respondio Ritsuka... pero por alguna razón, las palabras de Usagi no llegaban a sus oídos... sólo podía ver como sus rojos labios se movían... de repente sus rojos labios se quedan quietos... Usagi se dio cuenta de que Ritsuka sólo miraba sus labios, y comenzó a acercarse más y más a Ritsuka

- Que tienen mis labios que tanto los miras?- está vez sus palabras sí llegaron.

Sus labios rojos se acercaban más y más... los brasos de Usagi rodearon la cintura de Ritsuka... una mano de Ritsuka se deslizó por el pecho de Usagi hasta su hombro, mientras que la otra se posó en su cuello, haciendo que se acercara más... los dos estaban conectados por ese momento... Ritsuka sentía la respiración de Usagi... miraba sus verdes ojos, que seguían brillando con los rayos del sol... vio sus labios rojos... sentía su calor, su agitada respiración, seguía sintiendo algo extraño cuándo lo miraba, y ahora "eso" era aún más fuerte... sus cuerpos estaban aún más juntos...Los brasos de Usagi apretaron aún más fuerte a Ritsuka... Ritsuka acercó más sus labios a los de Usagi... casi se besaron, cuándo Usagi impulsó a Ritsuka a la cama sin soltarlo... Ritsuka quedó debajo de Usagi... sus labios se rosaron...

- Me gustas...- le dijo Usagi en un susurro mortal, y lo besó.

Ese beso hizo que Ritsuka sintiera millones de cosas en su interior... fue serrando poco a poco los ojos, y justo antes de hacerlo, se percató de que la puerta de su pieza estaba cerrada... cerró los ojos, sólo sentía aquel cálido besó... era un momento perfecto... Usagi le sacó la camisa a Ritsuka y comenzaron a desnudarse... se tocaban, se miraban, robaban su piel desnuda... era todo perfecto... pasaba de todo en la intimidad de su pieza... los dos estaban envueltos en amor y pasión... estaban en el momento perfecto de más excitación... de pronto él teléfono de Ritsuka suena...

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