Capítulo 40: Escándalo

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Pov Alexa

Poco a poco voy despertando y la primera imagen visual que tengo es el rostro de Dylan a escasos centímetros del mío, con su cabello despeinado y los labios entreabiertos.

Tiene una mano sobre mi cadera y ambos estábamos tapados por una sábana. Los recuerdos de la noche me golpean y siento mis mejillas encenderse.

< Control Alexa, ¡no eres una adolescente por Dios! >

Me giro y veo el reloj digital que tiene el pelinegro sobre su mesita de noche y casi me da un infarto.

< ¡Ya es tarde! >

Intento moverme pero los brazos de Dylan lo impiden, abrazándome contra su pecho e impidiendo que me mueva.

— Descansa un poco más Bambi, es muy temprano —pide con su voz ronca por el sueño, y creo haber tenido un orgasmo auditivo.

— Tengo que ir a la habitación con Gwen —Le aviso.

Él suelta un suspiro y me deja ir.

— Voy a tener que competir con mi propia hija por su madre —Se queja abriendo los ojos y suelta una sonrisita mientras me ve ponerme de pie y buscar mi ropa por la habitación.

— ¿Que se te hace tan divertido? —cuestiono poniéndome las bragas.

— Nada, solo me quedé pensando que la maternidad te vino bien.

Levanto mi vista a él y le veo acercarse, sujeta mi cadera, acercándome a su cuerpo y atrapa mis labios entre los suyos en un beso desenfrenado. Sigo aquella acción sintiéndome presa de sus labios.

No entiendo como cada caricia suya puede prender mi cuerpo de tal manera.

Sus besos decienden a mi cuello de manera húmeda, bajan por mi clavícula y sus manos aprietan mis senos, sacándome un gemido. Con su boca atrapa mi pezón derecho y lo mordisquea.

— Dylan, este no es momento —menciono con mi voz desestabilizada.

Deja un pequeño beso en mi pecho y se separa un poco de mí, dejando un beso en mi frente.

— Vale, sé que necesitas atender a Gwen —comprende.

Llevo una mano a su rostro y acaricio su mejilla, el sujeta mi muñeca y besa la palma de mi mano.

— Quieres hacerte más cercano a ella, ¿cierto? —cuestiono y suelta un largo suspiro.

— Si, pero estoy conciente de que todo a su tiempo —expresa.

— Hablaré con ella para que hoy nos acompañes de compras, ¿te parece bien?

Él se sorprende ante esto. Tenía planeado llevar a Gwen al supermarket y que buscara cosas para mi sobrino y para ella, creo que sería una buena manera para que Dylan pudiese mejorar su relación con ella.

Una sonrisa feliz se asoma a los labios del pelinegro y sus ojos se llenan de brillo.

— Me encantaría —admite.

Y de alguna forma, teniéndolo frente a mí, siento que todo por fin está encajando en su lugar.

(...)

Entro de puntitas al cuarto de mi hija y veo un bulto debajo de la sábana, aun son las siete de la mañana asi que siento que me salvé.

— Mami.

Pego un pequeño brinco ante la voz de mi hija que proviene de la puerta del baño, me mira mientras frota su ojo derecho con su puñito.

— Hola mi amor, ¿cuando despertaste? —cuestiono yendo hasta ella y cargándola en mis brazos.

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⏰ Last updated: Feb 22 ⏰

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