Rwby Soft Breeze [I]

Capítulo 7:Academia Beacon

-¡¡Wooo!! ¡Hay tanto verde por aquí! ¡no me cansaría de explorar este lugar!- Alan grito entusiasmado mientras caminaba por los alrededores de la academia, Ronan se encontraba en modo automático pensando en su propio dilema así que lo seguia por reflejo.

-No pierdan el tiempo, vamos al gran salón de una vez- Dan ordeno mientras caminaba hacia el edificio principal de la academia, allí era donde se estaban dirigiendo todos.

-Oye déjalos ver el paisaje, que se diviertan un poco, no van a perderse- Nico hablo en defensa del Winds y Hiryu mientras seguía al Shinobi caminando los dos solos hacia el edificio.

-No cuentes con eso… son muy despistados- Dan expreso su falta de fé en el par con un suspiro de resignación, al final accedió a seguir avanzando solo con el rubio.

-¡¡Dan, Nico!! ¡¿no creen que las estrellas deben verse increíbles aquí?!- Alan pregunto mientras se daba la vuelta solo para descubrir que sus amigos junto a muchos otros estudiantes ya se habían ido.

El sabia que lo más probable es que estuvieran en el gran salón pero pensar en ir allí le produjo una punzada de angustia en el pecho, tenía miedo de enfrentar lo que aguardaba allí… y antes de que pudiera seguir pensando en aquello Ronan que lo seguía desde atrás choco de forma distraída con el.

-Lo siento Alan, no prestaba atención- el joven harapiento se disculpó mientras volvía a tomar su distancia del niño para evitar que se repita aquel incidente.

-Tranquilo, no pasa nada, creo que hasta me hiciste un favor- el Winds le dedico una sonrisa radiante a su amigo, gracias a su choque logro sacarle de encima aquellos horribles sentimientos que se acunaban en su pecho.

-Por cierto… ¿y ahora que hacemos? ¿No deberíamos ir con el resto adentro de la escuela?-

Antes de que el de ojos violetas pudiera responder a la duda de su amigo un repentino sonido de explosión los hizo girarse en alerta hacia su origen, para su consternación ambos se encontraron viendo a dos chicas discutiendo… no, mejor dicho vieron a una albina de ojos azules con una cicatriz en el ojo derecho cubierta de hollín en su glamoroso vestido y chaqueta blanca, ella se limpiaba la suciedad mientras le gritaba a una joven azabache de ojos plateados que usaba un vestido negro y una llamativa caperuza roja, esta última parecía realmente arrepentida e incomoda mientras los reclamos y quejas de la albina no dejaban de estallar en su cara.

-De todas formas ¿que hace una mocosa como tu aquí? ¡Eres demasiada joven para estar en Beacon!-

Presenciar aquello le trajo recuerdos para nada gratos al joven Winds, ahora estaba decidido a involucrarse sin duda alguna, no podía ignorar lo que sucedía, su sentido heroico le exigía intervenir.

-Bueno…es que…yo…- la azabache intentaba hablar pero las palabras se atascaban en su garganta ante el pánico que sentía por hablar con una desconocida que encima estaba furiosa, para su alivio una mano amigable llegó a su rescate, la sujetaron del hombro y jalaron de ella para alejarla de la enojada albina.

-A ver ¿se puede saber que pasa aquí chicas? ¡el primer día de clases no debería ser un día para hacer rencores! ¿por qué discuten?- de forma demasiado entrometida Alan coloco a la chica detrás suyo manteniéndola a resguardo de la elegante albina. Si había una cosa que el Winds reconociera muy bien era cuando alguien se sentía mal y hostigado, tal y como era el caso de esta joven pelinegra, aunque por otro lado tenía cero experiencia socializando así que no conocía límites de privacidad o vergüenza al meterse en conversaciones ajenas.

-¿Acaso Beacon realizó una visita escolar a la academia?- la albina hablo con una voz exasperada mientras observaba de forma molesta a ese par de azabaches demasiado jóvenes para ser estudiantes de Beacon, el tenerlos frente a ella era ridículo y la hacía fruncir su ceño -esta es una prestigiosa academia de combate ¡unos niños no pueden estar aquí, las entrenamientos son demasiado duros para ustedes!- reprocho con gritos estridentes mientras señalaba a Alan con su dedo indicé logrando asi que su voz histerica lo intimide quebrando su valentía.