『23』

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Un copo de nieve caía del cielo y aterrizó en su mejilla. El hielo cristalizado se derritió por el calor calor en su rostro.

La nieve tenue y flotante, de a poco a ido llenando la tierra de Japón a medida que el invierno hiba avanzando.

Los rastros de las aguas poco profundas de la fuente en medio del centro comercial están ahora congelados, deteniendo su constante flujo.

─Shiroi-chin, vas a ir a la otra tienda, ¿verdad?─ Mikey preguntó.

─¿Hm? Sí─

Actualmente, un grupo de amigos se encuentra comprando regalos para un intercambio navideño que se les ocurrió.

Hinata, Yuzuha e incluso Shiroi se juntaron para amañar el sorteo, para que Emma y Draken les tocara el uno con el otro.

Aunque fue divertido organizar todo, buscar los regalos fue sutilmente difícil para algunos.

Ya habían pasado semanas desde que Shiroi regresó con los de la Toman después de abandonarlos para tratar de resolver todo lo que pasó con Daikokuten.

La chica miraba los alrededores de la tienda de ropa mientras Mikey se encontraba sentado en un sofá, alegando que ya había conseguido su regalo.

Mordiéndose los labios, contempló qué zapatillas de marca comprar, las marcas, los modelos y los colores batallaban en su ment, hasta que finalmente cogió los tres pares.

Es un pequeño regalo para Mikey junto con una caja de edición limitada de dorayaki que ya había tenía en casa.

También escogió un collar personalizado con un colgante de plata.

A veces, piensa si las chicas también amañaron el sorteo para que a ella le tocara Mikey.

Llevando los artículos a la caja, los pagó y los metió en una bolsa de regalo.

Unos brazos rodearon la figura de la chica con fuerza y un rostro se acurrucó en su hombro, sin importarle un carajo las miradas que les dedicaban los mayores. ─Quiero ir a casa, Shiroi-chin. Tengo sueño─

Siempre que están los dos solos, se transforma en un niño, aunque ella no se queja la mitad de las veces.

─Enviemos primero un mensaje de texto a los demás─ prometió ella, saliendo de la tienda con él.

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𝖲𝗁𝗂𝗋𝗈𝗂:
¿Han terminado todos?. |
Tengo un pequeño niño conmigo |
que quiere ir a casa.|

𝗁𝗂𝖿𝗎𝗒𝗎:
| ¿Pueden venir aquí a
|el estacionamiento?.
|Tenemos unos asuntos.

𝖬𝗂𝗍𝗌𝗎𝗒𝖺:
| Vamos también.

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No esperaba eso ahora, estaba tan feliz porque hiba a celebrar Nochebuena con sus amigos.

─Mikey, Daikokuten está aquí─

No pasó un segundo de esa declaración y sus ojos se abrieron como ventanas para luego dirigirse con rapidez hacia el estacionamiento. Una ráfaga de viento helado les salpicó provocándole a la chica un escalofrío.

Parece que fueron los primeros en llegar, solo estaban Baji y Chifuyu.

Tres hombres de repente llegaron y se pararon frente a los líderes de la primera división, pero su atención cambió rápidamente hacia Shiroi.

─¿Qué? ¿vosotros también queréis arruinar nuestra Navidad? ¿Por qué no venís y lo intentáis?─ Divulgó firmemente, expulsado un poco de vapor.

Se colocó orgullosa haciéndole frente a los yakuzas. Toman es una familia para ella, y no quiere que sea disfuncional por otro problema.

El hombre del centro que llevaba un largo abrigo negro, empujó a uno de los chicos que estaba a su lado, y le dió órdenes. Tal vez el chico sea un recién llegado o un lacayo inferior en Daikokuten.

─Rafiki, ya la has oído. Mátala─ Una sonrisa se formó en el hombre del medio mientras instaba a Rafiki.

Desenfundando su arma, Rafiki le apuntó a la cabeza, pero ella se acercó confiadamente sin dudar, pegando su frente a la punta del arma sin pestañear.

─Shiroi...─ Chifuyu pronunció por lo bajo, preocupado por el comportamiento de la chica.

─Una Beretta M1923, nunca usada antes, y sin silenciador. ¿De verdad? ¿Justo al lado de un centro comercial atestado de cientos de posibles testigos? ¿A dónde vas a huir? Este está rodeado de guardias. Y a unas pocas cuadras, hay una estación de policía─ Se burló ella, distinguiendo el arma con sólo mirarla.

Una parte de Mikey estaba impresionada por la destreza de Shiroi, aunque en el fondo le asustaba que Rafiki apretara el gatillo que podrían acabar con la vida de su chica en menos de un abrir y cerrar de ojos.

Una gota de sudor recorrió visiblemente la frente de Rafiki, nervioso tanto por su enemigo como por su jefe.

Mitsuya y Hakkai llegaron al lugar, siendo recibidos por Shiroi que apoyaba su cabeza en la punta de un arma mientras sonreía. Draken y Takemichi habían quedado con las chicas, según la orden de Mitsuya.

─¿Qué coño está pasando?─ preguntó Mitsuya.

En una fracción de segundo, retorció dolorosamente la muñeca de Rafiki, arrancándole el arma de la mano y sus pies le golpearon en el pecho haciendo que el aire saliera de sus pulmones para luego caer de espaldas con un ruido sordo.

El arma descendió sobre el pavimento. Rafiki, que no se había recuperado del todo, se arrastró para alcanzar el arma, pero el pie de Mikey le dio una patada en la barbilla que no le permitió moverse más.

─Ella es Kobayashi Shiroi, el número dos de Bishamonten. Un prodigio en el clan Kobayashi, esta es la chica que el vicecomandante quiere matar─ Dijo el hombre del medio en voz baja.

Suspirando sin decir nada más, dieron la espalda y se dirigieron a su coche, alejándose del jaleo y dejando atrás a Rafiki.

─Voy a seguir a esos mierdas. Conseguiremos su ubicación. ¡Hakkai, vamos!─

─Ten cuidado, Mitsuya, Hakkai. Muchas gracias─ Les agradeció.

─Eso fue muy valiente, Shiroi─ Baji la elogió.

Mikey tenía sus ojos puestos fijamente en Shiroi, llenado de un sentimiento de orgullo.

➛ 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑𝐈𝐓𝐄 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐄 ||  ➵ s. ᴍᴀɴᴊɪʀᴏWhere stories live. Discover now