Capitulo 10

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Shaoran daba vueltas como trompo en su despacho, hasta ahora no comprende como a podido sucumbir antes los encantos de la mujer que hasta ese momento sigue estando como la dueña de su lecho.

Y si, a la hora que salió de su habitación ella continuaba profundamente dormida, al contemplarla una vez más le enternecio por un momento, que quiso olvidarse de todo lo que a planeado hacer, dejarse llevar por lo que siente, y ser feliz.

No solo le hizo el amor una sola vez, fueron tres veces en toda la noche, y al pensar en cada caricia, cada gemido, cada vez que mencionaba su nombre, se desesperaba más y se ponía más demente en poseerla hasta atravesarle el alma si era necesario.

Se jalaba los cabellos con fuerza, se golpeaba la frente y la cara, como era posible haber caído de esa manera, el plan era seducirla y escucharla decir que lo ama, pero llevarla a su cama, era algo que escapó de sus manos, si su tío se entera, más rápido le dirá que la pida en matrimonio pero....Hizo el amor, no fue solo sexo, el sexo es cuando hay atracción y te dejas llevar, pero con ella fue en verdad diferente.

Las circunstancias la pusieron en el momento critico e inestable de su vida, y lo que es peor, es hija del maldito que mató a su familia.

Ahora está peor que nunca, después de haber tocado, acariciado y haberse  grabarse cada centímetro de su piel, de sus lunares y hasta saber que la paso tan bien como el, está entre la espada y la pared.

Los toques a la puerta lo sacan de su batalla.

_Adelante.- Dijo sentándose en su silla y disimulando revisar unos papeles.

_Joven Shaoran, ya quiere desayunar?- Dijo Wei entrando y reverenciando al castaño.

_Si, ahora salgo.- Dijo guardando sus papeles, para llevarlo a Japón.

_ Quiere que despierte a la señorita?- Dijo el hombre.

_No, que lo haga sola y algo mas. Cuando se levanté que ella misma se prepare su desayuno.- Dijo sin mirarlo.

El anciano se quedó perplejo y con la boca ligeramente abierta, pero antes de rebatir algo el castaño lo hizo callarse.

_Que vaya aprendiendo a manejar esta casa porque desde el momento que sea mi esposa, hará todo sola, limpieza, comida y todo lo que una ama de casa común hace.- Dijo con mirada intensa.

_Pero joven yo puedo....

_Te prohíbo que la ayudes!!-Dijo saliendo del despacho.

El anciano suspiro y movió la cabeza no solo la alejara de su familia, también la tendrá como una sirvienta a su servicio, sabe que siente algo por ella y como si con eso es como si  la quisiera castigar y hacer pagar por todo lo que está teniendo en su ser en esos momentos.

Salio tras el, pero lo vio que se perdía por la puerta, de seguro se iría a hablar con los encargados de las caballerizas, pero aun así, le hará caso pero solo lo mínimo, no permitirá que dañe a esa pequeña flor delicada que es esa bella joven, ademas se nota a leguas el amor que le profesa a su amo.

...............

Sakura se removía en la cama, lentamente abría los ojos, pero los rayos del sol hacían que nuevamente las cierre.

Poco a poco fue incorporándose, miro a su alrededor después de haberse frotado los ojos, ese no era el cuarto que le habían dado cuando llego.

De pronto fue llegando a su mente cada imagen de lo que habia sucedido el día anterior, desde el momento en que llego a ese cuarto, hasta el beso hambriento que le dio Shaoran, sus ojos pidiendo lo que el otro pedía, para después fundirse el uno al otro, desde que se quedaron con ganas de mas en su oficina.

𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐕𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora