『15』

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Correr nunca había sido tan difícil hasta ahora.

La distancia que la separaba de él se había esfumado, y aquí estaba ella, ante el Yoyogi Kaikan.

Una ráfaga de terror se apoderó de su corazón, y la anticipación la estaba consumiendo lentamente. Se está esforzando por salvar la vida de la Toman, que depende de un fino hilo.

Rápidamente, antes de que el tiempo corriera más, Shiroi golpeó al lacayo de Daikokuten que le bloqueaba la entrada.

A continuación, siguió luchando contra todos los enemigos que se interponían en su camino.

Decenas de ellos la rodearon, pero ella se encargó de ellos con facilidad, dejándolos a todos tendidos en el suelo.

El único daño que le habían causado era el antebrazo, que probablemente estaba morado.

─¡Shiroi!─ alguien llamó desde atrás. ─¡¿Mikey está contigo?!─

─¿Emma? ¡¿Qué estás haciendo aquí?!─ Shiroi se acercó a ella y luego las dos iniciaron un abrazo. ─Es peligroso. Vuelve a casa─

─He oído que Mikey y Draken han venido a hablar con unos yakuzas... ¿Es eso cierto? Si lo es, no puedo irme sin llevar sus traseros a casa─ Una cortina de preocupación se dibujó en la mente de Emma.

─Sí. Los traeré de vuelta, así que quédate aquí, Emma─ borró la ansiedad de Emma mientras la guiaba cerca de un coche para que se protegiera.

─Dile a Draken que lo estoy esperando. Mantente a salvo, Shiroi─

Adentrándose más en el edificio abandonado, corrió hacia donde las voces provenían.

Allí estaban el capitán y los demás líderes de la Toman, frente al segundo al mando de Daikokuten.

Una oleada de alivio la hizo sonreír sutilmente al ver a los chicos ilesos.

Pero estaban hablando y ganando tiempo; eso era suficientemente sospechoso.

─¡Mikey!─ gritó, confiada en que ganaría la atención de Daikokuten y en que acabaría por fin con esta crisis.

Pero ese plan se rompió al poco tiempo cuando su alrededor comenzó a arder.

Una explosión detonó detrás de ella... justo donde dejó a Emma.

El miedo y la frustración se acumuló dentro de ella, pero un río de adrenalina no dejó que sus lágrimas se escaparan de sus ojos.

─¡Emma...!─

Esa fue la gota que colmó el vaso; definitivamente cancelará el trato y cortará cualquier lazo que haya construido. Va a retirarse a las sombras, y alejarse de esta gente que no tiene porque estar involucrada con la yakuza.

Los gritos desgarradores, las ensordecedoras alarmas de los coches y la caída de los escombros resultaban inquietantes.

Una sensación escalofriante subió por su  cuerpo, y todo lo que su mente podía imaginar era a Emma bañada en sangre, con la piel pálida y fría como el hielo.

-Es mi culpa-

-Es mi culpa-

-La culpa es toda mía-

-Lo siento...-

La densidad de la culpa que se acumulana en sí misma extorsionaba su mente.

A pesar de tanta conmoción, Shiroi corrió hacia donde había dejado a Emma.

Caminando a duras penas a través de las llamas abrasadoras y el humo asfixiante, comenzó a temblar.

-Por favor... que esté bien-

Un par de brazos temblorosos la envolvieron de repente por detrás. ─Shiroi... pensé te había pasado algo...─

Girándose, le devolvió el abrazo, agarrándose como si fuera a desaparecer.

─Mikey, Emma...─ su voz era apenas audible, pero él la escuchó de todos modos.

─¡Oye, Mikey! ¡vengan aquí! ¡joder!─ Mitsuya los llamó mientras atendía a una Emma herida. Al ver esto, Shiroi llamó inmediatamente a una ambulancia.

Cuando los ojos de Mikey divisaron la figura inmóvil de su hermana, todas las emociones parecieron desaparecer, dejando solamente una furia infinita.

A un lado estaba Draken, aprentando la mandíbula. La melancolía y la rabia hervían en su interior.

─¡Guarda eso para después! Emma aún respira, ¡ayúdame a levantarla!─ de nuevo, Mitsuya habló, rompiendo el duelo que parecían tener.

─Mitsuya tiene razón, Ken-chin─ Mikey sonrió con los ojos cerrados.

─Ya llamé a la ambulancia...─ Intervino Shiroi.

─Gracias, Koyabashi─

-Lo siento-

-Ódiame-

-Me iré y te dejaré vivir en paz-

La culpa la silenció, el rostro de Emma yaciendo inconsciente se reprodujo sin cesar en su mente. Era una pesadilla.

Está decidido; dejará todo antes del amanecer. Los momentos que pasaron juntos ya no volverán, pero ella prefiere perder a alguien para siempre que seguir mintiéndole.

Escapando discretamente, segura de que Emma se salvará, volvió al edificio para arreglar las cosas con Daikokuten.

A pesar de todo el humo negro que envolvía los alrededores, siguió corriendo antes de que Daikokuten pudiera escapar.

En el camino, sintió la presencia de alguien que la seguía pero eso no la detuvo en lo absoluto.

─Shiroi-chin, no puedo dejarte ir sola─ Mikey la siguió.

Pensó que lo mejor era no comenzar una discusión, y en su lugar dejar solamente que la siguiera. Además, por mucho que ella discuta, él se quedará con ella a pesar del peligro.

─¡Yo fui quien le dijo a Emma que se quedara allí, y ahora está herida por mi culpa!─

─¡¿Cómo diablos va a ser tu culpa?!─

─Dejé que te metieras en el territorio de un yakuza ¡podría matarte!, por el amor de Dios, ¡¿no es esto suficiente para que me odies?!─

─Tu hermano es detective, así que querían raptarte para chantajearle. Así que para, Shiroi-chin, no has hecho nada malo─

─¿Qué? Eso...─ desconcertada por la confusión, ahora se daba cuenta de que Mikey había pensado que su hermano era un detective después de que su abuelo mencionara las antiguas ambiciones de Kazuya de convertirse en uno.

¡BOOM!

Otra inesperada explosión ensordeció nuevamente sus oídos.

El suelo comenzó a crujir, los escombros caían cerca de sus cabezas y todo lo demás se movía. Mikey la cogió en brazos, utilizándose a sí mismo como escudo para ella.

Lo siguiente que supieron fue que estaban atrapados.

➛ 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑𝐈𝐓𝐄 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐄 ||  ➵ s. ᴍᴀɴᴊɪʀᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora