Capítulo 2

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—Buenos días, Laura—Saludó el doctor 

—Buenos días, doctor Anderson—Respondió Laura

—Dime, ¿Has vuelto a tener alguna pesadilla? —Preguntó el doctor con tono calmado

—La verdad es que sí, cada vez son más frecuentes y, como puede comprobar, cada vez duermo menos —Respondió Laura mientras bostezaba

—Bueno, qué te parece si hoy probamos otra cosa—Propone el doctor a Laura

—Vale, de que se trata

—¿Sabes lo que es la hipnosis?—Preguntó el doctor a Laura

—Claro que lo sé, pero ¿De qué me va a servir eso? —Preguntó Laura confusa

—De mucho, verás con la hipnosis pretendo hacerte dormir y ver qué es lo que te atormenta. Lo que no te deja dormir —Argumentó el doctor

— No cree, que esto debería de consultarlo con mis padres —Comentó Laura con algo de miedo

—Ya está todo hablado, y ellos me han dado luz verde así, que bueno recuéstate en el sofá y comencemos.

El doctor sacó un reloj antiguo de bolsillo y comenzó a moverlo de lado a lado, no habían pasado ni cinco segundos y Laura ya estaba sumida en un profundo trance.

—Laura, cuando cuente tres, responderás a todas mis preguntas —Comentó el doctor

El médico comenzó a contar y cuando hubo acabado chasqueo los dedos y preguntó.

—Laura, ¿Qué es lo que has soñado hoy?

—Soñé con Evelin, me pedía que no la olvidase 

—¿Quién es Evelin? —Preguntó el doctor

—Evelin, Evelin es... Mi mejor amiga ¡Y QUIERO QUE VUELVA, JODER PORQUE SE TUVO QUE IR! —Comenzó a gritar Laura entre lágrimas

—Vale, Laura, tranquila, cuando cuente tres, despertarás uno, dos y tres —Chasqueó los dedos el doctor.

Laura despertó, asustada y agitada, miraba a su alrededor en busca de ayuda, el doctor la calmó y le dijo

—Tranquila Laura, soy el doctor Anderson, ¿Cómo estás? —Preguntó amablemente el psicólogo

—¿Qué me ha pasado? —Preguntó Laura muy confusa

—Verás Laura, creo que deberíamos de aumentar la dosis de tranquilizantes —Comentó preocupado el doctor Anderson

—Me ha vuelto a pasar ¿Verdad?

—Si te refieres a gritar el nombre de Evelin, me temo que sí estoy más que seguro, que aún no aceptas que tu amiga ya no esté presente en tu vida —Argumentó el doctor

—Es que no puedo aceptar, algo que no es verdad —Dijo Laura llorando

—¿A qué te refieres con que no es verdad Laura?—Preguntó confuso el doctor

—Evelin aún sigue viva y no sé cómo ayudarla —Finalizó Laura la conversación.

Te Recordare Evelin Segundo libroWhere stories live. Discover now