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—bueno para enzo, tranquilo.

—ay si perdón, es que todo lo que se me ocurre es como muy típico, necesito algo original.

él me llamó hace un rato como habíamos acordado. yo seguía en la casa de Exequiel, el cual se encontraba al lado mío escuchando atentamente lo que yo decía.

—primero, muy importante— le digo luego de que no me haya dejado hablar ni un segundo desde los 15 minutos que estamos hablando—¿vos querés que esté oli o preferís algo más entre ustedes dos solos?

—yo o sea pensaba hacerle algo tipo a la tardecita y que después venga mi familia a cenar y se lleven a oli para que estemos solos durante la noche.

—claro, bueno bien. ¿alguna flor que le guste mucho a valen?

—y...los jazmines y las rosas blancas.

—bueno, te digo lo que se me ocurrió hasta ahora. vos le tenes q decir que se vaya arriba con oli porque tenes que hacer una llamada muy importante del benfica— le propuse y respondió "ajá"— entonces, preparas en el inicio de la escalera un caminito con velas y adentro del caminito pétalos de algunas de esas flores que le gustan. al final del caminito poner un ¿te querés casar conmigo? con los mismos pétalos, procura que ella vea el atardecer desde el caminito, no sé alguna ventana o algo. cuando ya esté todo, le mandas un mensaje que diga "vengan" en plural, que sepa que tienen que ir las dos. cuando bajen, vos vas a estar parado al lado del caminito con un ramo de esas flores y el anillo, y te vas a arrodillar.

—posta me encanta la idea, gracias gracias en serio.

—no pasa nada amigo— dije y Exequiel sonrió— espero te vaya bien, anda manteniendome al tanto eh, no te olvides de mi.

—no amiga, dale te hablo, chau y gracias.

—nos vemos.

Corté y seguí prestando atención a "Alguien está mintiendo" serie elegida por Exequiel, pero después me surgió una duda.

—¿te puedo preguntar algo?— dije y Exequiel se volteó a mirarme lentamente y levantó una ceja y respondió "¿si?"—¿cómo cortaste con Noelia?

él no respondió por unos segundos y pensé que la ansiedad por su respuesta iba a terminar matandome.

—¿te acordas esa historia que vos subiste y que yo te respondí?—asentí—bueno, me había olvidado de que ella tenía mi cuenta, la revisó y bueno, vio todo. no le quise negar nada porque la verdad es que ya no sentía nada y prefería estar de una solo con vos y listo.

Yo solo asentía con la cabeza. Era obvio que no le había dicho de una que tenia otra, pero bueno, mejor eso antes de seguir siendo el cuerno.

—¿por qué?

—nada, quería saber nomás.

Seguimos mirando un rato la serie y después él se había quedado dormido mientras yo le hacía mimos en el pelo y espalda.

Mi cabeza empezó a llenarse de preguntas ¿querrá oficializar conmigo o seguir así en secreto? ¿qué me asegura a mi que estando conmigo no va a estar con otra? ¿y si el no quiere nada serio y yo solo me estoy ilusionando? ¿estará tomándose en serio esto o en cualquier momento va y se come a otra? ¿por qué yo y no otra más linda? etc.

{...}

—la dejó amiga.

—me estás jodiendo.

—no.

Estábamos con Abril cenando en uno de nuestros restaurantes favoritos donde sólo vendían comida italiana. Una delicia.

—entonces va en serio ahora, ¿o no?

ni yo sé.

—no sé boluda, porque para mí no va a querer estar en algo serio conmigo, o sea básicamente va a querer seguir con lo que tuvimos hasta ahora.

—y pregúntale.

—¿vos decís?

—y si, porque si no te vas a seguir haciendo la cabeza y te vas a re estresar— dijo y tenía razón.

—¿qué onda vos con Luis?

—bien bien, el otro día que fui a su casa nos sacamos un par de fotos que seguramente suba en estos días. ah, me dijo que tenía planeado hacer una jodita.

—uhhhh, de una, me re pinta.

—si así que bueno, te voy avisando según lo que me diga.

Me quedé plasmada mirando la puerta porque no podía creer lo que estaba mirando. Alan entrando al restaurante con Isabela, aquella chica que se había chapado en el boliche la noche anterior.

Abril cuando vio que me quedé pasmada giró en esa dirección y los vio. Alan no tardó en mirarnos y hacer cara de sorprendido. Con Abril nos miramos y supimos que íbamos a hacer algo.

—hermanitoooooo— dijo Abril gritando mientras lo saludaba con la mano y todo el restaurante la miró.

Alan arrugó la cara e Isabela lo miró incitándolo a que vengan a saludarnos.

—¿como andan lindos?— dije cuando se acercaron a saludarnos.

—bien, ¿ustedes chicas?— respondió ella emocionada mientras Alan no emitía palabra.

—bien divina, ¿este te invitó a comer acá?— habló Abril.

—si.

—¿te contó que la primera vez que vinimos acá se hizo caca encima porque nunca había ido a un restaurante y pensó que los mozos eran choros?— Isabela negó riendose y Alan la quiso matar.

—era chico Abril.

—tenias 10 Alan— acotó mi amiga.

—bueno vamos para allá que nos van a ocupar la mesa—quiso irse Alan.

—bueno, chau chicas.

—chau linda.

Apenas se fueron a sentar, a ambas nos llegó un mensaje diciendo que la íbamos a pagar, puro bla bla. No aguantamos la risa y nos reímos abiertamente llevándonos las miradas de todos los presentes.

𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗿𝗮𝘁𝗼 • ᴇxᴇϙᴜɪᴇʟ ᴢᴇʙᴀʟʟᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora