𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗿𝗮𝘁𝗼 • ᴇxᴇϙᴜɪᴇʟ ᴢᴇʙᴀʟʟᴏs

7

Había terminado de comer una milanesa con ensalada y tenía ganas de salir a caminar, así que me puse una calsa negra, un top negro y unas zapatillas también negras y salí directo.

Mientras caminaba pensaba en la historia que había subido Exequiel hace dos días, era él con la rubia que había estado con él en la joda de la otra vez, ella abrazándolo en un ascensor, no entendía ¿era la novia? ¿la había hecho cornuda conmigo? ¿tendrán una relación abierta? él en ningún momento me aclaró que tenía novia, de lo contrario nunca me lo hubiese chapado.

Cuando volví para mi edificio, en el hall estaba Vicente sentado en el sillón.

—Hola, ¿todo bien?— habló primero.

—Todo tranqui, ¿vos?

—Bien bien, ¿haces algo hoy?— me dijo mirando la hora en su celular.

El menos rápido.

—No, ¿por qué?

—¿Te copa ir a tomar algo a la tardecita?

Era miércoles y no sé si me copaba mucho hacer cosas los días de semana, pero me sentiría mal si le diría que no.

—Si, dale.

—Ahora me tengo que ir, pero en un rato arreglamos bien todo, total yo tengo tu número— dijo levantándose del sillón y acercándose a mí para saludarme— nos vemos— dijo y salió del edificio, para subirse a un auto negro que manejaba un chico.

Cuando subí, lo primero que hice fue ver opciones para ponerme, por si todavía no se dieron cuenta, amaba preparar oufits. Armé uno tranqui, un jean celeste Wide leg, con un top negro, borcegos y campera de cuero y otro más de noche, que era un pantalón engomado, un top blanco y campera de jean negra, dependiendo de lo que íbamos a hacer, me pondría alguno de esos.

Me entré a bañar porque me sentía sucia, y cuando salí me coloqué un pijama y me acosté a dormir un rato, dormir era mi actividad favorita.

Me desperté a las 17:36, y tenía 4 mensajes de un número, que era Vicente.

Vicente

Te parece que vayamos a este bar?
(16:55)

📍Ubicación
(16:57)

Avísame si te gusta, y tipo 20 vamos, ¿te copa?
(17:00)

Dalee, de una, nos vemos abajo a las 20
(17:42)

Por lo que vi en la ubicación que me mandó, el bar estaba bastante bueno, se veía como para gente de nuestra edad, y por la hora en la que íbamos, opté por la opción del pantalón engomado.

Me levanté de la cama y fui a buscarme una banana y una botella de agua de merienda, cuando justo me llamó mamá.

—Hola maaa.

—Hola mi amor— dijo ella apenas respondí— ¿como estás? perdón que no te llamé antes, es que estuve re ocupada.

Lo entendía, ella tenía un trabajo que costaba de muchas horas y dedicación, y yo nunca la llamaba, ya que era un riesgo si estaba en alguna reunión o algo por el estilo.

—Todo bien ma, no pasa nada, ¿vos que onda allá?

—Bien, cansada nomás, te extraño.