18. Un amor de tinta

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Pen:



Te escribo desde Francia. He pasado por el palacio de Versalles y es absolutamente majestuoso. Creo que te fascinaría el jardín de las Tullerías.


Este viaje ha sido bueno, aunque un poco desviado. Luego de lo de Marina y contigo recordándome que quería ir a Grecia tuve que embarcar. Solo que acabé en un país diferente buscando una experiencia diferente. Saldré en unos días rumbo al Mediterráneo esperando que todo lo nuevo que vea me borren los malos recuerdos de Londres.


Sé que no debería escribirte, pero podríamos mantener el secreto, lo cierto es que extraño hablar con alguien que me conozca, y tú me conoces.


Para que veas algo de Francia te he puesto una postal coloreada por uno de los pintores más reconocidos de París, es una vista del palacio de Versalles.



Estoy mucho más emocionado por este viaje de lo que quiero admitir, tal vez sirva para sanar las heridas del corazón.



Colin.



***



Querido Colin:



He recibido la pequeña pintura en acuarela que enviaste de ese palacio de Francia. Es absolutamente preciosa. ¡Los colores son hermosos! Ojalá supiera hacer obras tan hermosas con acuarelas como ese pintor que hizo esta. Estoy sorprendida de que me hayas escrito, guardaré el secreto, no te preocupes por eso. Siempre que quieras conversar conmigo estaré dispuesta a escucharte, o a leerte como en este caso.


¿Cómo es el jardín de las Tullerías? Cuéntame más sobre París, el solo dibujo me hizo querer ir a conocer esa ciudad, pero como dama estoy atada a Londres, bailes y eventos toda las semanas que dura la temporada y luego a la casa de campo de los Featherington. Mis viajes no son muy animados como los tuyos, así que estoy feliz por ti, me alegra que los disfrutes.


Que tu viaje dure lo que deba durar, Colin. Si sirve para encontrarte entonces no es tiempo perdido, y después de que tú te hayas sentido tan mal con lo que pasó con Marina, es necesario que vivas y recuerdes que puedes empezar de cero. Eres valiente, no pierdas esa cualidad tuya.



Te quiere, Penélope.



***



Pen:



Me ha impresionado que me contestes. No lo esperaba. Te escribiré desde un nuevo punto del mundo ya que hoy me embarco al Mediterráneo. ¿Qué quieres saber de Las Tullerías? Intentaré describirlas...



Está a las riberas del río Sena en París, y todo es verde y esplendoroso. Hay muchos árboles, altos, bajos, arbustos de flores y sobre todo muchos rosales blancos. Cerca se puede ver el palacio de las Tullerías, pero intento describirte el jardín. Hay huertos y viñedos, es como todo Mayfair sin las casas y rodeado de flores. Antes era propiedad de la familia real y solo algunos nobles podían entrar en este lugar, pero las cosas han cambiado luego de la revolución francesa. En sus praderas muchas damas francesas se sientan a comer pasteles y a beber vino. Muchos pintores se acercan a capturar las vistas mágicas y con sus acuarelas capturan los colores del lugar sobre sus lienzos, cielos azules despejados, praderas verdes con césped perfecto, parterres con flores e incluso arbustos de fresas y bayas. Con la luz del sol brillando parece que el río Sena es como un espejo que refleja todo el verdor de los árboles que dan sombra. Si el Edén existe en la tierra, ese sin dudas es el Jardín de las Tullerías.

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