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Kate pov.

De camino a casa de mi madre el camino estuvo silencioso, sin embargo no fue incómodo. Yelena iba muy concentrada en el viaje y yo... yo no podía dejar de pensar que volvería a ver a alguien tan importante de mi pasado.

- Hey. ¿Todo está bien, preciosa? - rompió el silencio.

-¿Uh? Si, todo bien. - le di mi más sincera sonrisa.

- No te preocupes, apuesto a que sea lo que sea que tenga que hablar tu mamá contigo no podrá terminar mal. Si es así sabes que puedes llamarme después ¿Okay? -

Colocó una de sus manos sobre la mía que reposaba en mi pierna izquierda, haciendo un gesto de apoyo. Ese tipo de contacto que teníamos me hacía sentir plenamente feliz. Era una mezcla de sensaciones tan linda. Hacía que mi cara se ruborizara y mi corazón latiera. No habia podido sentir tal cosa en mucho mucho tiempo, y era casi... mágico.

Para cuando llegamos a casa de mi mamá ella no se molestó en meter la camioneta a su garage, simplemente la dejó al frente de su casa, supongo que más tarde saldrá.

Agradecí el viaje y en especial la noche anterior. Tenía tantas ganas de volver a besarla pero frente a casa de mi madre eso era algo complicado. No se como lo tome cuando le diga que su nueva y perfecta vecina ha tenido citas conmigo y nos hemos besado cientos de veces.

- ¿Quieres que te acompañe hasta la entrada? - preguntó ella.

- No. Creo que estaré bien.- lo único que pude fue sonreír como si no tuviera miedo. También acaricié su hombro, siendo ese el contacto más cercano que podía tener con ella ahora.
Ella lo entendía perfectamente.

- De acuerdo, preciosa. Suerte.... Ah y recuerda que cualquier cosa estoy en la puerta de al lado. -

Caminó hacia su casa y esperé a que entrara para poder caminar al pórtico de la que antes era mía.
No tuve que tocar la puerta durante mucho tiempo, mamá ya estaba detrás de esta después de escuchar el primer "knock".

-¿Donde habías estado? Te estuve esperando desde hace dos horas.-

- Buenos días a ti también, mamá. Y lo siento... desperté tarde.-

Ella me miró con desaprobación mientras negaba.

- Siempre te levantas tan tarde. ¿Que tan difícil es que pongas una alarma y te despiertes a buena hora? - esto era algo muy común de mamá. Siempre empezaba quejándose de que me despertara más tarde que ella, todas las mañanas eran igual cuando vivía aquí, y es increíble que incluso aunque este ya no es mi hogar ella sigue tratándome como si fuera una adolescente descuidada. Y sin embargo, el reclamo no terminaba ahí. - Yo en todo el tiempo que seguramente seguiste dormida soñando quien sabe cuantas tonterías ya había hecho mis deberes del día, chequé las facturas de impuestos, metí a lavar y secar la ropa sucia, prepare el desayuno, tomé una ducha, me arreglé y atendí una llamada de trabajo importante.-

Ahí estaba. La parte en la que ella presumía que se levantaba a las 6:00 de la mañana y había hecho más cosas que cualquier ser humano en su vida. No me sorprendería que algún día me dijera: "Kate, yo he despertado desde las tres de la mañana, ya compré una nueva casa, viaje en avión hasta Australia, firmé los acuerdos de un país inexistente, regresé de nuevo, adopté a una niña más perfecta que tú, iniciamos una guerra en contra de un partido político, conocimos a Jesucristo en persona y tú seguiste dormida."

- ¡Kate! ¿Escuchaste una sola cosa de lo que te dije? - alzó la voz llamándome la atención y trayéndome de vuelta a la realidad chasqueando los dedos frente a mi cara. Que pesada.

- Lo siento... estaba pensando en las cosas que pude haber hecho esta mañana.-

- Eso ya no importa. Lo que te decía es que en la llamada del trabajo dijeron que intentaron formatear los sistemas de la compañía y casi se filtra información confidencial que tenemos dentro. -

- Y yo tengo que ver en esto por qué... -

- Porque posiblemente al encontrar la identidad de quien sea que intenta destruir la compañía haya un juicio y contrataré a Yelena como mi abogada. -

- Sigo sin entender que tengo que ver yo en esto.- estaba confundida.

Mamá respiro profundo y siguió hablando.

- No se que te traes de nuevo Kate, pero quiero que te alejes de Yelena y no la estés metiendo en tus cosas raras. -

Rei amargamente. No se que es lo que más me molesta, que ella siga sin entender que no soy una persona que se ve casada con un hombre en un futuro o el hecho de que siendo su hija protege a alguien más de mi.

- No estoy metiendo a Yels en nada. Ella y yo...-

- ¿Yels? Ahora tiene un apodo, excelente... Kate, no por envidia a alguien que es mejor que tú en muchos aspectos tienes que volverla rarita como tú. -

Eso me enfadó muchísimo más, y volví a sentir esa presión en mi pecho y en mi garganta intentando detener mis ganas de llorar.

- ¡Querer a alguien no es algo raro, que me guste alguien no es algo raro, mamá! Es algo tan completamente normal así como a ti te gusta el tonto de Jack. -

- ¿Entonces estás admitiendo que te gusta Yelena? -

- No estoy admitiendo nada. -

No quería decirle que realmente Yelena me había encantado, que si me gustaba demasiado y que me estaba haciendo sentir tan feliz después de años.

- ¿Entonces por qué la miras de esa manera? Vi como salías de su auto esta mañana. ¿A donde la llevaste? Se supone que ella había ido a casa de su hermana. -

- ¿Por qué insinúas que yo la llevé a algún lugar? No todo es mi culpa. ¿Qué tal si yo soy la que le gusta a ella? ¿Habías considerado eso? -

- Ay Katherine, por favor. Una mujer tan respetable y perfecta como ella no podría fijarse en alguien tan desordenada y desviada como lo eres tú. -

Y ahí fue cuando no lo soporté más. No importa el esfuerzo que haya hecho alguna vez yo siempre a los ojos de Eleanor Bishop un fracaso. La rabia me subió hasta las mejillas, sentí que en cualquier momento iba a explotar y gritar, pero ya tenía suficiente como para que mamá creyera que estoy loca. Las lágrimas no tardaron en salir.

- Bien, eso soy para ti. Solo un desperfecto. -

- Kate, lo siento estoy tan estresada que lo menos que necesito ahora es esto y yo...-

- No, está bien. Lo entiendo. - tomé mis cosas e hice mi camino hacia la puerta. - No me hables más Eleanor, tu preocúpate por todas las cosas que tienes que hacer, de mi ya no sabrás quien sabe cuánto tiempo.-

Cerré la puerta de un portazo. Me limpié las lágrimas, y con ojos hinchados me hice de camino al centro. No sin antes enviar un mensaje a mi amiga.

"Te veo en la fuente del centro."

I'm here [Katelena]Where stories live. Discover now