Casa De Mascotas.

20.- Aquí vamos de nuevo ....mi mascota es la mejor

En la mansión de mascotas madam Yu, más específicamente en el área médica,estaba a reventar en la sala de espera estaban los familiares de dos de las mascotas con crías recién nacidos Ying y Yao acababan de terminar de limpiar a sus crías las pusieron en los cuneros, los bebés de Yao tendrían que tomar biberón con la leche que extrajeran de su pecho ya que la madre no podría hacer el cambió a su forma animal pues pudiera lastimar en el cambió su pierna y la herida de la cesárea.

Ying estaba tratando de alimentar a sus ocho crías, lo cual debería ser técnicamente fácil con sus diez glándulas mamarias, pero esos pequeños gaszapos eran igual o más glotones que el, puesto que se empujaban los unos con los otros, por chupetar las chichitas de su mamita, que no paraba de dar pequeño gimoteos, tratando de dar lastima a su pareja, para que le quitara de encina por lo menos unos cuantos, pero el estaba tan embelesado que solo miraba con un profundo amor a sus tiernas bolitas de pelo.

En el consultorio después de casi medio día después por fin estaban realizando el ultrasonido a Cheng para saber cuántas crías y de que generó eran, ahí en el monitor se podía ver cuatro cuerpecitos muy tranquilos, dos niñas, dos niños.

Si quería poder alimentar como Ying a sus crías, debía invocar su forma animal de hoy en adelante, ya que faltaba solo un mes para que su proceso de gestación culminará. Xichen le dijo a su pareja que harían lo que el quisiera que el apoyaría su decisión cualquiera que tomara el lo apoyaría. Se decidió por su forma animal así que se transformó en gatito ahí si se podía apreciar la silueta de un embarazo de tres meses en un gatito.

Xichen sangro de su nariz, soltó un grito nada masculino al ver a su pareja totalmente preñado, ahora entendía por qué su hermano tomo cientos de fotos de su gordo conejo, el lo critico que mal estaba, lo tacho de exagerado, que equivocado, incluso le dijo a su madre que debían buscar un psicólogo para el, por qué se babeaba cuando Ying se movía a velocidad caracol por la alfombra de eno.

La doctora le acercó un pañuelo para que se pusiera en la nariz, le dió los nuevos cuidados ya que Mei quedaba libre de Ying por ahora, le asignaría el cuidado de Cheng en su forma animal. Salieron del consultorio con el gatito en los brazos de Xichen inmediatamente Yangli que acaba de salir del cuarto del conejito pues paso a ver a sus sobrinos y hermanos noto que su cuñado traía a su hermanito en brazos se veía hermoso con sus vientre abultado ronroneando ante las caricias de su pareja.

Esa noche Yao, Mingjue y sus hijos dormirían ahí en el cuarto de recuperación por cualquier eventualidad que surgiera después de la operación, Ying, Lan Zhan y sus crías también para tenerlos en observación aunque las crías nacieron sanas y todo en orden no estaba de más tenerlos a la mano por uno o dos días. Así que todos los demás regresaron a su casa a descansar.

En la mansión Wen, Xu tenia dos semanas de no dormir bien, sus bebés ya habían tomado su forma humana, su horario de dormir estaba invertido dormían en el día casi todo el día y en la noche armaban soberanos conciertos, su erizo bien conchudo literalmente conchudo, se extraia la leche la guardaba en los biberones en la refrigeradora y se acostaba a dormir cómodamente sin importar los berridos de sus bebés. Que cuando uno estaba dormido el otro se despertaba y este despertaba con los gritos de su hermano.

Entonces el pobre Xu, se levantaba calentaba el biberón a la temperatura adecuada alimentaba a sus niños y los acostaba con su madre para que también la despertarán pero este era tan práctico que en cuanto sentía a sus crías cerca los abrazaba a el poniendo un pezón en cada boca, durmiendolos en el proceso. Esa si es una buena madre el si sabe cómo manejar el ganado.

Los Lan llegaron a su casa muy agotados se despidieron de los chicos y Quiren, subieron a su habitación, Meyling estaba feliz por fin su sueño de tener una gran familia se estaba cumpliendo, su Zhan tenia a sus crías recién nacidas 8 en total que milagro, Xichen tendría cuatro bebés más, Quiren no se sabía aún pero por el tamaño de la panda de ese osito no les parecería extraño que no fuera solo uno.

Madam Lan siempre intento tener más hijos pero debido a su mala fertilidad apenas y logro culminar con dos, siempre se sintió culpable por no dar más descendencia a su marido, pero ahora estaba agradecida, pues en unos días habría noches de desveló, preocupación, incertidumbre y mucho trabajo tendiendo a ocho crías recién nacidos, cuatro niños de un año y dos híbridos embarazados que cuidar, por qué si, cuando Lan Zhan llegó a la casa con esos tiernos,delgados y desconfiados niños a ella se le rompió el corazón algunos tenían su piel pegada al hueso, poco saludable y con mucho miedo hacia las personas.

Ella los aseo, los alimentos y compro todo lo necesario para que mejoren, mientras su madre Ying no puede hacerse cargo de ellos. El conejito sería una excelente madre, amorosa, consentidora, alegre y cálida, por ahora solo le quedaba ayudar a los niños a perder el miedo hacia los adultos, por qué en unos meses tendrían que convivir con sus hermanos, a tener que adaptarse a recibir amor en grandes cantidades, puesto que su hijo había logrado una metamorfosis impresionante;de frío y distante, ha cálido y amoroso,nunca lo creyó posible y el estar ahí para verlo era una de sus grandes satisfacciones.

Se acurrucó con su esposo, su fiel compañero, su otra mitad, el hombre por el que dejó su vida de delincuencia y estorcion, para transformarse en madam Lan, la mujer más respetada de la familia, aquella que solo tenía que pedir para recibir todo lo que se el antojara, no se arrepentía solo a veces extrañaba la adrenalina que le generaba el estar fuera de la ley, poner en jaque a todo aquel que le dijera que por ser mujer no podría manejar la organización de las arañas violetas que le dejo su madre. Pero que sería de su vida si hubiera seguido por ese camino, nadie lo sabe, ella no quiere tampoco desperdiciar su rato de amor con su esposo, por pensar en lo que ya no es ni lo será.