hermanastros... y algo mas

parte 17

"Estaba en un lugar extraño. Era la nada. Todo era oscuro, pero habia una luz muy tenue que me alumbraba desde algun lugar desconocido. Depronto escucho un ruido, un rechinido y un golpe, el inconfundible sonido de una puerta al cerrarse. Me volteo y veo dos puertas. Eran totalmente negras y planas.solo habia un número en cada una: 1 y 2 respectivamente. Me acerqué a la 1 y la abrí sin dudarlo. Ahí no habia paredes, era la misma 'nada', y en medio de esa nada, Usagi. Estaba de espaldas a mi. Me acerqué y toqué su hombro. Usagi se volteó y yo quede pasmado. No tenia rostro. Era totalmente plano. Salí por la puerta nuevamente, calmado. Cerré la puerta y al mirar la 2 no estaba. Esta vez estaba justo frente a la otra. Entré y estaba la cuna de Kohana. Me acerqué felíz a esta, pero algo raro pasaba. A cada paso que daba, tenia mas miedo. Al llegar, vi a Kohana durmiendo plácidamente. Acerqué mi mano, y antes de tocarla, esta abrió los ojos de golpe y me miró. Sus ojos eran totalmente negros. Retrocedi y caí a la nada. Comencé a caer infinitamente. Pero caí por fin. Caí en un montón de vidrios rotos, iguales a los de mi perfume. Me paré y me sacudi los vidrios. Me enteré uno en el dedo indice de la mano izquierda. Del pequeño hoyo que dejó el vidrio, salio una gota de sangre. Calló al piso, pero al cer el piso se movio como agua. Desde el lugar en donde calló la gota, comenzó a crecer un arbol. Comienza a llamar mi atención algo en particular que crecia de este arbol. Habia una rosa. Una rosa blanca. Era el blanco mas limpio que habia visto en toda mi vida, incluso parecia tener luz propia. Saqué la rosa del arbol y la sostuve delicadamente en mis manos. La sensación fue como tener nuevamente a Kohana en mis brazos. Me sentí tan bien, tan feliz... y me sentí aún mejor cuando, de la nada, la flor comenzó a crecer y cambiar de color. Le salieron brazos y piernas. Luego una cabeza. Y luego comenzó a verse mas como un humano. Y ahi comprendí que era Kohana. Volví a tenerla en mis brazos. La abrase como nunca antes lo había hecho. Las lágrimas salieron inevitablemente. Miré sus ojitos, vi su sonrisa nuevamente. Era como si me dijera "Estoy bien, papá" solo con mirarme. Le dije "Te amo hijita". Ella sonrió y soltó una carcajada. Esta se transformó en ecos casi inaudibles."

Y fue ahí cuando volvi a la realidad.

- Ritsuka!- era mi madre. - no te muevas, llamaré al doctor.

Mi madre salio corriendo de la habitación. Miré hacia un lado. Habia un pequeño mueble con un florero. Y en el florero una rosa blanca. Volví mi vista al techo y sonreí satisfecho. Kohana estaba bien. Lo supe de ella misma. Estaba bien y seguía a mi lado.

Nadie sabe que pasa luego de la muerte. Pero si estoy seguro de que las personas siguen a tu lado. Quiza cuanto tiempo siguen ahí, mirándote. Pero siguen ahí.

- Ritsuka, como te sientes? - dijo un hombre alto y delgado. Parecia estar él peor que yo, debido a su palidez y su notable 'anorexia'.

- Exelente.- dije sonriendo

El hombre examinó mis ojos con una luz. Luego mi boca metiendo un palito. Luego mis oidos.

Le hizo una seña a mi madre y los dos salieron. Miré a todos lados. Estaba solo. Una bolsa de suero colgaba en un fierro. Esta iba conectada a mi. Al lado habia una bolsa de sangre. También para mi.

Y fue ahi cuando recordé lo sucedido. Moví mi braso para mirar la herida, aun que tuviese, obviamente, un bendaje. Pero esto fue imposible. Algo en mis muñecas me detenía. Entonces miré mi braso y estaba amarrado. Al igual que todas mis extremidades.

Justo en ese momento entró mi madre.

- Madre, que pasa!?- dije asustado- diles que me suelten!

- No puedo hijo... estaras aquí un par de dias...

- Como es eso? Como que un par de dias!?

- Ritsuka, casi mueres. Estas aqui por milagro. Deben tenerte en observación unos días.

- Pero mamá!, Estoy bien!!!

- Si, hijo, lo estas.- dijo esto con una expresión de lástima.

Y entonces, como un relampagueo, vino a mi mente lo ultimo que Usagi me dijo.

- Donde está Usagi?

- Ya vendrá.

Solo me quedaba esperar a Usagi. Si lo que dijo era cierto, quiza sería el hilo que me aferre a la vida.

...