parte 16

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Simplemente, luego de eso, salí corriendo a mi casa. Como habia podido ser tan irresponsable!?, dejar de lado sus causas, por un sufrimiento egoista. Escuchaba a Usagi llamandome a lo lejos, preocupado, pero no podía volver.

Habia llegado a mi casa casi sin aire, pero eso no me detuvo. Estaba mi madre en la cocina, haciendo el almuerzo, fui donde ella desesperado.

- Madre, tienes el numero del doctor que llamaba por Kohana?

- Ritsuka!, calmate!-tomó un vaso y lo llenó con agua- tomate esto, iré por el número.

Mis ancias eran de tales proporciones, que me costó mucho tomar el agua. Llegó mi madre con el número, me dijo que el doctor estaría esperando mi llamado, lo cual me hizo sentirme mas impaciente. Subí a tropiezos a mi habitación. Cerre la puerta. Tomé mi telefono y marqué.

La conversación fue super puntual, él ya sabía para que lo llamaba, por lo que fue al grano de inmediato.

- ...Mira hijo- 'de seguro que por decirme asi me calmaré un poco' pensé en aquel momento- Kohana tenía un problema desde antes del nacimiento. Como los dos sabemos, su madre abría recibido golpes fuertes en el abdomen, fue un milagro que no ubiese perdida. Pero ubieron otras complicaciones...- el hombre guardo silencio, como esperando a que le hablase para saber si seguía ahí.

- Vaya al punto, si?- le dije con mi corazón a mas no poder.

- El asunto es que, aquellos golpes, fueron los causantes de un grabe desprendimiento de placenta, lo que afectó de forma significativa la nutrición del bebé. Por otro lado, tuvo contusiones, grabes también, en gran parte de su cuerpo, pero un par, especialmente en el craneo, fueron preocupantes. Esto, sumado a su mala nutrición, afectaron de gran forma el desarrollo del bebé. Era solo cuestión de tiempo. Incluso se pensó que moriría antes del parto, o durante.

No podia pronunciar una sola palabra.

- Segurente se lo habían informado a la madre, debido que también habia peligro de muerte para ella.

- Entiendo...- fue lo unico que logré decir.

- Si no se lo habían informado, lamento ser yo quien se lo diga. Pero asi estan las cosas. Lamento de verdad su perdida, Ritsuka.

- Le agradeaco la ayuda doctor.- dije sin ocultar mi pena. Si; habia vuelto a llorar.

- Yo también perdi un hijo, se que se siente.- me dijo desde el otro lado de la linea. Su voz cambio de doctor, a la de un padre muy dolido. Como yo.

- Y si lo habia vivido... por qué no hizo nada para ayudar a Kohana?, acaso no pensó en su hijo cuando la vio morir.?

- Claro que lo hice. Pero hay ciertos protocolos que...

- SUS PROTOCOLOS SON UNA MIERDA!- le interrumpi exaltado- SUS PROTOCOLOS DEJAN QUE LOS MAS GRABES MUERAN, PARA SALVAR A OTROS QUE TIENEN UN PUTO RESFRIO!!

- Lamento lo sucedido.

- VETE A LA MIERDA!

Solté un grito como nunca antes lo había hecho. Tiré el teléfono a la pared de detrás mio, este se partió en pedazos, como con la simpleza de un huevo. Seguí gritando sin control, mientras destruia mi pieza. Tiraba todo hacia todos lados.

Y sin fijarme, rompi un frasco de perfume. El problema no fue ese. El problema fue que, en uno de mis arrebatos, mi muñeca fue cortada por uno de los vidrios. Un corte profundo, que se extendia desde mi muñeca hasta casi la parte interna del codo.

La sangre no tardo en salir. No me sorprendio, debido a la profundidad del corte. Comenze a maldecir de maneras inimaginables, sin dejar los gritos. En ese momento me sentia con ganas de morir...

Quien querría vivir si pierde a quién mas ama en la vida?, como poder vivir si ya no podrías ver su sonrisa?, o sus ojos?, sin poder tocarla o que te toque?, y peor aun... como poder hacerlo, cuando le entregas tu vida a esa persona...?, Kohana era mi vida. Era mi todo. Y la habia perdido gracias a dos imbéciles. El padre de Mika, y aquel doctor con falta de criterio y sentido común.

Me vi tan nublado, tan invadido en desesperación, que tomé el vidrio y comencé a hacer mas profundo el corte.

- Voy por ti Kohana- decia en voz alta, entre un llanto descontrolado y risas desquiciadas.- Voy por ti hija. Volvere a tenerte hija- decia cada vez mas desquiciado.

Cada pasada del vidrio me dolia menos. Cada vez me sentia mas cerca de Kohana. En ese punto, la sangre caia de tal forma, que mi braso estaba empapado, y el suelo bajo este, tenia ya una gran manca. Pero esta mancha se transformo en un charco, cuando corté una vena. Esta si me dolio. Volvi a soltar un grito, seguido de risas aun mas desquiciadas.

Escuche que corrian por la escalera, me levante rapido de aquel rincón y fui a poner seguro. No sentia mi braso sangrando.

- RITSUKA ABRE! -era la inconfundible voz de Usagi.

- IRÉ A VER A KOHANA, USAGI!!!, VOLVERÉ A TENERLA EN MIS BRASOS!!-dije ya sin reconocerme

La sangre comenzó a chorrear el borde de la puerta, tanto asi, que salio por debajo de esta. Obviamente Usagi lo notó, porque de inmediato sonó la escalera.

Me aleje de la puerta. Me sentí con sueño y mareado. Volví al rincón donde todo comenzó. Apollé mi espalda en la pared. Dejé mi brazo caer sobre el charco de sangre, el cual se comenzó a agrandar aun mas.

- Voy a verte hija...- seguí diciendo casi inconciente.- volveremos a ser felices... esta vez no cometeré errores hijita...

Mi cabeza estaba apollada en la pared. Mi mirada estaba en la puerta, en cualquier mento se abriría. Y no tardo en hacerlo.

No era Usagi quien aparecio primero, ni mi madre, sino que fue 'padrastro'. Se quedó un par de segundos ahi quieto, impactado por la escena. Por un costado apareció mi madre, que soltó un grito con mi nombre. Yo seguia hablando incoherencias, que dentro de mi estado no lo parecían.

'Padrastro' me tomó cuidadosamente. Mi madre lloraba sin saber que hacer. Ahi fue cuando aparecio Usagi. Mi vista comenzó a nublarse.

- EL AUTO ESTA LISTO!

Dijo Usagi. Me bajaron lo mas rapido posible. Yo no paraba de hablar.

- Sueltenme... iré a verla...- dije ya casi inconciente.

Usagi rompió su camisa e hizo una buena presión en mi braso y herida, para que dejara de sangrar. O al menos para que sangrara menos.

En un parpadeo, ya estabamos en el auto. A mi lado iba Usagi. No vi quien manejaba.

- Ya vamos a llegar, si? - me dijo tiernamente. Estaba llorando mucho. Sus lagrimas no dejaban de caer.

Acentí con mis últimas fuerzas. Usagi me abrasó y me susurró al oido. Esto me hizo soltar una lagrima justo al momento de perder la conciencia.


" Te amo..."

...

hermanastros... y algo masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora