Casa De Mascotas.

32.- Mi bello durmiente al fin despertó.

Quiren dormía por primera ves en muchas semanas de manera tranquila, estaba soñando que su travieso osito se escabulle debajo de sus sábanas, siente perfectamente como con sus suaves manos baja el pantalón de su piyama, el aliento de la boca de su osito, le eriza los bellos de su intimidad.

Luego pasa su lengua lamiendo su erguido pene, como lo acaricia con besos suaves y húmedos, mete su mano bajo la sábana, quiere que la sensación de ser succionado sea real, al tratar de alcanzar su miembro se topa con una peluda cabeza, su cabellos largo, suave , que diablos está pasando, quien se atreve a tocar lo que no es suyo.

Abre sus ojos , quita de golpe la sábana y ahí entre sus piernas está el, jingyi en su forma humana, en qué momento despertó o sigue soñando por eso el está ahí, que está pasando con el, en eso está cuando la cabeza peluda levanta la mirada, se sienta en su regazo amasando sus nalgas en la poderosa erección del Lan quien todavía no sale de su sorpresa.

Jingyi le dice, uummm no sabes amor cuánto tiempo extrañe el sentirte rozando mi entrada, dime cariño tu no me extrañaste, umm ,dime Arent, no te gusta heee dime quieres estar dentro de mi mi amor, haaa que grande y gruesa la tienes mi cielo, yoo te necesito haaaa, todos estos meses de solo lamerme las ganas de ti haaaa, amor me darás tu miel cariño siii haaaa, dámela ahora corazón por favor, haaa.

Hasta ahí pudo aguantar, saltó sobre el, lo puso contra la cama comenzo a besarlo apasionadamente, destrozó su piyama y cuado iba a penetrarlo...

Piiii......piiiiii.....piiiiiiiiii....piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii la alarma de su buró sonó, su cuñada entro seguida de las enfermeras que cuidaban a los bebés oso, pasaron de largo hacia las cunas de los pequeños, los revisaron, asearon con cuidado los pusieron en la transportadora los llevaron a la cama de mamá oso, los pusieron cerca de sus pezones para que se alimentarán.

Quiren no quiera ni moverse sentía que su erección no había bajado nada, ni por la vergüenza de ver a esas mujeres entrar, su cuñada se acercó y le dijo casi en un susurro, quien diga que el santo profesor Lan Quiren no para ni agua de lluvia está muy equivocado, yo que tú me metería al baño a limpiar tu conciencia, se alejo de él con fuertes carcajadas, el se levantó con todo y sabana al baño, abrió la ducha muy fría, seguía oyendo las carcajadas de su cuñada en ocasiones esa mujer lo sacaba de quicio.

En la cocina Cheng, Zhan, Quingjen y las cocineras preparaban el desayuno, Ying las nanas y las asistentes ayudaban a acomodar a todos los niños en la mesa, los conejitos ya podía comer en la mesa solo con las sillas más altas, los bebés gatitos se colocaba en sus porta bebés con bases altas para integrarlos a la mesa.