AZUL

6. Un descubrimiento

El hecho de que Penélope hubiera accedido a la aventura no quería decir que se sintiera muy cómoda por estar a merced de Colin. Tenía el corazón acelerado y la respiración desbocada mientras él la tomaba de la mano. —¿A dónde me llevas? —Dejó que él la guiara. Un carruaje esperaba detrás de la posada dónde ella se hospedaba y al ver que le abría la puerta, terminó por tomar su mano para subir viendo que él entraba luego de ella. Un golpe al techo y el vehículo se puso en marcha con ambos dentro. —Tengo curiosidad, ¿A dónde me llevas? ¿No vas a decirme nada?

—Un lugar que no has visto jamás. Te aseguro que no es nada malo.

Pero era algo malo... Al menos para el corazón de Penélope. Ella sabía que siempre había amado a Colin, darle espacio de volver a entrar en su vida le haría daño y más si él no sentía el mismo amor que ella sentía.

Conocía el dolor intenso de enamorarse de forma unilateral. —Le pones demasiado empeño a algo que no tiene futuro, Colin. —Dijo sería mientras ponía las manos juntas sobre su falda y suspiraba. —¿No crees que no deberíamos estar juntos yendo a...?

—¿Futuro?

—El beso. —dijo tragando saliva. —en un mundo perfecto eso significaría algo más pero no quiero que... quiero decir, soy una solterona, eso no va a cambiar así que no debería arriesgar la poca reputación que me queda para ir contigo.

—¿Entonces por qué estás aquí? —Esa si era una buena pregunta. Y conocía la respuesta, estaba ahí por egoísta, porque haría lo que fuera por tener solo un poco de ÉL, aunque luego no le quedara más que los recuerdos grabados en el alma. —Tú piensas que tenemos futuro. ¿No es así?

—No lo pienso. Yo sé que no es así. Colin, mira las evidencias que yo vi tan claras. ¿Por qué piensas que ahora voy a aceptar como si nada? Y sé que me contradigo al estar justo aquí enfrente de ti, pero... Te aseguro que no se repetirá.

—¿Y has dado antes tu corazón?

Ella se sorprendió por la pregunta, y si lo analizaba a conciencia la respuesta era "no", jamás se había arriesgado demasiado por él o por cualquiera. Siempre estaba a la periferia de todo, jamás en el epicentro. Juntó los labios y luego de agachar la mirada volvió a alzarla y a mirarlo. —¿Y tú? ¿Has dado alguna vez tu corazón?

—¿Cuánto tiempo llevas esperando una pizca de mi cariño, Pen? ¿Me crees si digo que estoy poniendo mi corazón ahora enfrente de ti?

"Años y años..."; negó al oírlo y suspiró cansada. —No puedes decir de la noche a la mañana que me amas, no me conoces, Colin. Nadie me tomaba en serio, ni siquiera tú.

Golpe. Ella tenía razón. Cada que la sacaba a bailar era para cumplir con su deber, aunque en algún punto era más porque le agradaba la compañía de Penélope. Si tan solo pudiera determinar en qué punto fue. —Nunca me disculpé por lo de Marina. Tú intentaste decirme... Yo iba a cometer una locura, había preparado todo para huir a Gretna Green con Marina. Siempre estuviste presente de una manera constante y leal y te tomé por sentado.

—Lo sé. Y lo intenté todo, Colin. Intenté decirle a ella que no te usara para ese fraude. Intenté decírtelo a ti. Intenté... Pero solo era la penosa hermana pequeña Featherington. No te portes coqueto conmigo... Es lo que te pido, lo único. Sé mi amigo y eso es todo. No tengo tu corazón y lo sabes.

—¿Solo amigos?

—Sí. —Casi dijo delante de él: "Ya murieron todos mis ideales románticos", pero decidió callar. —¿Dónde será tu siguiente viaje?

Lo evadía. Eso era nuevo. Penélope Featherington siendo la guía de la conversación. Pero él también era experto en mover las brújulas a su favor. Hasta ese momento creía que él era quien llevaba el timón y hacía que ella fuera a donde quisiera, pero la dueña del mar estaba resultando ser Penélope. Sin embargo, si ella evadía sus preguntas, él podía hacer lo mismo. Mientras el carruaje avanzaba decidió hacer exactamente lo que ella hacía. —¿Vas a decidir viajar por mucho tiempo? Creo que te agradaría ir a India. Es vibrante, el aire huele a especias, aunque hace mucho calor. Podrías ir a ahí.