𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚

Capítulo 46

Shaoran:

Esto no me puede estar pasando, esa manera de desafiarme y retarme no es propio de ella, voy directo a las caballerizas para buscar a Zeus, necesito asimilar lo que está pasando ahora. Cuando logré dar con ella fue un momento de júbilo en el fondo de mi corazón, algo que no hice notar, en el avión hacia Francia iba tratando de controlar mis emociones y sentimientos ella no me iba a dominar así tenga la protección de mi enemigo.

Enemigo, eso para mí es Andrew desde el momento que se la llevó de mi lado. Puede que lo haya hecho para protegerla de la porquería que hizo mi tío pero a la vez sus intenciones fueron claras. Él está muy interesado en ella pero sobre mi cadáver que esos dos estén juntos.

Subí a Zeus y con toda la mierda revuelta voy galopando con una velocidad que hasta a mí mismo me sorprende. Sigo rememorando cuando entramos a la hacienda de Andrew en Marsella, estaba tan escondida que entendí porque no daba al principio con la ubicación de Sakura. Agarramos a la seguridad con la guardia baja y todos mis hombres los amedrentaron, pedí no hacer ruido, dentro de mí intuía que me encontraría con algo desagradable y no me equivoque.

Cuando empuje la puerta de un pequeño espacio la imagen que ví me llenó de celos, ver a la mujer que amo en brazos de otro hombre me enloqueció el juicio. Andrew se sorprendió al principio al verme pero su mano apretando a Sakura como si fuera su posesión más preciada me enfureció más. Sakura al girar y tras verme se puso tan pálida que se soltó de él llegando a mi lado sin ningún tipo de miedo o culpabilidad.

Le reclamé por su osadía de estar con él y en ese cuadro tan íntimo que se salió todo de control y nuestras armas salieron apuntándonos el uno al otro. Tomé a Sakura con fuerza entre mis brazos con la finalidad de que no corriera a los brazos de él. Si volvía a hacerlo juraba que el lugar se iba a convertir en una carnicería.

Verla tan tranquila y tocando con su mano el arma me dejó perplejo, me pidió irnos pero no pensaba dejar las cosas así, todo se me reveló de golpe que le disparé a Andrew por culpa de mis celos y temperamento cambiante. Nada ni nadie me hará cambiar de idea que estos dos se han acostado no iba sino infinidad de veces. Verlo con el hombro herido y Sakura querer ir con él me puso furioso. La cargué entre mis brazos y la saqué de ahí sin ver de nuevo a mi enemigo.

Al menos fue sensato al no permitir que su gente hiciera nada estupido. Fye, Yue y el resto de mis subordinados están tras de mí que voy cargando a mi mujer hacia el avión privado que está en espera de largarnos de aquí. La miré y en su rostro hay preocupación y consternación, eso me está doliendo pero no voy a permitir que lo vea. Es un hecho que estás semanas de estar con él se ha convertido en alguien muy importante para ella. Pero no pienso dejar que se vuelvan a ver.

En ese momento me doy cuenta que tiene una mota de color blanco en sus manos. Se remueve dándome con la sorpresa que es un perro. Me dio una mirada que traspasó mi corazón, se fue a uno de los  asientos que está detrás del avión poniéndose enfadado. En todo el camino no dijo nada y mucho menos me dirigió la palabra. Pero ya estaba harto de su silencio, al final terminamos discutiendo pero ni en mis sueños imaginé que tendríamos sexo en la parte inferior del avión.

Reconozco que la extrañé tanto, me bebí su esencia de mujer que tanto me enloquece, verla vibrar entre mis brazos hizo que por ese momento olvide toda mi venganza hacia ella y su familia y vuelva a tomarla como la primera vez cuando me entrego su virginidad. Esa noche declaré en secreto cuánto la amaba y la amaré por el resto de mi vida. Nuestros cuerpos entrelazados, gimiendo y gritando por culpa de nuestra pasión fue tan letal que no me importa lo que pase después de esto.

Pero cuando todo acabó y ver a una Sakura diferente y algo sarcástica me hizo temblar por dentro. Me está desafiando sin temerme, algo que pone ansioso mi temperamento. Verla desnuda y querer salir así a la parte de los asientos quebró mi paciencia jalandola a mis brazos devorando su boca y dejando claro que ella es mía en todos los aspectos. Cuando llegamos a la hacienda de Hong Kong quise que todo sea como al principio pero otra vez su mirada y su temperamento fueron el detonante para ver qué está Sakura ya no es la misma.