12. Una amistad

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Escribía mientras las doncellas ordenaban sus baúles para viajar a Londres nuevamente. Eloise veía a su amiga llenarse los dedos de tinta mientras trabajaba en su novela. —¿Me cuentas la trama? Me encantaría saberla, Pen.

—Es una historia autobiográfica. Un poquito, "La fea del baile en la alta sociedad". Y parte de mi viaje a Chipre también. -dijo ofreciéndole la primera hoja para que la leyera. —podrías darme tu opinión.

Eloise sonrió y asintió mientras comenzaba a leer cada palabra que había plasmado su mejor amiga. Sentándose a su lado vio que el comienzo era bastante melodramático. —Debe tener final feliz, ¿No lo crees? Después de todo, Colin va a cortejarte frente a todos. –Eloise le devolvió la hoja a Penélope y sonrió intentado conversar. —Pen ¿Por qué nunca me contaste de tu afecto por mi hermano? ¿Te avergonzaba sentir algo así? Es que tengo que reconocer que fui una tonta al no darme cuenta. Siempre fue muy claro y ahora que lo miro en retrospectiva, digo: "Siempre estuvo ahí". Aunque, creo que es mejor así, me habría inmiscuido de forma terrible.

Pen negó dejando la pluma y suspiró mientras reía. —Inmiscuido. Lo lamento, lamento no haberte dicho. No sé porque no te lo dije, solo fue algo... solo pasó que nunca lo dije. Yo jamás me sentí avergonzada de sentir amor. Estaba muy apenada porque era un amor unilateral, quizá no te dije por eso, no quería que intervinieras, sabía que nunca iba a ser la clase de mujer que tú hermano deseaba. Aprendí a vivir con el amor no correspondido, aunque era doloroso también.

Eloise entendió, por extraño que pareciera. Nunca había considerado el amor y había rechazado hombres, tantos que ya se hablaba de ella en la sociedad. Sin embargo, había algo en las palabras de Penélope que la hacían entenderla. —Ahora entiendo porque siempre buscabas hablar con Colin. Aunque él también estaba enamorado entonces, como dije, lo estuve viendo en retrospectiva. Él te buscaba con la vista en cada baile y sonreía un poco al ver una tela amarilla, lo notaba aunque no le daba importancia. ¿Estás feliz por como fue tomando todo la forma en todo este tiempo?

—Sí, muy feliz. Eloise, tengo que contarte algo... –Ambas se acercaron un poco más y hablaron mucho más bajo para no ser oídas. Penélope quería contarle a Eloise, ya que se estaba quemando por dentro. —Colin y yo... Nos besamos en Chipre.

—¿De verdad?

—Sí. –Dijo sonriendo un poco sonrojada. —Fue maravilloso.

—Yo me siento feliz por ambos, es bonito  verlos enamorados. ¿Qué se siente? No conozco el amor en mí misma, solo lo que he visto en los demás. Pero no quiere decir que no quiera enamorarme.

—¿Estar enamorado? –Eloise asintió y Penélope no supo encontrar las palabras para describir lo que había dentro de sí misma, solo que era maravilloso. —No lo sé, supongo que es diferente para cada persona, siento que no estoy ayudando. He leído sobre el amor en libros, y no creo que se sienta como una novela, es más intenso.

Eloise suspiró y comenzó a jugar con la falda de su vestido. Tenía que sacar lo que sentía, aunque en su cabeza sonaba a envidia. No quería empañar la felicidad de Penélope. —Creo que estoy siendo terrible.

—No. ¿Qué sucede? Eloise, puedes contarme.

—¿Recuerdas cuando me dijiste que habías salido a la sociedad y ahora pensabas en cosas maduras como el matrimonio? -la vio asentir y soltó el aire mientras se quitaba los guantes para doblarlos una y otra vez debido a los nervios. —Nunca pensé en ello. Jamás quise casarme, pero no era porque no creyera en el amor, solo que todos eran unos pelmazos. -Penélope se echó a reír y Eloise igual. —He rechazado seis propuestas de matrimonio desde mi primera temporada. Ahora tengo veintiocho, antes no era tan malo porque pensaba en que resolvería todo contigo y no te escuché esa vez, tus deseos de casarte estaban ahí, siempre estuvieron ahí, y yo no sentía necesidad, pensé que seríamos un par de viejas juntas con casitas vecinas. Pero ahora... Siento envidia, Pen. Tú estás enamorada, y yo quiero sentir lo mismo, conocer a alguien y ni siquiera sé como se siente. Al menos quisiera saber como se siente. Nunca he sufrido por amor, jamás. Incluso cuando creí sentir algo, no fue así.

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