Un Verano en Ibailand

Capítulo 27: Septiempre.

Han pasado ya unas cuantas semanas y el verano está a punto de terminar, dentro de poco tendré que empezar en mi nueva uni y adaptarme a esta vida nueva, aunque por ahora intentaré disfrutar cada momento con esta gente.

Son las 12:30 de un martes cualquiera del mes de septiembre, me levanto de la cama con los ojos hinchados y apenas sin ganas, me meto directamente en el baño, me lavo la cara para intentar mejorar mi aspecto pero tampoco consigo grandes cambios. Para intentar animar un poco la mañana pongo algo de música en mi móvil y bajo para prepararme el desayuno. Por el camino me encuentro con Ibai, que está despeinado y con cara de tener bastante sueño.

- Buenos días. - le digo mientras le sonrío -
- Buenos días. - me contesta con voz ronca y casi afónica -.

Llevaba meses viviendo allí pero una no se termina de acostumbrar a encontrarse a Ibai Llanos en el pasillo.
Cuando llego al salón puedo ver por la cristalera que da al patio a Ander jugando sutilmente con Oker mientras mira el móvil, lleva pantalones cortos y una sudadera, lleva la capucha puesta (algo que le queda fascinantemente bien). Me acercó a él y le digo:

- ¿Y tu qué? Madrugando, ¿no? - de forma sarcástica-.
Él sonríe y mientras se levanta dice:
- Te prometo que me iba a dormir a las 8:00 pero Oker quería jugar.
- Ya claro, y habéis estado jugando 3 horazas, ¿no?
. - sigo vacilando -
Él se ríe y mira para otro lado.
Ander me tiene ahora agarrada de la cintura, me acerca a él y me deja un beso en la cabeza.
- Anda, me voy a dormir que estoy muy cansado.
Y entra a la casa. Yo en cambio me quedo un rato jugando con Oker, aunque poco rato después entro para hacerme por fin el desayuno. Me encuentro a la cocinera en la cocina y me pregunta si quiero que me prepare algo de desayunar, a mi siempre me da apuro molestar a la mujer así que prefiero preparármelo yo y dejar que descanse. Mientras desayuno charlo con ella sobre unas cosas y otras y cuando ya no tenemos de que hablar yo salgo de la cocina y me siento en el salón a ver algo en la tele.

Llevaba allí aproximadamente 1 hora cuando noto que alguien se acerca, era Reven, que está aburrido de estar en su cuarto y le apetece estar con alguien. Se sienta en el sofá y empezamos a hablar:

- Oye Laura, tu cuando viniste, ¿ya nos conocías a todos o solo a Ibai?
- Bueno la verdad es que os conocía de haberos visto alguna vez en el stream de Ibai, pero no había visto un stream vuestro nunca.
- ¡¿Y cómo puede ser que de todos nosotros te fijes en Ander?! ¡Si es un friki del espacio y un sabelotodo!
- Me gustan de esos. - Le dije entre carcajadas -.
- En el fondo Ander es un buen tío, aunque parezca que nos odiamos somos buenos amigos.

Yo asiento con la cabeza y pasamos al rededor de media hora hablando de un par de cosas más.

He pasado casi todo el día en mi cuarto, hoy es uno de esos días de diario que se sienten como si fuesen  un domingo. Alguien llama a la puerta, le indico que pase y veo a Ander asomar, por fin se había despertado. Se sienta en la cama y se ríe al ver mi cara de felicidad. Se acerca a mi y me deja un beso en los labios, a lo que yo respondo con otro, Ander me empuja en la cama y se coloca encima de mi de forma dominante, seguimos besándonos cuando de repente alguien da pequeños golpes en la puerta aún medio abierta, es Barbe, que se queda de pie en la puerta mirándonos en silencio, al segundo suelta varias carcajadas tan características suyas y se va pidiendo perdón como puede. Nosotros también nos reímos, decidimos cerrar la puerta y seguimos a lo nuestro.