『27』

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Se formaron fracciones de luz vagas y borrosas. La máscara de oxígeno creó una ruta de aire únicamente para ella.

Su respiración ahogada se contuvo y el prominente pitido del monitor de ritmo cardíaco resonó dentro de la cámara blanca.

Empapada de alarma, entró en pánico durante los primeros segundos hasta que sus delirios retrocedieron.

Cerca de sus rodillas, la sábana blanca de la cama del hospital se hundía y tenía restos de calor, lo que indicaba que alguien había estado allí no hace mucho tiempo.

Un sinfín de dolores le impedía moverse libremente. Aunque sus heridas anteriores están ahora vendadas, sentía el pecho hinchado como si hubiera algo en él que no debería estar ahí.

Efectivamente, la bala seguía dentro de ella, pero sólo había impactado cerca de un órgano mortal.

Los médicos le habían dado tiempo para descansar antes de que empezara otra operación.

Además, su primera operación justo después del incidente había durado demasiado, y había drenando litros de sangre; sería peligroso lanzarse a la segunda operación.

Puede que haya pasado un día, una semana o un mes; no tiene ni idea de los acontecimientos que siguieron justo después de desmayarse. Aún así, reflexionó con entusiasmo, agitada por decirle a Mikey que todo va a estar bien a partir de ahora.

Hoy es el último día del año.

Una ráfaga de viento sopló contra el calendario colgado en la pared donde asoma la página del año dos mil seis.

Mientras tanto, fuera de su puerta merodeaban los capitanes y vicecapitanes de la Toman, que estaban al tanto del incidente.

─¿Crees que Kobayashi mintió por algo?─

─Puede ser. Seguro nos ocultó su identidad por alguna razón─

─Mikey lo sabe. Sólo necesita espacio. No importa si ella tenía una razón o no. Aún está molesto y es obvio que no están del todo en buenos términos─

El abatimiento habitaba en el interior del rubio. Con la boca semi-abierta, Mikey seguía mirando a la nada, eligiendo el asiento más alejado del resto.

En cuanto a Chifuyu; él tenía muchas ganas de hablar con su presidente, aunque hacerlo podría clavar la idea de la traición más profundamente en el corazón de Mikey. Así que anhela con lo más profundo de su ser que Mikey encuentre empatía hacia Shroi.

La noche que ella aceptó el trato, no se le pasó por la cabeza la idea de utilizarlo como compañero desechable. Todo lo que necesitaba era ayuda

La luz se encendió cuando ella pulsó un botón en la mesilla de noche junto a la cama.

Todo el mundo acababa de darse cuenta de eso, pero en un abrir y cerrar de ojos, Mikey ya había desaparecido de su asiento.

La tarde acogió el exordio del alba.

Los tonos suaves del cielo pintaron las ventanas de vidrio, perfeccionando la silueta de Shiroi. Ella apoyó la espalda contra la cabecera y lo miró.

─Quiero hablar contigo─ Le pidió ella, a lo que él accedió con indiferencia, sentándose en una silla junto a la cama. ─...Mikey... no te lo dije porque ni siquiera éramos amigos y no podía dejar que nadie supiera en los crímenes que estoy involucrada─ Cerró los ojos por un momento mientras se mordía los labios.

Sin embargo, Mikey se limitó a clavar sus ojos en la sábana blanca sobre su cama, con los ojos vacíos pero con la mente sumergida en las profundidades de sus pensamientos.

─Y cuando nos acercamos, no conseguí decírtelo porque pensaba en marcharme ya que estaba trayendo problemas a la Toman─ Continuó titubeante. ─Pero cuando decidí no irme, pensé que tal vez el hecho de no decírselo a nadie haría que todo quedara en el pasado y esperaba que todo continuara con normalidad. No esperaba que te enteraras de esa manera, Mikey. Yo... lo siento─

En estos momentos, ella está en su estado mental más vulnerable.

En una habitación sola con Mikey, la chica admitió todos sus errores e idioteces; era una niña de diecisiete años rindiéndose a las veces que mató, robó y vio la tortura como si nada.

Ahora que lo pienso, Shiroi es terriblemente similar a Mikey en cierto modo. A pesar de contar con la ayuda de la gente que le rodea, se aferra a todo por sí misma, tratando de luchar contra su problema por su cuenta como si fuera la única manera; al final, sólo logró empeorar las cosas.

─Sabes que siento algo por ti, Shiroi-chin. Te habría ayudado sin importar quién seas─

─Lo sé... lo siento─ Shiroi se arrepiente de haber ido de incógnito, de haberles mentido y de haber aceptado el trato porque mira hasta donde los a arrastrado.

─Cállate, Shiroi-chin. Siempre pones toda la carga sobre ti. Podrías habérmelo dicho y te habría salvado... no te hubiera pasado esto... Pero ya ha pasado, ahora estás bien... Vuelve conmigo...─

Una lágrima solitaria y cristalina se resbaló inconscientemente por su mejilla y cayó sobre la cama.

Algo cálido y suave rozó las yemas de sus dedos; su interior se encendió al ver que Mikey le besaba la mano.

Aunque siempre habían estado al lado del otro, estas últimas semanas, no podían evitar echarse de menos, echar de menos esto.

Un dolor insoportable y silencioso en su pecho se desvaneció rápidamente, siendo su perdón, su cura.

─Mañana es primero de enero. Aún no te e dado lo que te prometí. Vallamos juntos a cualquier lugar cuando te recuperes Shiroi-chin y te lo daré─

Por fin, todo ha terminado.

La joven se siente muy feliz de por fin poder estar con él, de liderar a la Toman junto a él y de poder quedarse a su lado a dondequiera que sea que vaya.

─Mhm, entra a mi corazón y espera hasta morir¹─ Ofreció su mano para estrecharla con la de él.

─¿Trato? No hay devoluciones─

─Trato─

Mikey se acercó a su cara, besando suavemente su mejilla, y luego su barbilla, y luego sus párpados, y luego su frente; cubrió toda su cara con besos castos, haciéndola reír.

Los médicos llamaron a la puerta y procedieron a entrar. ─Disculpe, señor. Es la hora de la operación de Kobayashi-san. Por favor, salga de la habitación por el momento─

Y así respetó civilmente los deseos del médico.

Cuando dijo que tenía otro regalo para ella por la víspera de Año Nuevo, no pudo evitar recordar a los medios tan triviales, pero con intenciones tan significativas.

En su memoria se forjó la sensación de la superficie del regalo: un juramento, un vínculo eterno.

➛ 𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑𝐈𝐓𝐄 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐄 ||  ➵ s. ᴍᴀɴᴊɪʀᴏWhere stories live. Discover now