Capítulo 13

4 1 0
                                    

—Hola, Laura, dime, ¿Qué tal la charla? —preguntó Michael desde el otro lado.

—Como la mierda, tengo miedo por. . . por favor, Michael, ven a buscarme, tengo la sensación de que me observan, necesito tu ayuda —respondió Laura entre sollozos.

—Vale, cariño, respira, voy ahora mismo, mándame la ubicación, pero sobre todo tranquila, sé que es difícil, pero tú puedes —decía Michael nervioso desde la otra línea telefónica.

Laura no se equivocaba, al tener la sensación de ser observada, alguien la vigilaba desde hace mucho tiempo, alguien quería algo de ella y haría lo que fuera para apoderarse de ello. Esa persona no titubearía si tenía que hacerla daño; lo haría.

—Laura, cariño sube— abrió amablemente Michael la puerta del copiloto.

—Joder, ya era hora, no sabes lo mal que lo he pasado, muchas gracias por venir tan deprisa —abrazó Laura a Michael.

—¿Puedo saber qué es lo que ha pasado ahí dentro? —preguntó Michael, confuso y asustado.

Michael puso el coche en marcha, no había un destino fijado, simplemente conducía, sabía que a Laura le relajaba ir sin rumbo fijo por la carretera, y mientras escuchaba a su novia solo pensaba en que la mejor solución para ambos y, ahora para la vida de Laura era mudarse de allí enseguida.

Michael frenó el coche en un pequeño prado y agarró la mano de Laura. No sabía qué decirla para no ofenderla, no quería hacerla daño, simplemente quería hacer saber a Laura que con él podía estar tranquila.

—Laura, creo sinceramente que la señora Anniston no es de fiar, espera un momento y déjame que continúe —hizo un gesto con la mano, para que Laura no lo interrumpiera—. Tú misma me lo acabas de decir, esa persona misteriosa te interrogó como si de una detective privada se tratase, y. . . ¿La madre de Evelin no hizo nada? Piensa un poco, nena, no crees que es demasiado sospechoso.

—Yo opino lo mismo que tú, pero no pienso que la señora Anniston . . . Además, ¿Qué necesidad tiene ella de querer algo de mí?

—¿Qué tienes tú que ella no tiene?—preguntó Michael a su novia.

Laura se quedó unos minutos pensativa, le estaba costando mucho asimilar tanta información, se puso a llorar, Michael la estrechó entre sus brazos y le hizo una proposición.

—¿Te gustaría mirar las nubes conmigo?

—Será todo un placer —respondió Laura, sorprendida, y algo sonrojada.

Te Recordare Evelin Segundo libroWhere stories live. Discover now