I Found You (Steve Harrington/Eddie Munson)

Capítulo 9

La noche de Halloween no resultó tan magnífica como el grupo de amigos lo había planificado, Mike no tomó nada bien el hecho de que hayan invitado a Max a pedir dulces con ellos, deseaba que fuese una noche para disfrutar con sus amigos, no un momento tonto en el que Lucas y Dustin se disputaban la atención de la chica nueva. Decidió irse antes de lo pactado junto a Will, pues el niño no se sentía bien.

Y nadie podía juzgarlo, tras todo lo que vivió mientras desapareció ya no era el mismo niño dulce y tierno, ahora parecía siempre estar asustado, los doctores lo llaman trastorno de estrés postraumático, pero Will creía que era algo no andaba bien, aquellos sucesos que los especialistas denominan pesadillas, eran cada vez más vividas y aterradoras. Y aquello lo frustraba, odiaba no poder tener una vida normal, detestaba que lo trataran como el ser más frágil del mundo, quería que todo fuese como antes, poder salir solo, tener más independencia, no ser llamado "niño zombie". Quería sentir paz. Algo que creía no poder sentir nunca más en su vida.

Reese gritó del susto al abrir la puerta de casa, llevó su mano al pecho tratando de sentir su corazón. Dustin también se sobresaltó al ver a su hermana, esperando que no sospeche sobre la extraña criatura que encontró en la basura y decidió recogerla.

- Maldición Dustin, casi me matas del susto - se quejó Reese - ¿Qué haces aquí? Te dije que iría por ti, ni siquiera son las nueve aún. ¿Sucedió algo?

- Will se sintió mal, y no sería justo continuar sin él - explicó Dustin - Estaré un momento en mi habitación, después haremos la repartición de dulces ¿te parece?

- De hecho... Iré a una ridícula fiesta Halloween para cumplir con el cliché de una adolescente común e interactuar con personas de mi edad, a pedido de mi hermano - dijo Reese con una sonrisa tímida - será solo un momento, pero quizá estés dormido cuando vuelva.

- ¿En serio? ¿Vas a salir de casa y tener contacto social con más personas? Steve Harrington es mágico - bromeó Dustin - ¿Y qué haces aquí perdiendo el tiempo conmigo? Ve a arreglarte de una vez.

La ojiazul frunció el ceño, pese a conversar como usualmente lo hacen, notaba extraño el comportamiento de su hermano, parecía nervioso, pero Reese decidió darle algo de privacidad, habían sido muchas emociones para un solo día, mañana temprano le preguntaría por Max y se aseguraría de que Will se encuentre mejor.

El menor se encontraba por subir las escaleras cuando un extraño ruido se sintió dentro de la trampa de cazafantasmas que llevaba.

- Descuida, no es nada, es sólo un pequeño motor, así simula verse más real - mintió el menor corriendo hacia su habitación. Reese se encogió de hombros para dirigirse a la suya, debía arreglarse rápido, ya era tarde y Steve la mataría.

Ya no contaba con tiempo para preguntarle si era una fiesta de disfraces, Reese prefirió no arriesgarse e ir con ropa casual, sería sumamente vergonzoso ser la única disfrazada, además no contaba con tiempo para idear algún plan. Vistió con una falda corta y un sweater color celeste, usó un poco de maquillaje y caminó con dirección a la casa de Tina, la dueña de la fiesta.

Era un caos, por todas partes habían adolescentes ebrios bailando eufóricos, Reese buscó a Steve con la mirada, pero no lo encontró, quizá era tarde y él ya se había amistado con Nancy, incluso pudieron irse. Decidió quedarse unos momentos más y en caso no lo encontrara se iría, casi no conocía a nadie ahí, se dirigió hacia la cocina, en donde encontró un ponche color rojo que llamó su atención.

- ¿Qué es esto? - le preguntó a un chico que estaba disfrazado de vikingo.

- Poder puro - respondió antes de irse. Reese rió ante la respuesta antes de servirse un vaso.