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ALEX

Para ser un mentiroso soy perfecto.

No del todo lo soy, tampoco perfecto pero todo era un maldito plan del que no me arrepiento...

Comencé a leer el documento escrito que estaba dentro de la carpeta.

«Sabrina Addison,
Nacimiento: 08 de enero de 2005, actualmente 16 años.
Padres: Loraine y Misael Addison...
Dirección: (***)

Mis ojos se abrieron como platos cuando leí lo siguiente:

Condiciones físicas: buenas
Condiciones mentales: regulares-malas (trastorno de depresión , ansiedad, estrés...)

No, no fue eso era lo qué iba después. Rápidamente saqué todo de mi cabeza y volví a guardar todo dentro del cajón.

¿Por que tendría que ser con ella?

Toqué la puerta y Leo me abrió, salimos lo más rápido que pudimos de la oficina de la directora de la escuela.

-Ella no está bien- le dije a Leo.

-¿Tu lo estás?

-No lo entiendes, yo tengo mis problemas pero ella tiene fantasmas del pasado que aún le atormentan.- expliqué.

-¿No me vas a decir que es exactamente?- preguntó curioso.

-No, tampoco debí hacerlo pero debía saber en que me metía. Nadie se puede enterar de lo que hicimos ¿Vale?- le ordené y el asintió.

-¿Que vas a hacer ahora?- preguntó estúpidamente, le dí mi mayor cara de odio.

-Jugaremos a este juego.

El no entendió nunca lo entendería del todo, pero algún día lo haría. Después de todo quien mas me levantaría cuando terminara de jugar.

-¿Apostamos a quién gana...

Y si, si íbamos a apostar hasta dos veces porqué este juego valía la pena

(***)

7:50pm.

Estaba enfrente de la casa de esta chica.

Vestía de short negro y pullover negro y de converses altos, blancos y negros. Mi vida no estaba tan desordenada como mi cabello.

Tenía que dar una buena apariencia.

Aunque todo dijera lo contrario.

No lo entenderías sino te lo explicara en lo que consiste este juego, pero te juro que algún día lo entenderás.

Quitando todos los pensamientos negativos de mi cabeza decidí acercarme a la casa, tenía miedo, no lo podía negar.

Toqué suavemente la puerta y la madre, al parecer, abrió la puerta, me miró con desconcierto.

-Buenas noches, soy un compañero de clases, se encuentra Sabrina... Es que quedamos en que vendría a estudiar.- mentí y luego sentí miedo de ser descubierto

Ella me analizó durante un momento. Me sentí algo juzgado y temeroso pero lo descarté de mi cabeza.

-Sabrina... Te buscan.- gritó.-Ven pasa, disculpa, es que no estaba enterada de la visita.

-No importa

-¿Como te llamas, chico?- preguntó ella.

-Alex.

-Alex, pareces ser mayor.- en ese momento dudé en qué decir pero no había marcha atrás.

-Diecisiete. Es que repetí varios cursos.

HASTA QUE TE VAYAS (Resubiendo) Where stories live. Discover now