Hermano

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Cuando me desperté no recordaba haberme dormido en tan fabulosa cama, el cuarto era pequeño pero elegante. Tenía adornos modernos y muy sofisticados. En la mesa de noche se encontraba una bandeja de plata con algunos frascos de elixir. Pensé en tomar uno pero me retracte. Estaba con Eos lo cual no era bueno y tomar algo que me ofrecía no era la mejor opción. Me levanté, llevaba puesta un pijama. Extraño. Cuando abrí el armario alguna de mi ropa estaba ahí. Que atenta. Me dispuse a darme un largo baño y a cambiarme. Tuve tiempo hasta de maquillarme. Minutos después la puerta se abrió dejando ver a una Eos totalmente feliz.

-Me alegra que estés lista, vamos hay que ir por el desayuno

Me extendió la mano y le tome, su piel es tibia y eso por alguna razón me produjo un escalofrío. Ni siquiera se en donde estoy, la casa está en el bosque por lo que mis ojos ven a través de la ventana. ¿Pero en qué parte?

Llegamos a un pequeño desayunador, no tenía hambre pero sería mi única arma si la necesitaba. Necesitaba fuerzas. Me sirvió un poco de té. Odio el Té.

-¿Has dormido bien?

Asentí.

-Bueno Alice como ayer ya te explique mi intención no es mala, verás no voy a hacerte daño, mi objetivo es otro. Te necesito, tus dones y habilidades son increíbles

Me mira, puedo notar su emoción.

-¿Has pensado ya lo que te dije?

-Sí, pero no creo estar lista para dar una respuesta

-Es simple y sencillo Alice, me das tu collar, abro el portal y tú me ayudas a vencerlos, con tu don de dolor o tu don de invasión mental lograremos grandes cosas

-¿Olvidas lo que me prometiste?

-Jamás, lo repito; dejaré a tus amigos en paz, sobre todo a Cedric y Ámbar, Artemisa sabes que esto nos conviene, destruimos a Helios cuando menos se lo espera y ganamos las dos

-¿Cómo puedo confiar en esto?, además dijiste que a Selene la dejarías en paz

-Ya lo pensaré

-Piénsalo ahora, pero sobretodo es solo matar a Helios a nadie más

-Así será Artemisa

-¿Por qué este cambio en tus planes?

-Ese es mi asunto, no me gusta que me cuestionen ¿Aceptas o no?

Su tono es duro y me hizo dudar.

-Te dejaré pensándolo unas horas más, tengo que salir, te quedas en tú casa

Claro, estaba segura de que en mi casa no estaría encerrada. No puedo creer que estoy aquí y sigo viva, sin poder usar mis dones, pero viva. El plan de Eos era sencillo, matamos a Helios, las dos ganamos, pero yo no estaba segura de que fuera a ceder en dejar su sed de venganza. Pero sonaba sincera, aunque no podía saberlo realmente.

Me dirigí a lo que se suponía era mi habitación y para mi sorpresa Soledad estaba ahí.

-¿Me equivoqué?-pregunté

-No, yo entré, ¿Qué crees que haces?

-Intento salvar a mi familia y amigos

-¿Cómo esta Cedric? ¿Aún me odia?

-No te odia, odia lo que le hiciste

Soledad se puso tensa, miró al suelo y comenzó a llorar.

-Jamás pensé que llegaría tan lejos, Eos dijo que él estaría bien. Jamás imaginé ni un momento lo que tenía que hacer hasta que lo comencé a hacer yo...es...horrible-lloriqueo-Pero juro que me arrepiento por todo, Tu y él ¿Están juntos de nuevo?

Aun no te olvido ©Where stories live. Discover now