I Found You (Steve Harrington/Eddie Munson)

Capítulo 15

Los niños la ayudaron a cargar el cuerpo de Steve y se subieron al auto de Billy. Reese empezó a conducir mientras Lucas le indicaba la dirección y los demás ayudaban a Steve colocando benditas en sus heridas, hasta que al cabo de unos minutos comenzó a reaccionar. Apenas podía abrir sus ojos, se sentía desorientado, confundido y sumamente adolorido. Poco a poco fue recordando... Billy y él peleaban, ¿dónde estaba ahora? Su visión era borrosa, le pareció ver a la castaña a su lado.

-¿Reesie? - su visión empezó a mejorar y se dio cuenta que se trataba de Dustin quien lo miraba con desagrado -¿Qué está pasando?

-Lo dejaré pasar porque estás medio muerto. Tranquilo viejo, todo está bien, te dieron una tremenda paliza, pero lo diste todo - lo animó Dustin.

-¿Qué... -miró a su alrededor con temor, estaba rodeado por los niños en un auto que iba a una velocidad considerable, localizó a Lucas en el asiento de copiloto y Reese iba al volante - ¿Reese? ¿Qué está pasando?

-Oh despertó el bello durmiente, no te preocupes Stevie, tengo todo bajo control.

-Estás yendo muy rápido. Baja la velocidad - le pidió atemorizado.

-Es un auto veloz, hay que aprovecharlo, no sé cuándo me volverán a dar mi licencia.

-¿Qué? - exclamaron todos.

-Dime que es una broma Reese, y no suspendieron tu licencia.

-Pensé que era obvio, no uso mi auto desde hace meses y...

-Debías doblar a la izquierda- indicó Lucas.

-Mierda, sujétense bien - pidió mientras giró cambiando de dirección de manera imprudente, Steve gritaba asustado al igual que los niños, el auto se golpeó contra la acera, pero siguió andando - Cielos, fue un gran golpe, que suerte que no es mi auto. ¿Están todos bien?

-Físicamente si, emocionalmente no volveré a ser el mismo - dijo Mike.

-Nunca más les dejen conducir un auto - exclamó Steve.

-Dios, dejen de quejarse, no estuvo tan mal, tenemos asuntos más importantes que quejarnos de Reese - Max le dedicó una sonrisa cómplice a la mayor.

-Exacto, dejen a mi hermana en paz, quizá no es la mejor conductora del mundo y está algo loca, pero intenta ayudar -defendió Dustin.

Unos metros adelante quedaba el punto hacia el que debían bajar, cubrieron su rostro con bandanas, máscaras y lentes. Se aseguraron de tener todo lo necesario antes de bajar.

-Ya saben las reglas: estaremos juntos siempre, si alguien queda atrapado o ve algo grita -indicó Reese -cuidado con las enredaderas.

Caminaron sigilosamente analizando el lugar, se dirigían en pares: Mike y Dustin, Max y Lucas, Steve y Reese. Todos iban en silencio, necesitaban estar concentrados.

-Es aquí- indicó Mike una vez llegado al punto acordado. Rociaron gasolina alrededor y Steve sujetó su encendedor.

-Voy a extrañarte- dijo a manera de despedida, iniciado el fuego todos corrieron en dirección a la salida, pero tuvieron que detenerse porque uno de los demodogos obstruía el paso.

-Es Dart - indicó Dustin y avanzó pese a las advertencias de Reese - confíen en mí, tengo todo bajo control. Hola Dart, soy yo, Dustin - se quitó la máscara para que el animal lo reconociera - ¿tienes hambre? Tengo tu favorito - Dustin partió un chocolate mientras los demás aprovechaban para pasar - Adiós amigo.

Los chillidos de los demodogos se escuchaban cada vez más cerca. Steve y Reese ayudaron a los a trepar para que pudiesen salir del túnel. Por la magnitud del sonido ambos sabían que era tarde para ellos. Reese le pidió a Dustin que cierre los ojos y le dijo que lo amaba mucho. Los niños los alentaban a subir, pero no había tiempo.