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Kate Pov.

Me removí entre las sábanas al sentir la luz del sol contra mi cara. Le di la espalda a la ventana y cuando sentí el espacio vacío en la cama supe que Yelena ya había despertado. Abrí los ojos para corroborar y en efecto no había nadie ahí. Me senté, estiré los brazos al mismo tiempo que bostezaba y tallé mis ojos limpiándolos de lagañas.

-Buenos días dormilona. - entró a la habitación y me dio un beso en la mejilla. Olía rico. - ¿Descansaste bien ? - asentí.

- Te bañaste. - apunté. Su cabello se veía levemente húmedo y creo que eso explicaría el aroma que sentí después de su beso.
- Así es. Lo hago todas las mañanas. ¿Tu no te bañas acaso? - se acercó a mi levantando mi brazo y tratando de olerme. Ay no. ¿Y si de verdad huelo mal?
Mejor trate de retirar mi brazo y ella al ver mi reacción empezó a reír.
-¡Si me baño! Solo que lo hago por las tardes, es más... relajante.-
Después de decir eso ella murmuró.
- Bueno, el desayuno ya está hecho, te espero abajo y terminando te llevo a tu casa. No recibo un no por respuesta. - apuntó a mi nariz y en respuesta hice puchero. De verdad que no quiero ser una molestia. - Linda carita. Te veo abajo. - caminó hacia la puerta y antes de que pudiera salir por completo se detuvo a decir algo más.
- Por cierto... muchas gracias por lo de anoche. Me divertí mucho. - sonrió y guiñó un ojo.
¿Que fue eso? ¿Ella sabe lo del beso? ¿Como sigue tan fresca como lechuga si anoche parecía que hoy estaba por morir de la resaca? ¿Como la miro a los ojos sabiendo que quiero besarla otra vez? Realmente quiero hacerlo. Fue bonito, suave, y sentí cosquillas en la barriga. Hablando de barriga, muero de hambre y el aroma que proviene de su cocina me abrió más el apetito. Me levanté y bajé las escaleras, ahí el olor a comida era más fuerte.
Se escuchó el tintineo de los platos chocar contra la mesa, indicando que todo estaba listo. Pude levantarme más temprano a ayudar, pero temprano y puntualidad no son palabras que me definan.

- Todo se ve delicioso. Lamento no haber despertado para ayudarte. -

- Todo esta bien no te preocupes, anda, come que se enfría. - me senté y ella junto conmigo. ¿De que hablamos ahora? ¿De lo qué pasó anoche ?

- ¿Te pierdes así muy seguido?- soltó de la nada.

- ¿Perdón? -

- Si, eso qué haces de pensar muchas cosas y mirar y perderte en la nada. ¿Lo haces seguido? - preguntó metiéndose un bocado a la boca.

- Eso creo. Últimamente he estado más pensativa de lo usual. -

- Y... ¿En que tanto piensas? - puso sus codos sobre la mesa, entrelazó sus manos y reposó su rostro sobre de ellas. Yelena es muy curiosa, casi tanto como yo, pero de entre su curiosidad había un aire ligero de...

Yelena Pov.

Esperanza. Estaba esperando que Kate pensara sobre el beso, o sobre algo. Podré haber estado ebria pero recuerdo cosas, por eso es que en la mañana no tuve una cruda. Y cuando eres abogada y debes parecer más dura que una roca, aprendes a controlar tu relación con el alcohol.
Volviendo al tema inicial, extraño mucho el momento en el que pude besarla. Recuerdo haber oído mi corazón latir, latía muy fuerte que parecía que lo tenía al lado de mis oídos. También recuerdo mi juramento. Incluso esta mañana puse en práctica algún tipo extraño de coqueteo, pero recordé que la chica bonita con la que estoy desayunando es pésima con las indirectas. Igual no creo ser la mejor persona a la hora de coquetear, hace tiempo no lo hago. Necesito hacer el siguiente movimiento. ¿Pero como?

Piensa, Yelena... piensa.

- Ahora tú eres la pensativa, solo que no te quedas mirando al suelo o la nada como tú lo dirías, pero haces esa mirada un poco intensa. Dime mejor tu, que corre por tu mente. - me despertó de mis ideas.
Yo sé que no miro a la nada, estoy consiente de que cuando comencé a pensar la miré a los ojos. Esos hermosos ojos marrones que dan confort y tranquilidad.

- Pensaba en ti. Había visto gente bonita, pero no tan bonita como tú. Y no solo eso, eres tierna. - sonrió, y también noté el rubor de sus mejillas. - Y tienes una sonrisa encantadora. - yo sonreí también. Esta niña me está haciendo feliz de una manera nueva. Aún no la he conocido por mucho, pero no por eso quiere decir que no sea capaz de sentir sensaciones que no habitaban en mi cuerpo desde hace un largo tiempo. Y aún así, mi relación de antes se sentía bonita y especial, pero ahora hay algo diferente, una chispa extra. Una chispa que me hace querer besar a Kate. Aquí y ahora. Levantarme, ponerme de cuclillas frente a ella, acariciar su rostro, apreciar cada peca y cada lunar que habite en su cara, besar su mejilla, besar su nariz, besar sus labios.

Mientras yo divagaba viéndola y sonriendo -probablemente como tarada-, nuestras manos se estaban encontrando en la mesa. Pero estaba nerviosa, y con algo de miedo al rechazo de su tacto. Nuestros meñiques estaban a milímetros, se sentía el roce, y ese roce me provocaba miles de sensaciones y cosquilleos.

Enlázalos, Yelena. No seas una cobarde y entrelaza los meñiques.

Lo hice, los entrelacé suave y sutilmente. Estaba más cerca de ella, y seguíamos sonriendo. Sin embargo el rubor de sus mejillas había aumentado. Tan linda.

¡Ding Dong!

Nuestras manos se separaron casi abruptamente. Pudimos tener otro momento especial, de no ser por el sonido del timbre.

¡Ding dong! ¡Ding dong!

- Lo siento... - dije en una risita. - ire a abrir. Quien sea que esté afuera parece desesperado. - me levante y limpié mi atuendo por si tenía migajas del desayuno.

- Está bien. No te preocupes. - ella rió también pero sentí que no quería que me fuera de ahí. ¿Lo estoy logrando?

Caminé hasta la puerta, retiré el seguro y abrí.

- Oh, Señora Bishop. Buenos días. ¿Necesita algo? - era su mamá.

-Buenos días Yelena, si verás solo quería saber si haz visto a Kate. -

Chin. ¿Sabe que estoy con Kate? De todos modos no puedo mentirle.

- Si claro, está aquí adentro desayunando. ¿Quiere pa...- entró antes de que terminara mi pregunta.

Kate estaba entretenida leyendo una tira cómica del periódico mientras terminaba su desayuno. No tenía idea de que su mamá estaba tras ella.

Perdón por arruinarte la paz dejando entrar a tu mamá, Kate.


Ya está el nuevo capítulo. Disfrútenlo. ¿A qué creen que fue doña Bishop?
Lxs leo en los siguientes capítulos.

-Amelia.

I'm here [Katelena]Where stories live. Discover now