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Cedric narra

Había visto eso ya antes. Un día en casa con Eos, ella le dio a beber un líquido color sangre a un mestizo, el líquido se esparció por todo su cuerpo poniéndolo medio amoratado, comenzó después a escupir el líquido por la boca, Eos lo curó con un poco de elixir. Según ella había sido un castigo por su desobediencia.

Eso mismo le dije a Liam y pronto pusieron manos a la obra para curar a Alice, ella recobró la apariencia normal en pocos minutos salvo que en su brazo derecho tenía un pequeño círculo color morado casi negro perfectamente hecho.

-Sabemos lo que paso-dijo Liam-Lo que no sabemos es como paso

-Tendremos que esperar a que ella despierte y nos lo diga

-Cedric, ¿Recuerdas el nombre de lo que ella le dio a ese mestizo que me contaste?

-No realmente, no recuerdo sí que lo haya dicho

-Bien, hay que dejar a Alice para que descanse-dijo Thomas

Él y Liam salieron de la enfermería. El lugar era grande con camillas individuales una seguida de otra divididas por una simple cortina. Leo se quedó viendo a Alice un rato antes de volverse a mí.

-¿Vienes?

-Me quedo si no te importa

-Claro

Se fue dejándome solo con ella. No sé si es un término correcto ya que ella no estaba consciente. Se miraba tan delicada y vulnerable de esa manera. Sus cabellos rubio castaño ondulados perfectamente estaban sobre sus hombros. Quería mantenerla así siempre, tan perfecta como era, alejarla de cualquier peligro, aunque eso significara alejarla de mí. Debía existir una manera de tenerla siempre a salvo, pero no podía estar siempre con ella. Ni siquiera podía estar con ella sin que algo malo le pasará. Debía averiguar cómo es que ella término así. ¿Habría sido Eos?, o quizá alguien más. Me mataba no saberlo aun. Sin embargo ella no parecía tener intenciones de despertar aun. Me senté en el borde de la cama y con cuidado tome su mano. Ese extraño dolor me recorrió. Jamás habíamos intentado averiguar a qué se debía. Aunque realmente no me importaba, esa era la única manera de saber que ella seguía aquí, con vida y me encantaba sentirlo. En ese momento alguien se aproximó. Solté de inmediato su mano y me puse de pie de nuevo. Eran Gina y Pru, ambas sonrieron al verme.

-¿Cómo está?-preguntó Gina

-Estable, despertará en cualquier momento

-Ay Alice-dijo como hablándole a pesar de que ella quizá no la escuchaba-Es más fácil mantener a salvo a un bebé en una construcción que a ti

-Ella estaba bien ayer-dijo Pru-¿No es así?

-Claro que no estaba bien-dijo Gina captando mi atención de inmediato, ella me miró como si acabara de decir algo de más-Bueno se sentía cansada pero si te refieres a eso que le paso, si estaba bien

-Bueno, debo irme-dijo Pru y salió a toda prisa por el pasillo.

-¿Vas a quedarte aquí?-me preguntó Gina

-No, de hecho tengo cosas que hacer

-Yo pienso que deberías quedarte

-No puedo

-No puedes... ¿O no quieres?

-Para ser honesto no hay diferencia

-Deja de intentarlo, no vas a poder

-¿De qué hablas?

Realmente no tenía idea de lo que estaba hablando.

-Alejarte de ella, es imposible Cedric, tu aun la amas

Aun no te olvido ©Where stories live. Discover now