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Kate pov.

A la luz del amanecer comencé a despertar, me tallé los ojos para ver mejor y me estiré. Sentí el aire matutino chocar contra mi cuerpo que aún se encontraba desnudo. Yelena seguía dormida a mi lado. Una de sus manos estaba sobre la almohada, y varios mechones cubrían su cara. Su nariz se veía rojiza, supongo que por el clima frío. Eran tan linda verla solo descansar.

Caminé para ponerme algo encima y encontré una camiseta de Laika en el suelo, decidí ponerme eso. Me dirigí hasta el baño para lavar mi cara y mis dientes y con el rostro adormilado vi mi reflejo.

Es extraño verme en el espejo, aunque no siempre fuera así. No recuerdo cuando fue el día exacto en el que comencé a notar las pequeñas y casi transparentes pecas que habían en mi cara, y aunque a simple vista no se notaban yo sabía que ahí estaban... y me molestaban. Miraba mis ojos y con cada día se volvían más cansados, las bolsitas bajo el párpado se abultaban de a poco en poco, los lunares que alguna vez me parecieron inexistentes ahora eran eternos y notorios. ¿Cuanto tiempo llevo viéndome al espejo minuciosamente? ¿Por cuanto tiempo mi nariz ha sido así? Mi cabello es un desastre y mi cuello es... ¿rojo? No. Morado. O es acaso...

Revise desesperada tratando de jalar la camiseta para poder ver mejor.

- Oh... ¡rayos! - exclamé en silencio al ver de que se trataba.

Escuché un murmullo afuera del baño y luego como Yelena se estiraba y el sonido de las sábanas siendo movidas.

- Mhg... ¿Bishop?-

- ¡En el baño! - respondí mientras regresaba al cuarto acomodando mi cabello parau  no verme mal frente a ella. - Buenos días Yels. - sonreí al verla con su cabello alborotado y sus ojitos hinchados por el sueño. No recuerdo haber conocido a una rubia tan adorable.

- Buenos dias preciosa. - su sonrisa había hecho sus ojos rasgarse un poco más. No podía dejar de pensar en lo hermosa que era.

Me acerqué a ella y subí de nuevo a la cama. Su torso estaba cubierto por la sábana, solo podía ver sus hombros fríos marcados con pequeños lunares y sus clavículas marcadas, también había ahí una pizca de posesión de mi parte.

- ¿Sigues pensando cosas impuras, Bishop? - preguntó al sentir mi mirada sobre las marcas.

- Tal vez. Pero sigo pensando también como explicaré esto a mi madre .- alcé el cuello y dejé que viera lo que hizo.

- Oh por Dios... ¿Yo hice eso? - con uno de sus dedos acarició por sobre la piel rojiza. - Lo siento, Katie. Olvide que verías hoy a Eleanor.- se cubrió la cara con sus manos avergonzada, pero yo no pude evitar reír.

- No te preocupes linda...- quité las manos de su rostro con gentileza - lo solucionare con maquillaje. - ella sonrió y en respuesta le regalé un corto beso en sus labios.

Después de unos segundos la vi pensativa.

- ¿Que sucede?- pregunté.

- Mhgg... ¿Es raro que quisiera que no lo cubras? Me refiero a que... -

Rei al entender a que se refería, y en verdad yo tampoco querría cubrirlo si eso significaba que por el momento yo era de ella. Es raro pensar que lo posesivo es malo cuando en realidad se siente tan bien, y ese efecto en Yelena lo hacía incluso mucho mejor.

- Entiendo a que te refieres... - subí de nuevo quedando sentada sobre su regazo y mirándola más de cerca. - ¿Quieres decir que soy tuya ahora? - susurré en contra de sus labios. Amaba la sensación de ello. No podía dejar de mirarlos. Eran perfectos, suaves.

Sentí sus manos tomar mi cintura por debajo de la camiseta.

- No lo sé ... - dejó ir un leve suspiro - ¿Eres mía ahora? -

- No escuché que en algún momento preguntaras si quería serlo. -

- Mhgg prefiero reservar la pregunta para un momento mucho más especial que solo esto. - sentí sus pulgares acariciar mi cintura. Después una de sus delgadas manos frías trazó un suave y lento camino de mi abdomen hasta uno de mis muslos.

- Cada momento contigo es especial.-

- Demonios, Kate necesito besarte y tenerte conmigo todo el día. -

Yelena fue la primera en sellar la brecha que había entre nuestros labios y los juntó en otro beso. Estábamos a punto de volver a lo de anoche, de no ser porque Cotton regresó a molestar en la puerta del cuarto con un par de "meow's".

Detuvimos el beso y comenzamos a reír.

- Creo que alguien tiene hambre. - dije disculpándome y voltee para ver a Cotton con leve molestia.

- Si bueno... el no es el único que tiene hambre.-

Miré los ojitos verdes de Yelena y con la luz del sol reflejada en ellos hacia el momento ciertamente irreal.

- ¿Que quieres desayunar? -

- Lo que sea que tú gustes estará bien para mi... ¿Me prestarías tu baño? Necesito darme una ducha.-

- Por supuesto. Mientras tomas tu baño prepararé de desayunar. - le di otro beso - Vamos. - me levanté de la cama y le mostré donde estaba la ducha, le expliqué las llaves de agua fría y caliente y le presté una toalla para que pudiera secarse.

Para cuando bajé a la cocina lo primero que hice fue alimentar al Cotton. Después de eso preparé el desayuno y esperé a que Yelena bajara. Ambas disfrutamos de la conversación, aunque yo no pude disfrutar tanto mi desayuno, pues tenía que acabar rápido para ducharme. Antes de dejar que Yelena terminara de desayunar deposité un besito en su cabeza, fue después que corrí escaleras arriba para darme prisa.
Me puse algo que a mamá le agradara, usualmente ella no era una gran fanática de mi estilo de la moda, así que eso significaba sentirme un poco incómoda en mi ropa todo el día.

Para cubrir la marca en mi cuello apliqué un poco de maquillaje. Aunque mi primera opción involucraba una bufanda el clima no ayudaba. Hacía demasiado calor.

Escuché el timbrar de la notificación en mi teléfono y no esperaba ver un mensaje de aquella persona.

"Hey linda. ¿Estás libre esta tarde? Estoy en el pueblo ;)"

I'm here [Katelena]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora