Perfectamente conectados

Capítulo 6: Ambiente tenso

Pov Alexa

Una mano impacta mi mesa y levanto mi vista hacia el pelinegro uniformado y sexy que está frente a mi puesto.

< ¿Por qué siento una especie de Deja Vú? >

— Estás en mi asiento —dice.

< Definitivamente esto es un Deja Vú. >

— ¿Tu trasero es tan selectivo que solo puedes sentarte en este? —cuestiono.

— Kelvin, tome cualquier asiento —regaña el profesor.

Dylan voltea y dándome una mirada furtiva se dirije a otro asiento. Las cámaras lo siguen y el director da la escena como concluida.

— Perfecto, fue tan natural —expresa este viendo la toma en la pantalla frente a él.

< Definitivamente debo saber quien escribió esta historia. >

Una estudiante que hacía de actriz de relleno llega a mí y sonríe pidiéndome un autógrafo, yo se lo doy y se marcha feliz.

Miro las lonas negras que cubren cada ventana y las luces artificiales, todos están trabajando, el director de fotografía y el foquero se sesioran de las cámaras, los de iluminación arreglan algunos detalles.

— ¿Listos para la siguiente toma? —pregunta el director y tras un asentimiento nos preparamos para volver a grabar.

 Pov Dylan

Tras un largo día de grabaciones volvemos a casa. Estoy realmente cansado y siento que esta película es algún tipo de Deja Vú.

Luego de robar algunas guarniciones, tomar uno de los chocolates que he escondido en la cocina -hace un par de años cree una adicción por el chocolate-, y antes de subir con mis brazos llenos de paquetes de confituras, escucho unos murmullos desde la segunda planta. Me acerco a la puerta de la habitación la cual está entreabierta y escucho a Alexa.

— ¿Cómo estás amor?...Si, todo va bien, ya verás, te encantará la película...Yo también te extraño...Si, mucho, mucho...

Ruedo los ojos y vuelvo sobre mis pasos para seguir mi camino. Nunca he escuchado a Alexa tan melosa con nadie, al parecer, realmente le gusta su pareja.

Un pequeño pedazo dentro de mí se quiebra, pero realmente ya estoy acostumbrado.

(...)

Ha pasado una semana y es casi media noche cuando llegamos a casa. No puedo creer que sea tan cansado actuar.

Hay personas que creen que ser actor es fácil, y no. Hay montones de escenas que memorizar, repetir, practicar, estar de pie durante horas...

Me doy una ducha y me lanzo a la cama, quedando boca arriba. Me dispongo a dormir cuando de repente mi puerta se abre sin más.

Mi sorpresa no puede ser ocultada ante la presencia de la castaña ojos zafiro.

— ¿Qué haces aquí? —cuestiono.

— No vengo por tu linda cara —responde a la defensiva.

— Deja de atacarme —expreso ya cansado de esta situación.

Literalmente no puedo decirle media palabra sin que me suelte una de sus típicas respuestas.

Ella rueda los ojos.

— Necesitamos practicar los guiones Archer —dice.

< Archer. Hace mucho mi apellido no sonaba tan amargo en los labios de alguien. >