capítulo 12

5 1 0
                                    

—Bueno, como bien ha dicho la señora Anniston, soy Laura y soy la mejor amiga de Evelin, he estado a su lado desde que llegaron a Villa Ventura, vamos que seguramente hubiera sido mi relación más larga de no ser por todo lo sucedido. Bueno, cuando queráis podéis empezar con las preguntas.

Lo que más temía Laura era que la chica de las ojeras hablase, no sabría que responderla, le recordaba demasiado a Evelin.

—Hola, soy Esteve ¿Qué fue lo que más te gustó de Evelin?

—Buena pregunta, cuándo su familia llegó a Villa Ventura Mi familia y yo, fuimos a darles la bienvenida y claro, Evelin estaba ahí. Ambas somos bastante tímidas, a sí que, no hablamos nada, hasta que Evelin rompió el silencio para.

Enseñarme una foto de una estantería que tenía en su habitación, ella se quejaba de que sus padres le habían repintado la estantería y a ella eso, no le gustó el caso, es que me gustó su forma de ser y sobre todo esas ganas de comerse el mundo.

También me gusta su lealtad y la de locuras que hacíamos juntas, gracias a su locura ahora llevo dos años con mi pareja.

Espero haber respondido tu respuesta.

—Gracias por haber respondido —agradece Esteve con una sonrisa.

—Yo tengo otra pregunta —intervino Samanta.

El momento más temido por Laura había llegado. La chica de las ojeras quería hablarla. Laura no tenía ganas de hablar más, pero miró a la señora Anniston y se dijo a sí misma que se lo debía.

—Claro, dime cuál es tu pregunta.

—¿Evelin te confesó algo, que ni siquiera su madre sabía?

Se hizo el silencio, la pregunta estaba formulada para hacer daño, claro que Laura sabía cosas por algo, era ella la única dueña del diario de Evelin, pero se había jurado a ella y a Evelin que jamás diría nada a nadie.

—Bueno, como he comentado hicimos muchas locuras, claro que me confesó cosas, pero Evelin siempre terminaba contando a su madre todo, para Evelin su madre era una pieza muy importante en su vida, sabes en realidad la señora Anniston era la mejor amiga de Evelin yo solo llegué después—Respondió Laura secando las lágrimas de sus ojos.

Parecía que Laura había sabido salir del paso de una forma muy bonita, pero quedaba una última pregunta, una pregunta que se le escapaba de las manos.

—Hola, me llamo Lina y desde que vengo aquí nunca he contado mi historia, pero sí que he investigado la historia de Evelin, me parece todo muy duro y sobre todo increíble. Aún no entiendo cómo el amor pudo causar, un suicidio, siempre he pensado que hay, bueno, que hubo algo más detrás de todo eso, a sí que, mi pregunta es la siguiente: ¿Evelin jugaba, jugó, o estaba en contacto con la guija?

Laura se bloqueó, ella sabía lo de la guija, sabía la existencia de Luzbel ella lo sabía todo, pero no quería decir nada, no sabía cómo salir de ahí.

—Bueno, la historia de Evelin es de lo más horrible, y como bien dices uno no se espera que el amor, con lo bonito que suena, pueda hacer tanto daño, pero así fue y créeme que lo sé muy bien, yo viví de primera mano el romance de Evelin

—Ya, pero no me has respondido —recriminó Lina a Laura.

—Si te sirve, Evelin estaba sola cuando todo sucedió y la verdad es que ella, a pesar de tener esa fachada de chica valiente, no le molaba eso de jugar con él más allá.

—Pero, algo debes de saber, tengo entendido que Evelin te dejo en herencia su diario, de verdad me estás diciendo que no sabes nada, de verdad me crees tan tonta, como para decirme que en ese diario no está la respuesta sobre el suicidio de Evelin—Argumentaba Lina muy seria, sin apartar la mirada de Laura

—Mira, he intentado responderte de la mejor forma posible, no sé qué pretendes indagando de esa forma, eres una insensible, las heridas siguen frescas, y si no lo quieres hacer por mí, al menos muestra respeto por la señora Anniston, lo siento, pero se acabó la ronda de preguntas.

Laura, sospechaba que esa chica de aspecto joven escondía algo, la manera de hablar y de no perder los nervios despertaban todos los sentidos de Laura, su sexto sentido le empezaba a decir que esa chica sabía demasiado, pero lo que más le sorprendía era que la señora Anniston no hubiese intervenido, todo era demasiado sospechoso.

Salió del recinto, y llamó a Michael.

Te Recordare Evelin Segundo libroWhere stories live. Discover now