Capítulo 22

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-¡Olga, despierta! -Solo ese leve llamado hizo que la mujer se levantara de golpe evidentemente exaltada, ese miedo o mejor dicho, ese terror en sus ojos me era bastante familiar.

-Dígame, señorita Jauregui. -Se puso de pie viendo a la mujer atentamente y después a nosotras, al parecer relajándose al darse cuenta a quien tenía en frente lo cual era extraño pero no le tomé importancia, ni siquiera parecía que acabase de despertar, estaba demasiado alerta y era bastante entendible.

-Esta mujer necesita atención. -Señaló a Ally con un movimiento de cabeza, la chica ya estaba al borde del llanto, había empezado a sudar y más que el dolor, supongo que la agobiaba mucho la idea de que su bebé podía estar en riesgo.

-Claro, ¿Qué le sucede? -Se acercó rápidamente a ella. Mi amiga me volteó a ver y después de un suspiro asentí.

-Estoy embarazada. -Dijo de golpe haciendo que ambas mujeres abrieran los ojos como platos.

-¿QUÉ? -Exclamó Lauren y yo solo la miré con algo de miedo y pena por haber ocultado ese pequeño detalle. Al ver mi expresión simplemente suspiró. -Anda, ve a atenderla. -Dijo apretando los ojos.

Nos encontrábamos en el bloque numero 12, en su viejo urinario para ser más específicas, ahí dormían las personas que trabajaban en el bloque 15 que estaba conformado por dos habitaciones, una que fungía como farmacia y la otra como enfermería. El resto era llamado un hospital donde estaban todos los enfermos. Claro, que la ojiverde primero nos había hecho ir a buscar a una de las enfermeras.

La mujer, quien no pasaría de los treinta años, llevaba un paño envuelto en su cabeza y parecía estar más aseada al menos que nosotras, sin embargo, al parecer nadie se libraba de tener que usar aquel horrible uniforme. Inmediatamente salió con Ally colgada de sus hombros. Las seguí, pero antes de entrar al otro bloque la guardia me detuvo.

-¿Por qué no me dijiste que estaba embarazada? -Preguntó bastante consternada.

-Porque tenía miedo de que le pasara algo... ella quiere tener a su bebé y yo no soy tan cruel como para decirle que las probabilidades son casi nulas. -Murmuré con los dientes apretados, más por aguantar mis ganas de llorar que por algún tipo de molestia.

-Pero ella... -Apretó los ojos y negó.

-Nadie se había dado cuenta hasta ahora, si logramos mantenerla así, quizá lo logre. -Me encogí de hombros con algo o mucha duda.

-Camila... -Suspiró pesadamente y algo me decía que las cosas no eran como yo creía. -De acuerdo... veremos como ayudarla. -Dijo finalmente. -Anda, vamos. -Señaló el lugar y caminamos hacía la enfermería.

No repliqué más, ella era la que conocía el movimiento en el lugar, y saber que al menos lo intentaría sumaba muchas probabilidades de éxito para Ally, así que, prefería dejar las cosas de ese modo.

***

-Debe quedarse aquí, señorita Jauregui. Le administré Fenoterol para aliviar el dolor, pero tiene una amenaza de aborto y lo único que puede hacer es guardar reposo. -La mujer hizo una mueca, Ally estaba recostada en una de las camas, que eran iguales que las nuestras, así que, no había ningún tipo de privilegio ni siquiera por estar enfermo, aunque debía admitir que ya lucía mucho más relajada.

-Pero... ¿no corre peligro aquí? -Pregunté de inmediato, miré a la guardia intercambiar miradas algo sospechosas con la mujer lo que me hizo fruncir el ceño.

-Camila, te aseguro que está en buenas manos. -Me tranquilizó dándome un apretón en el hombro. -No quiero que le quites los ojos de encima. -Advirtió pero no sonaba amenazante, sino como una petición, que claro, debía considerarse una orden tomando en cuenta que era dirigida a una judía de parte de una guardia nazi.

Gloom (Camren)Where stories live. Discover now