"Cold Lazarus" 3/5⭐ "Karaoke" 3,5/5⭐

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Es curioso como las asociaciones de ideas más rebuscadas nos llevan de un asunto a otro o, en este caso, de una ficción a otra. Cuando reseñé "El Señor de los Anillos", comenté que fueron las películas de Peter Jackson las que volvieron esa historia parte de la cultura pop. Antes, la obra de Tolkien sólo era conocida por una minoría de nerds, eso sí: MUY entusiastas. En un episodio de "Stranger Things" bromean con esto: un miembro del club de DyD del pueblo dice que "Van a ir por el ojo de Sauron", otro personaje comenta: – ¿Quién diablos es Sauron? – y todos se encojen de hombros. El chiste es que, en el público de hoy, todos captan la referencia. Esto me llevó a preguntarme: ¿Qué ficción está hoy en el mismo caso? Es decir: Es algo extremadamente minoritario (al punto de estar libre en YouTube y tener menos de 10.000 vistas y 200 likes), pero de una minoría que la considera una obra maestra digna de rivalizar con los dioses. Así que, de volver a ver LOTR después de 20 años, pasé a volver a ver "Lázaro Frío" y "Karaoke" después de 25. 

 Las dos miniseries fueron escritas en 1994 por el guionista Dennis Potter poco antes de morir y filmadas en 1996. Potter dijo que esas historias eran su testamento. Danniel, el protagonista (interpretado por el 5 veces nominado al Oscar, Albert Finney) es claramente un avatar de Dennis."Lázaro Frío" y "Karaoke" son precue-secuelas. Lo mismo puede considerarse a "Karaoke" una precuela de "Lázaro Frío", que a "Lázaro Frío" una secuela de "Karaoke": dado que ambas fueron filmadas y estrenadas al mismo tiempo. Personalmente, creo que el mejor modo de verlas es ver primero "Lázaro Frío" y después "Karaoke". Pero esto es sólo cuestión de gustos. Especialmente hay una escena donde un grupo de científicos del siglo XXV están viendo un recuerdo de Daniel (el cuál es el final de "Karaoke"), que es mucho más impactante si los espectadores, al igual que los personajes, no saben lo que va a pasar. ...aunque, si vieron esa escena de "Cold Lazarus", después van a ver "Karaoke" sabiendo cómo termina. Las dos opciones tienen sus pros y sus contras. Claramente la intención es que haya dos clases de espectadores, que tuvieron dos experiencias cinematográficas distintas, según qué serie vieron primero y cuál después. 

 Debido a las lamentables circunstancias en que fueron escritas estas series, hay varias cosas que se sienten un poco torpes. Diálogos poco naturales, subtramas que no llevan a ninguna parte, personajes que aparecen hablando entre sí sin que los espectadores tengamos claro quiénes son ni cuál es su relación. Se nota que claramente le faltó una última mano a los guiones. Pulir algunas asperezas. Por ejemplo; Emma, personaje casi protagónico en "Lázaro Frío", simplemente se va. Su personaje no tiene ningún cierre. Después de un diálogo extremadamente tenso entre Emma y Fiodor, otro personaje central, ella le dice en tono casual: "No llegues tarde al trabajo". WTF? Si esa línea tenía una intención irónica, no se entendió. Si había una razón importante, no trivial, por la que Fiodor debería tener especial cuidado de no llegar tarde al trabajo al día siguiente (No llamar la atención. No despertar sospechas), ella debería haber dicho algo más para aclararlo. Y, si no, esa línea claramente debería haber sido eliminada. Es un detalle. Pero las series están llenas de esos detalles. Muestra de que estamos viendo una serie escrita en borrador. 

 La falta de presupuesto y efectos especiales apropiados es muy notoria en "Lázaro Frío". Nos quejamos mucho hoy del "exceso de CGI". Pero hay veces en que la ausencia de CGI se echa en falta. En 1996 había muy poca gente que tenía el presupuesto y los efectos especiales necesarios para crear la pesadilla distópica de "Lázaro frío" de modo apropiado ...y ninguno de ellos era la televisión británica. Todo se ve como un reciclaje de sets de filmación y maquetas usadas de "Dr Who". Y probablemente lo sean. 

 Mi yo de 20 años, quien acababa de leer "Brave New World" por primera vez, se fascinó sobre todo con el futuro distópico de "Lázaro Frío". Mi yo actual, en cambio, prefiere de modo indudable la sutil cuasi-fantasía de "Karaoke". Una dilogía que no es de ningún modo perfecta, pero me la pasé muy bien volviendo a verla. Hoy está casi completamente olvidada. Pero espero que alguien la desentierre y cometa el sacrilegio que, en 1996, nadie osó proponer: corregir sus puntos débiles. Reducirla quizás a dos películas de 120 minutos o menos cada una. Atar sus cabos sueltos. Pulir las asperezas propias de un guion escrito de una sola pasada en borrador.

2001 películas de cineWhere stories live. Discover now