24.

351 33 2
                                    

Yelena Pov.

Creo que si conversación estaba terminando. Antes de que decidiera acercarme a saludar ellas se estaban abrazando y pude leer en los labios de Kate un "Fue agradable verte de nuevo".

No estoy segura del porqué seguí parada viendo la escena. Tal vez fue porque esperé a que la chica se fuera para poder hablar con Kate y saber si las cosas en su casa habían resultado bien.

- ¡Yels! - su dulce voz me despertó de mi trance.

Volví a este plano y sonreí para saludarla con mi brazo disponible, ya que en el otro aún tenía las compras.

Kate se acercó hasta a mi y a juzgar por su sonrisa creo que las cosas no pudieron salir tan mal. Sin embargo seguía sintiendo algo raro.

- Hola. ¿Venías a hacer unas compras? -

- Yo eh... si. Natasha necesitaba algo así que pase y dije que iría a su casa. - señalé con la cabeza hacia la calle que daba a casa de Nat. - Y qué tal salieron las cosas con tu madre. ¿Todo bien? -

- Oh no, para nada. Fue absolutamente terrible. -

Oh.

No quiero sonar mezquina pero... ¿Por qué está tan feliz si todo salió mal?

- La verdad no quiero discutir ello, solo recordarlo me arruina el mal humor. -

- Entiendo, cariño. No te preocupes. Estaré aquí para cuando necesites hablarlo. Sabes que cuentas conmigo, y no te sientas presionada de hacerlo ahora. - acaricié su hombro en señal de apoyo.

Ella sonrió, y es que no puedo dejar de sentir como algo en mi interior se remueve de alegría al ver esa linda sonrisa. Y es que es una sonrisa que podría iluminar todo el lugar.

- Gracias, Yels. Lo aprecio mucho. Y no te preocupes por ello, ya pude hablar algo y me desahogué con una amiga, de hecho gracias a ella me siento de un mejor ánimo. -

Entiendo.

Lo que no entiendo es porque se siente como una punzada.

- Eso es muy bueno, linda. -

Nos quedamos en silencio. Ella seguía sonriendo, pero yo me sentía algo tonta.

- Bueno preciosa, tengo que irme, creo que Nat me está esperando... -

- Oh si, por cierto... antes de que te vayas. Quería preguntarte sobre algo. Es sobre una doble cita. -

- Oh si claro ehm... si tú estás de acuerdo con ello yo no tengo ningún problema. - ¿por qué me siento tan torpe? ¿Y por qué me sudan las manos?

- Justamente eso quería preguntarte, si no tendrías algún problema en ir en una cita doble y que si te gustaría, no se... ¿volver a salir conmigo? - se mordió el labio nerviosa, en busca de una respuesta. Es increíble lo linda que puede llegar a ser una personita.

- Por supuesto que si cariño. - dejé mis nervios de adolescente atrás y me acerqué a ella - ¿Por que no querría volver a salir contigo? Eres maravillosa, Kate Bishop. -

Sostuve su mejilla con dulzura y le di un pequeño beso en los labios.

- Bueno linda. Tengo que irme. ¿Hablamos más tarde? -

- Por supuesto. -

- De acuerdo. Hasta entonces mi niña. -

Me giré y caí en cuenta del apodo. No estoy segura de haberla llamado así frente a ella. No iba a dejar que notara mi nerviosismo regresar a mi cuerpo así que solo seguí caminando alejándome con cada paso del centro y caminando hasta casa de Nat.

Una vez ahí, toqué el timbre y Natasha no tardó en recibirme.

- Traje tus toallas anciana.- sonreí mientras sacaba de la bolsa el paquete de estas.

- Idiota. - recibí de parte de ella un amistoso (aún así doloroso) golpe en el hombro. - Gracias, Lena. Ven, pasa. -

Se hizo a un lado para que pudiera entrar y me tiré en el sillón cómodo de solo verlo. Creí que por que la casa de Natasha estaba en el centro no estaría tan lejos del supermercado. Me equivoqué. Me duelen los pies y el brazo se me entumió de cargar con tanto.

- ¿Que más compraste, chaparra? Oh por Dios... ¿Helado de caramelo? ¡Que delicia! - escuché que estuvo a punto de abrir el bote pero la detuve.

- Hey hey. Quieta. No es para ti, planeaba usarlo con Kate en una cita. -

- Iugh, no seas asquerosa. No sabía que tenías fetiches con los postres y eso. -

Me sonrojé de golpe y me levanté a quemar con la mirada a Natasha. De todos modos se que la culpable fui yo por no hacer buen uso de mis palabras.

- No, mensa. No hablaba de eso. -, le lancé un cojín del sillón. - Me refiero a que quería compartir algo especial para mi con ella. No lo sé... creo que es lindo. -

- ¿Ahora eres cursi? Que hermana tan bipolar tengo. - puso el helado en la nevera y se acercó a mi para sentarse a un lado.

- No soy bipolar, pero no entendiste lo que quise decir a la primera. -

- Aparte de bipolar analfabeta y con problemas de comunicación. ¿Que haré contigo? - dijo eso último tomando mi cabeza con sus dos manos y agitandola.

- Yaaa. Harás que me despeine. -

- Por favor no está tu noviecita aquí para que te arregles, mejor pasa algo de tiempo de calidad con tu hermana. -

Me encanta que Natasha y yo siempre hayamos tenido una buena relación. Tal vez no tengamos la misma sangre, o el mismo apellido, pero fuimos criadas en el mismo ambiente y bajo mismas situaciones. Natasha fue mi primer mejor amiga, y nunca la cambiaria por nada ni nadie. Agradezco tener ese lazo tan especial que nos une. No importan las peleas que hayamos tenido por cosas tan insignificantes como quien se queda con la litera de arriba, o las que eran de real importancia. Natasha siempre será mi hermana, y eso nunca lo voy a negar. Es mi confidente y mi compañera de crímenes. De hecho, de no ser por ella yo no sería la mujer que soy ahora. No quiero quitarle el crédito a nuestros padres, pero siempre vi a Natasha como mi modelo a seguir, alguien tan valiente, decidida, dedicada y sobre todo maravillosa.

- Me quedaré contigo un rato. - me dejé abrazar por ella - ¿Vemos una película? -

- Tu elige. Pondré las palomitas. - dijo ella mientras se levantaba para ir a la cocina. No sin antes revolver mi cabello. - Por cierto antes de que pasemos a olvidar a tu polola por hoy... ¿Le comentaste lo que te dije? -

- Ah si sobre eso... supongo que Wanda también debió contarle, ella me lo propuso a mi así que supongo que ambas aceptamos. -

- Perfecto. Es pasado mañana a las 6:00 pm en el restaurante ese de pastas. -

- ¿El que huele a pan de ajo desde una cuadra antes de llegar? -

- Exactamente. -

Después de que el microondas sonara, Natasha puso las palomitas en un bowl, regresó al sillón y empezamos a ver una de nuestras películas favoritas.

- ¿"It takes two"? -

- Vamos, sabes que también te gusta. -

- No me quejo. Aunque ahora que lo pienso... las gemelitas que salen en la película son muy parecidas a Wanda cuando era pequeña. -

- ¿Te imaginas que fueran realmente hermanas? -

Nos miramos unos segundos y empezamos a reír.

Como amo a mi familia. Como amo a mi hermana.

I'm here [Katelena]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang